'Upskilling' y 'reskilling': el mercado laboral del siglo XXI

Se trata de conseguir trabajadores capaces de adaptarse a los cambios

Nunca ha sido más cierto afirmar que vivimos en un mundo en plena transformación y eso resulta más evidente en el Mediterráneo, un espacio que ha de ser capaz de crear lugares de trabajo productivos y sostenibles para sus jóvenes y al mismo tiempo empezar a pensar en un incremento de la esperanza de vida, casi centenaria, que hará posible que los quién se incorporen en los próximos años al mercado laboral puedan permanecer en el mismo por un período de tiempo mucho más extenso que los treinta años actuales. Ya no se trata tan sólo de obtener una formación adecuada a unas necesidades empresariales con dinámicas cada vez más cambiantes, se trata de lograr trabajadores capaces de adaptarse a los cambios que sin duda se producirán en unas vidas laborales que pueden llegar a superar el medio siglo. 

Surgen así dos conceptos. El primero -upskilling- persigue mejorar la competencia de aquellos profesionales que, en plena evolución de la revolución industrial, corren el riesgo de quedarse desactualizados y superados por funciones que están siendo automatizadas por la tecnología. El segundo -reskilling- va más allá y pretende ayudar a cubrir aquellos millones de puestos de trabajo que se están convirtiendo en nuevos nichos profesionales surgidos a consecuencia de la revolución tecnológica. 

Se trata de conseguir trabajadores capaces de adaptarse a los cambios

Una idea de la importancia que estos conceptos están adquiriendo nos la da el hecho que en enero de 2020 el Fórum Económico Mundial lanzó el programa Reskilling Revolution, después de llegar a la conclusión que mil millones de personas tendrían que recibir una mejor educación y renovar sus habilidades para mejorar su ocupabilidad hasta el año 2030. Mucho más cerca, aquí en Barcelona y dentro del Fórum Medaweek organizado por la Cambra de Comerç de Barcelona y la Associació de Cambres de Comerç i Indústria del Mediterrani, tendrá lugar la Mediterranean Education and Talent Medatalk, en la que se debatirá sobre cómo adaptar las habilidades de los jóvenes en las transformaciones del mercado laboral, aceleradas por la pandemia. Una cosa urgente cuando en España solo uno de cada tres jóvenes de 16 a 29 años está trabajando. A este reto se une otro tan grande o mayor como es el envejecimiento de la población en Europa. De nuevo España aparece al frente de este ranking, con una edad media de la población de 44 años y un 20% mayor de 65. 

Nos encontramos en una situación en que se unen el avance exponencial de la tecnología con la precaria situación laboral de los jóvenes y el envejecimiento de nuestra sociedad. Un escenario que exige romper con un sistema como el actual, que concibe la vida como una cosa estática y previsible, por otro que rompa con esquemas y nos permitan asumir que ni los estudios ni la formación deben finalizar a la hora de cumplir 21 o 22 años y que el equilibrio laboral pasa por una integración equilibrada entre lo que hacemos a escala personal y laboral para concluir finalmente que tenemos de responsabilizarnos de aprender y desaprender constantemente para poder vivir en plenitud.

La vida útil de las habilidades se reducirá a cinco años


En el futuro del trabajo, se anticipa que la vida útil de las habilidades se reducirá a cinco años y se espera que las personas renuevan, amplíen y actualicen sus habilidades una media de seis veces a lo largo de unas carreras profesionales que actualmente se extienden durante 30 años, pero que en los próximos años se prolongarán durante mucho más tiempo, para poder continuar siendo relevantes en su lugar de trabajo. La ocupación del futuro dependerá más del aprendizaje y desarrollo de habilidades a lo largo de nuestra trayectoria profesional que de la capacitación laboral con la cual iniciamos nuestro recorrido por el mercado de trabajo.

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