El 20 de octubre de 1972 se estrenó en nuestro país El Padrino, obra cinematográfica dirigida por Francis Ford Coppola, basada en una novela de MarioPuzo. Las más de nueve horas de la trilogía dan pie a muchas reflexiones sobre el mundo de la empresa familiar; quizás la más habitual, además de la conocida "le haré una propuesta que no podrá rechazar" de Tom a un productor de Hollywood, es la frase "que viva bien, pero en el negocio que no entre", que dijo Don Vito Corleone a su consejero Tom Hagen cuando este le pidió, el día de la boda, que hacer con su yerno. Otras posibles frases a recordar son "esto es un negocio, no una venganza" (Tom a Sonny); "entre hermanos sobran las disculpas" (Michael a Fredo); "así es mi familia, yo no soy así" (Michael a Kay) o "intenta pensar como piensan los que te rodean" (Don Vito a Michael); "la única riqueza de este mi son los hijos" (Michael); "nunca trabajaré para ti, tengo malos recuerdos (Anthony a Michael); "no te pongas del lado de alguien que vaya contra la familia" (Michael a Fredo); o "necesito el poder para preservar a la familia" (Vicent a Michael).
En diferentes artículos en VIA Empresa he tratado sobre varios personajes de lo historia de un inmigrante italiano que se introduce en el crimen organizado, de la que tradicionalmente se pone el foco en la violencia. Podríamos decir que es una auténtica tragedia griega, en la que el benjamín (Michael) no puede escapar a su destino.
Lo que enseña 'El Padrino' sobre la empresa: la misión, visión y valores de la familia empresaria; el papel de los consejeros; la reorientación estratégica del negocio, ...
La trilogía nos permite reflexionar sobre el proceso de relevo en el negocio familiar. En primer lugar, nos recuerda que existen los imprevistos, puesto que el continuador previsto (Sonny) no puede tomar el relevo. Podemos ver dos procesos de relevo bastante diferentes. El del fundador, Don Vito, a su hijo Michael; y el de este en su sobrino Vincent (hijo ilegítimo de Sonny). Los diferentes estilos de liderazgo de Don Vito, Sonny y Michael; qué hacer con los familiares incapaces (Fredo); las relaciones paterno-filiales y las fraternales; el precursor como referente; la sobremesa familiar; el papel de las mujeres, especialmente como gestoras emocionales de la familia, su influencia sobre los descendentes y la repercusión de las relaciones de pareja en el negocio familiar; las diferencias culturales entre sanguíneos; la misión, visión y valores de la familia empresaria; el papel de los consejeros (Tom); la reorientación estratégica del negocio ante los cambios del entorno; la separación de empresa y familia y la prioridad de una sobre la otra; las normas familiares; la comunicación no verbal; la libertad de elección; la importancia del reconocimiento; la libertad de los descendentes; la formación de los continuadores; el papel de los no familiares en la empresa; y la mediación; son muchos los temas que aparecen relacionados con el mundo de la empresa familiar.
Hay múltiples escenas que son memorables: la del caballo en la cama quizás es la más conocida; pero enfocando en el mundo de la empresa familiar cabe destacar la primera conversación entre Michael y Kay, o la que mantienen cuando él vuelve de su exilio en Italia; la cena familiar cuando estalla la Segunda Guerra Mundial; la discusión entre Sonny y Tom en la escalera cuando el padre se encuentra en el hospital; la conversación entre Don Vito y su hijo en el jardín; la conversación entre Michael y Fredo en invierno y el reencuentro de los dos en el funeral de la madre, entre otras.
En definitiva, el 50 cumpleaños es una buena excusa para volver a ver, o hacerlo por primera vez, una de las películas más emblemáticas del mundo del cine en general y de la empresa familiar en concreto.