Empresa, cultura y sociedad digital

Web3: conceptos básicos para entender el debate que habrá

29 de Diciembre de 2021
Act. 29 de Diciembre de 2021
Genís Roca

Web3 es el nombre que se ha dado a la próxima evolución de Internet. Este 2022 oiremos hablar mucho de ello, mucho, así que este artículo pretende humildemente explicar algunos conceptos básicos para que todo el mundo pueda seguir el debate que habrá, porque te afectará aunque no quieras y aunque no te interese la tecnología.

 

La primera web, Web1, se basaba es webs y enlaces. Las herramientas fundamentales eran un navegador y un buscador, y con esto ibas de una web a otra. Tu casa era tu web o tu blog, y el éxito era recibir muchas visitas. Con la Web2 todo esto quedó sustituido por las grandes plataformas como Twitter, TikTok, Instagram, Linkedin o Facebook. Ahora lo más habitual ya no es tener página web propia, sino tener perfiles en distintas redes sociales. El éxito ya no son las visitas, sino lo likes. Pero hay un cambio importante: lo que ponías en tu web era tuyo, ahora lo que pones en las redes sociales es suyo. Tus fotos, comentarios, canciones, vídeos, chistes y recetas de cocina son suyas, y hacen lo que quieren. Las personas crean los contenidos, pero son las empresas quienes se benefician. Toda tu información personal es suya, y la utilizan para explotarte publicitariamente y comercialmente. Y lo sabes.

De una Web1 bastante descentralizada a una Web2 muy centralizada donde todo está bajo el control de unas pocas y enormes compañías. El debate es si la nueva evolución de la red, que denominamos Web3, será para volver a un modelo descentralizado, o justo lo contrario y hacia un modelo aún más centralizado, que es tanto como decir si seremos más o menos libres y si todo será más o menos justo. Vale la pena que estemos atentos.

 

El motivo por el que ahora estamos entrando en una nueva fase de Internet es la tecnología blockchain

El motivo por el que ahora estamos entrando en una nueva fase de Internet es la tecnología blockchain. Sí, esa que hace tiempo de la que muchos hablan pero aún pocos saben qué es. Si en la Web1 la palabra clave era link y en la Web2 ha sido like, en la Web3 la palabra clave será token. Vamos a ver si somos capaces de explicar de manera fácil que es blockchain, qué son los tokens, y por qué todo esto puede cambiar Internet de una manera relevante.

Hasta ahora el mundo funcionaba básicamente con activos físicos, como un piso o un coche, y cuando este activo cambia de manos vamos a algún registro oficial a certificar quién es el nuevo propietario. Si es un piso vamos al registro de la propiedad y al notario y levantamos escritura de compra venta, si es un coche vamos a Tráfico a matricularlo o a cambiar el titular. Vamos a un lugar central de registro y allí declaramos quién somos y demostramos que aquello es nuestro. Blockchain es posterior a esta lógica y nació para activos que no son físicos y sus primeros usos fueron las criptomonedas, en concreto la famosa Bitcoin. Blockchain es una tecnología que encripta la información, por tanto es confidencial, y la distribuye, por tanto es descentralizada. Encripta el conjunto de datos que describen un bien concreto, por ejemplo un Bitcoin, igual que hacen los notarios con las escrituras de un piso, y el resultado se envía a todo el mundo, a todas partes.

Todo el mundo tiene una copia, encriptada y por tanto discreta y confidencial. Si alguien tomara una de estas copias e intentara alterarla de manera fraudulenta, esa copia aunque encriptada sería distinta de todas las otras y sería evidente que es falsa. Sólo quien conoce el código de desencriptación puede generar una nueva versión, donde sí puedes modificar por ejemplos los datos del propietario. Es decir, blockchain garantiza un sistema universal de certificación confidencial y descentralizado. No hace falta ningún intermediario y por tanto desaparece este coste. Y también desaparece la idea de dependencia de un registro central, hay copias por todas partes y no pasa nada si cae este o aquel servidor, ninguno de ellos es crítico para comprobar si ese activo digital es tuyo o no.

El blockchain es la garantía de que un dato, un certificado, no ha sido manipulado ni modificado

Estos activos digitales se llaman tokens, y todo se puede tokenizar. Por ejemplo, yo ahora podría componer una canción y tokenizar sus derechos. Podría dividir los derechos de mi canción en diez partes, de un 10% cada una, y ponerlas a la venta. A cambio de una cantidad de dinero te doy un 10% de los derechos de mi canción, y registramos la operación en la blockchain de manera que se distribuyen por todas partes copias encriptadas que dan fe de que tú tienes el 10% de los derechos de mi canción y si yo intentase negarlo o modificarlo sería imposible, ya que nunca tendré acceso a todas las copias distribuidas por el mundo. Sólo tú, que tienes el código de desencriptación de tu 10%, podrías modificar y asignarlo a un nuevo propietario. Si os suena mal pensad en cómo funciona el mercado de la bolsa: compras una acción de Telefónica que ha ido cambiando de manos y ahora es tuya, pero mañana se la venderás a alguien, y en cada una de estas transacciones debéis informar al registro de la bolsa, que cobra una comisión por dar fe de quién es ahora aquella acción. Con blockchain no. Esta tecnología te da la libertad de certificar cosas sin coste y sin depender de un registro central.

Es complejo, y este artículo demasiado simple, pero blockchain es la garantía de que un dato, un certificado, no ha sido manipulado ni modificado. Un certificado de vacunación Covid o la autoría de una foto. Y además, ahora todo se puede tokenizar, y podemos poner en el mercado total o parcialmente una canción, los derechos de una joven estrella del fútbol, una finca, acciones de una empresa, el 5% de una escultura o el verso de un poema. Aparecen nuevos mercados y nuevas posibilidades, como los NFTs de los que ya hablaremos otro día. Una arquitectura descentralizada que no depende de si Facebook deja de funcionar o de si Google cae. Un sistema que abre nuevos escenarios económicos y transaccionales. Web3 podría provocar la revisión y discusión de aspectos fundamentales de la economía y la sociedad.

Una reciente encuesta en Estados Unidos ya decía que un 93% de los votantes quiere más control sobre sus datos, su seguridad y su privacidad. Un tercio de los votantes norteamericanos menores de 45 años ya posee activos digitales, y el 41% de los propietarios de activos digitales dicen que son más propensos a votar por candidatos que adopten Web3. Poca broma. Estad atentos al debate.