No descubriremos las Américas si decimos que las playas del País Valencià se llenan de turistas durante el verano, amparadas bajo las marcas Costa Blanca, Costa de Valencia y Costa de Azahar. El icono es Benidorm, el municipio de la Marina Baixa que creció en pleno desarrollo del franquismo gracias a las divisas del turismo; lo fue tanto, que es conocido que el alcalde cogió la Vespa una mañana de 1953 para ir a Madrid a protestar ante el mismo Francisco Franco para pedirle la legalización del biquini. Consiguió, incluso, que se multara a los hombres españoles que hacían comentarios despectivos a las mujeres que lo lucían.
El sol y playa continúa siendo el principal motivo de visita para el 45,4% de los turistas extranjeros, y el 37,4% para los españoles
Esta anécdota explica muy bien como de importante para el PIB valenciano es y ha sido el turismo de masas desde su explosión. Pero ya no estamos en los años 50 o 60, cuando una familia de madrileños viajaba en un Seat 600, al completo, como en una lata de sardinas, para ver por primera vez el mar; o cuando los turistas norteños de Europa buscaban un clima benevolent en precios muy bajos. Hoy la entrada del euro y la apertura de nuevos mercados hacen que estos dos ingredientes, por si solos, no sean suficientes para atraer a los turistas.
Los turistas extranjeros llegan de Reino Unido, Francia y Alemania
Algunos datos globales. En 2018 el País Valencià registró datos positivos en turismo: la demanda extranjera en toda clase de alojamiento creció un 3,2% y un 4,9% en gasto total, mientras que la demanda estatal se incrementó un 4,9% en número de viajes y un 7,4% en gasto, según datos de la Agencia Valenciana de Turismo.
En cuanto al origen de los turistas extranjeros, el principal cliente continúa siendo, de lejos, el mercado británico, con más de 2,9 millones de turistas (+0,7% respecto al año anterior); le sigue Francia con 1,5 millones, a pesar de que cayó un 0,3%; Alemania, 559.000 turistas (crece un 7,1%); Países Nórdicos, 770.000 turistas (-0,8); Países Bajos, 647.000 turistas (9,5% más); Italia, con 543.000 turistas (gran incremento del 22,6%); y Bélgica, con 537.000 turistas (un 16% más). Dentro del estado español, los principales turistas son valencianos que viajan por su territorio (7,8 millones) y después vendrían los madrileños (3,2 millones) y los catalanes (918.000).
Si nos adentramos en las cifras y miramos por trimestres, encontramos las lecturas más interesantes y, a priori, llamativas: en todas subió el número de turistas y su gasto excepto en el tercer trimestre (julio, agosto y septiembre), es decir, en verano. El crecimiento más significativo se experimentó, como vemos en el gráfico, a principios de año, entre enero y marzo (el mes de las Fallas en València), a finales, entre octubre y diciembre. Esto quiere decir que se ha acabado el turismo de sol y playa en el País Valencià?
CreaTurisme, la estrategia valenciana para la "creación de nuevas experiencias"
El informe de la Agencia Valenciana de Turismo Evolución de la actividad turística 2018 refleja que el sol y playa continúa siendo el principal motivo de visita para el 45,4% de los turistas extranjeros, y el 37,4% para los españoles. Por lo tanto, continúa ocupando un espacio relevante, pero también es cierto que el territorio valenciano ha sabido empezar a diversificar su oferta para atraer otros tipos de público y de motivaciones por desestacionalitzar la demanda (por ejemplo, los viajes de negocios aumentaron un 8,7% el año pasado).
Miramos los números más allá de las capitales y de la costa. Buenos datos en las zonas de interior de todo el territorio en 2018. En las comarcas alicantinas alejadas del mar creció el turismo más tímidamente, un 0,7% en viajeros y un 5,7% en pernoctacions. En el interior de Castelló, aumentó un 3,2% los turistas y un 4,3% las noches. Y en la provincia de València, muy influenciada por el área metropolitana de la capital, los turistas se incrementaron un 17,9% y un 14,2% las pernoctacions.
El turismo en las comarcas interiores del País Valencià crece: la diversificación de la actividad turística avanza
Estas cifras se han conseguido, en parte, gracias al trabajo conjunto entre la administración valenciana y el tejido empresarial del sector turístico con la creación de la marca CreaTurisme. Se trata de una estrategia "para impulsar la diferenciación turística del País Valencià mediante la creación de productos experiencials". Estos se complementan a la oferta tradicional de solo y playa para desarrollar actividades turísticas durante todo el año. No tendría que ser muy complicado en un territorio que, además de seguir la línea de costa, también es muy montañoso (se dice que Alicante es la segunda provincia más montañosa de la Estado).
CreaTurisme se articula alrededor de tres líneas de trabajo y diferentes empresas colaboran en su diseño, desarrollo y marketing: Mediterráneo activo, con productos de turismo de aventura, náutico, submarinismo, BTT, senderismo, turismo ecuestre y cicloturisme; Mediterráneo natural, sobre agroturisme, birdwatching, parques naturales, ecoturismo, oleoturismo y enoturismo; y Mediterráneo cultural, con itinerarios, rutas y redes culturales relacionadas con la Ruta de la Seda, la Ruta del Grial, el Territorio Borgia, los Caminos de Dinosaurios, la Ruta Modernista y la Red de Centros de Arte Contemporáneo.
Entre los beneficios para las empresas que ofrece la Agencia Valenciana de Turismo constan su presencia y visibilidad en ferias, la mejora del posicionamiento en linea de sus productos, acceder a planes formativos especializados y ofrecer sus paquetes al web ExperienciasCV, que incluye una plataforma de reservas que las empresas pueden consultar a tiempo real.
No, no se apaga el sol en el País Valencià ni desaparecen las playas, sino que también sacan pecho, con orgullo, los parques naturales, la oferta cultural, deportiva, empresarial y gastronómica.