Y un año más ya lo tenemos aquí. El Yellow Day, "el día más feliz del año", y que, según los especialistas, estaría justificado por el solsticio de verano que, supuestamente, da el pistoletazo de salida a un incremento de nuestra calidad de vida. Uno de los motivos que se esgrimen son las condiciones climatológicas. Obviamente, también hay factores como las vacaciones, la paga doble -para algunos- y el incremento de las horas de luz solar.
Hasta aquí, ¡fantástico! Nos enteramos de que hoy es el Yellow Day, entonces, a partir de aquí, podemos aplicar dos prismas de lectura y que, precisamente, son extremadamente opuestos.
Como seres cálidos y sociales, saber que hoy es el día más feliz del año es la excusa perfecta para celebrarlo en familia, amistades… o en solitario
Por un lado, encontramos el prisma positivo, optimista por naturaleza. Prisma nada profundo a escala de análisis y que nos ahorra muchos dolores de cabeza. Como seres cálidos y sociales, saber que hoy es el día más feliz del año es la excusa perfecta para celebrarlo en familia, amistades… o en solitario. ¡Todo se vale y es bienvenido! Motivos para celebrar siempre hay muchos: porque tenemos salud, porque nuestro entorno es sano, de calidad, porque tenemos el verano muy cerca, etcétera. ¡Todo se vale y todo es bienvenido! Cómo escribió Máximo Huerta "La vida se va rápidamente. Por eso no podemos parar. Tenemos que hacer que la música suene".
Por el otro lado, totalmente a las antípodas se encuentra el prisma negativo, rabioso, resultado de la hipersensibilidad y que es el cúmulo de un interminable listado de indignaciones -no es para menos-. Estamos en un entorno VUCA (volatiliy, uncertainty, complexity and ambiguity)... o BANI (brittle, anxious, nonlinear and incomprehensible), ¡qué más da! La cuestión es que sentimos que hoy 20 de junio se nos impone el día más feliz del año, y claro, cualquiera de nosotros puede pensar: "¿Y quién eres tú para determinar si es el día más feliz? ¿Quizás decides por mí?". Sin duda, hay un innumerable listado de factores que invita a cuestionar la asignación del Yellow Day. Si de la climatología dependiera este 2023, no creo que estemos en condiciones de tirar cohetes. ¿Y qué decir de la crisis de precios? ¿Y de la guerra? ¿Y las noches tropicales? ¿o hay nada qué celebrar, ¿está claro?
La felicidad es una cuestión de actitud, de actuar, de aportar, de encontrarse, de celebrar las pequeñas victorias
Ya lo veis, hoy es un día señalado por unas circunstancias concretas, pero sobre todo es un día para tomárselo como a uno le apetezca. Y es que la felicidad es una cuestión de actitud, de actuar, de aportar, de encontrarse, de celebrar las pequeñas victorias. ¿Ya sabes bajo cuál de los dos prismas actuarás? Y no, no hay un término medio, la indiferencia aquí no tiene lugar. O estás de cara o de espaldas.
Ahora bien, el Yellow Day también es una oportunidad, ¡no lo enterramos! Es una oportunidad para las personas que necesiten saber que hoy es un día para esforzarse, para lograr un estado tanto personal como subjetivo. A veces, leer una frase nos hace poner el freno de mano a nuestra frenética vida y plantearnos, ni que sea por unos instantes, que podemos actuar diferente en nuestro día a día. Y es que, a veces, nos tienen que recordar, tristemente y con el calendario, que hoy es una nueva oportunidad para vivir la vida que queramos.
Así pues, ya está todo dicho: ¡viva el Yellow Day!... Y mañana será el día que tú (y solo tú) quieres que sea.