El futuro del trabajo

02 de Mayo de 2019
Xavier Ferràs

En las próximas dos décadas asistiremos a un cambio sísmico en la configuración sociopolítica del mundo. La digitalización es una fuerza exponencial, que responde a la famosa "ley de Moore": cada 18 meses, aproximadamente, se dobla la capacidad de integración de dispositivos en los semiconductores. En términos prácticos, esto significa que la capacidad de procesar datos se dobla cada año y medio, aproximadamente. Por eso, de forma creciente en progresión geométrica, cada vez tenemos más potencia en el tratamiento de datos, lo cual revierte en infinidad de aplicaciones en la economía, la salud, la administración, o el ocio. En negocios, además, quienes disponen de los algoritmos y de los datos tiene una ventaja competitiva realimentat: cuanto más capacitado de proceso, más precisión en las decisiones, más atractivo por los clientes, más datos, más capacitado de refinar los algoritmos y, de nuevo, mayor capacidad de atraer nuevos clientes.

"En las próximas dos décadas asistiremos a un cambio sísmico en la configuración sociopolítica del mundo"

La resultante de todo esto es la emergencia de unas corporaciones exponenciales (Amazon, Google, Microsoft, Facebook...), y la emergencia de naciones exponenciales (China, cada vez más similar a una autocràcia automatizada). The winners takes it all (los ganadores se lo llevan todo). En medio, unas antiguas clases medianas occidentales benestants, que ven como acontecen las grandes perdedoras del juego del cambio tecnológico global. Cada vez tenemos más información y más tecnología en nuestras manos, pero menor poder adquisitivo y más precariedad laboral. Por las grietas del cambio sísmico, fluye rápidamente el populismo vendiendo soluciones mágicas a problemas extraordinariamente complejos, que no son más que las evidencias de una disrupción en la orden internacional surgido de la Segunda Guerra Mundial, y una rápida evolución hacia un nuevo orden inquietante y desconocido todavía.

Dos cosas parecen claras, pero: por primera vez, la humanidad dispone de las herramientas y el conocimiento para generar riqueza y prosperidad a gran escala. Pero, por otro lado, estas mismas herramientas (la tecnología) amenazan con un futuro precario, sin trabajo y con graves tensiones sociales y políticas.

¿Estamos preparados para un futuro en el cual, según algunos estudios, hacia el 2060 toda tarea humana podrá ser desarrollada por un algoritmo digital o un robot? Es evidente que, en este escenario, o introducimos radicales innovaciones sociales, o la revolución está servida. La Renta Básica Universal (UBI: Universal Basic Income) parece la solución que apuntan muchos expertos. ¿Si toda tarea humana puede ser hecha por un sistema electrónico, podría ser que los humanos nos liberáramos de la obligación de trabajar? La condena (o la bendición) bíblica de "te ganarás el pan con el sudor de tu frente" que marcó la expulsión del Paraíso puede ser cuestionada gracias a la ley de Moore?

¿Estamos preparados para un futuro en el cual, según algunos estudios, hacia el 2060 toda tarea humana podrá ser desarrollada por un algoritmo digital o un robot?

Yo creo que sí. Tenemos que imaginar una sociedad futura, a 50 años ver, donde las fuerzas de la tecnología han seguido operando en profundidad y transformando la realidad. Una sociedad extremadamente culta, dotada de un fuerte pensamiento crítico e inmersa en una hiperproductiva economía del conocimiento. Una sociedad globalizada, que ha convergido a un estándar económico común por todas partes. Una sociedad de hombres y mujeres libres que, por el simple hecho de ser ciudadanos, tienen derecho a una renta básica (que los impide caer bajo los umbrales de la pobreza), y que es universal (para todo el mundo). No hablamos de una especie de neocomunisme: la RBU significaría un techo social mínimo, a partir del cual (por supuesto) seguiría operando la libertad económica y la iniciativa personal. ¿Por qué no un mercado de trabajo mucho más voluntario y dinámico, donde compatibilizar el trabajo en varios proyectos simultáneos, sin miedo a caer en la pobreza?

Los focos de la investigación económica están puestos sobre esta idea. Cómo se comportaría una población en estas condiciones? Se han hecho numerosos proyectos piloto en todo el mundo, pero ninguno tiene la escala y las condiciones que lo hacen concluyente. Algunos, como el reciente de Finlandia, han sido muestras acotades donde la renta se concede a poblaciones en riesgo de exclusión (con lo cual sólo se observa una parte del fenómeno). Qué pasa cuando otorgas una renta similar a población que ya trabaja? Podría ser que, al verse liberados del riesgo de la pobreza, muchos se atrevieran a emprender proyectos personales. Quizás la RBU es una nueva forma de política de emprendeduría, una especie de venture capital for people.

El debate está abierto. En Barcelona se está llevando a cabo una prueba, que nuevamente es limitada. Andrew Yang, candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos es un defensor declarado de esta medida, y propone un "dividendo de la libertad" de 1000 dólares por cada americano. En sus propias palabras, "hemos visto como Amazon no ha pagado nada en impuestos federales, a pesar de tener récord de ingresos. Si los grandes ganadores de la Era Tecnológica no pagan impuestos, no tendremos dinero para nada. Pero si somos capaces de beneficiarnos de estas innovaciones, podremos pagar 1000 dólares por mes a cada americano".

"Quizás pronto será más fácil sustituir un médico que una enfermera; o un director general que un limpiador de habitaciones de hotel: los sistemas de decisión algorítmica avanzan más rápidamente que los dispositivos mecánicos"

El sistema crea riqueza, pero no la distribuye. Tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial, penetrarán en todos los aspectos de nuestra vida. El mercado de trabajo sufrirá cambios significativos. Caerán viejos paradigmas (quizás pronto será más fácil sustituir un médico que una enfermera; o un director general que un limpiador de habitaciones de hotel: los sistemas de decisión algorítmica avanzan más rápidamente que los dispositivos mecánicos). No sabemos si la solución será la Renta Básica Universal. En cualquier caso, el primer paso es construir economías avanzadas, intensivas en I+D, que permitan plantearnos reediciones del Estado del Bienestar como las apuntadas... Por cierto, donde ha estado el debate de la I+D y del futuro del trabajo en la reciente campaña electoral?