Para todas las niñas

La serie For All Mankind, creada por Ronald D. Moore (Apple TV+), es una pequeña gran joya audiovisual que combina la ciencia y la ficción con un profundo mensaje social. Ambientada en un mundo donde la carrera espacial y la Guerra Fría nunca terminaron, la serie presenta una narrativa alternativa donde la llegada de la Unión Soviética a la Luna antes que los Estados Unidos desencadena una historia que nos es familiar, pero no es exactamente la que conocemos.

No os haré más espóileres, pero entre las muchas cosas que llaman la atención está la cantidad de personajes femeninos que ocupan cargos que en nuestra línea histórica han ocupado tradicionalmente hombres. Posiciones como astronauta, director de la NASA, jefe de misión, jefe de selección de astronautas, ingeniero de telecomunicaciones, físico especialista en propulsión, propietario de bar, presidente del gobierno y otros son interpretados en la serie por actrices de manera normal. Las mujeres son figuras centrales en la trama, a diferencia de la mayoría de series y películas de ciencia-ficción donde si hay paridad siempre es puramente cuantitativa.

"El test de Bechdel es un test informal para evaluar el grado de machismo en películas, obras literarias o de teatro"

Hace tiempo que supe del test de Bechdel (o ley de Bechdel), un test informal para evaluar el grado de machismo en películas, obras literarias o de teatro. El test lo popularizó Alison Bechdel en su cómic Dykes to Watch Out For y de ahí su nombre. Para que una obra pase el test debe tener al menos dos protagonistas femeninos, que tengan una conversación relevante y que la conversación no sea sobre hombres o asuntos del corazón. For All Mankind lo pulveriza. A partir de ahora os será imposible no aplicarlo a las películas y series que veáis.

Las mujeres de la serie son astronautas, ingenieras, madres de familia, propietarias de bares, heterosexuales u homosexuales y de todos los colores. Una muestra rica y diversa, que en los últimos años ha sido la normalidad entre los roles masculinos. Utilizo normalidad con toda la intención. No hace mucho hablábamos del déficit de vocaciones femeninas en el ámbito STEM con Elisenda Bou, una ingeniera de telecomunicaciones y empresaria de éxito a quien casualmente Apple compró su empresa de IA. Me decía que el cine y las series son un problema a la hora de facilitar que las niñas lleguen a las STEM (y viceversa); “Cuando sale una chica programadora en una serie es la hacker superdotada freak, la de los tatuajes y la capucha. Las niñas no quieren ser la rara de la clase, quieren ser normales”.

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Cuando éramos pequeños todos queríamos ser astronautas, eso sí, los niños. No recuerdo a ninguna niña de mi edad que quisiera serlo. Le había dado muchas vueltas, pero no ha sido hasta que he visto la alternativa que nos presenta For All Mankind que no lo he visto claro: no se puede desear lo que no se conoce. De hecho, de pequeños ni siquiera sabíamos que había habido una mujer astronauta: Valentina Tereshkova, cosmonauta, que era soviética.

Series como For All Mankind hacen que las niñas puedan imaginarse a ellas mismas en estas carreras y les proporcionan los mismos referentes que nosotros tuvimos de pequeños de una manera normal. Ver mujeres que superan obstáculos y hacen de héroes en campos que en nuestra línea de tiempo están dominados por los hombres, es necesario para que las más pequeñas tengan referentes más allá de Ada Lovelace o Margaret Hamilton.

"La inclusión y la diversidad no solo son ideales a perseguir, sino que son fundamentales para el éxito y el desarrollo de la sociedad"

La calidad de la producción y la atención meticulosa a los detalles históricos y científicos hacen que la serie sea no solo entretenida, sino también educativa. A través de su narrativa alternativa, la serie invita a los espectadores a reflexionar sobre lo que podría haber sido y, al hacerlo, sobre lo que todavía puede ser. La inclusión y la diversidad no solo son ideales a perseguir, sino que son fundamentales para el éxito y el desarrollo de la sociedad.

Frente a los retos mayúsculos a los que nos enfrentamos como especie no creo que podamos permitirnos el lujo de prescindir del 50% de los cerebros de la humanidad. Si podéis, ved la serie con vuestras hijas. Con vuestros hijos, también.

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PS: Si no tenéis Apple TV+ no os preocupéis. Apple regala 3 meses de suscripción con la compra de un dispositivo, y si no, siempre podéis hacer una semana de prueba gratis y ver al menos una temporada.

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