Vuelve Lehman Brothers

La semana valenciana lleva el malestar de la agricultura valenciana al primer plano en una sociedad postcrisi global que vuelve a sacudirse

Manifestación a Alemana contra el despropósito de los bancos, allá por el 2009 | iStock
Manifestación a Alemana contra el despropósito de los bancos, allá por el 2009 | iStock
València
09 de Febrero de 2020

La presentación de resultados de CaixaBank de la semana pasada traía regalo para los periodistas, pero lo he descubierto tarde. En la mochila corporativa que nos regalaron –hagamos acto de transparencia, en época de gobiernos "abiertos"- he descubierto unas trufas de chocolate. Y no es baladí porque los bombones son valencianos, como lo es también la sede social de la entidad. Se trata de Trufas Martínez, una empresa valenciana fundada en 1931 en la calle Ruzafa de València, una chocolateria que también se ha reinventado y te envía cajitas muy bonitas a través de la venta online. Con el sello de Artesanía Valenciana en la etiqueta, el regalo es redondo: kilómetro 0, de la terreta...

....y no es que esta periodista quiera glosar las virtudes del banco porque sí, es que me parece un acierto (del marketing) este tipo de detalles. Somos muchos, y cada vez más, los consumidores que buscamos el texto de las etiquetas de los productos que consumimos para saber de donde venden, la trazabilidad que se llama ahora. En tiempo de revueltas y manifestaciones del campo como las que hemos visto estos días, y en las cuales los agricultors valencianos se sumarán el próximo viernes 14 de febrero, saber qué comemos y que compramos es importante.

En VIA Empresa hace tiempo que lo explicamos en una sección propia, que firma la gran Aida Corón, donde repasamos el origen de los productos que encontramos en las estanterías. Por eso en días como estos, cuando los telediarios se afanan en explicar cuánto le cuesta al agricultor el kilo de patatas y cómo acabamos nosotros pagando más del 700% del precio en origen, se hace más que evidente la carencia de una cultura económica en nuestra sociedad. Los niños y las niñas tienen que aprender donde se cultivan los tomates que comen, los adolescentes tienen que aprender que éstos no viajan al bote de ketchup de casualidad y los adultos tendríamos que poder explicarles a los dos que el precio es un intangible que define el mercado. Sin tapujos y con sencillez, no en vano cada día pagamos con dinero en las tiendas, haciendo tangible la economía.1 más 1 es 2, pero no siempre, y esto lo tendríamos que saber.

La divulgación de la economía es un hecho en que también están poniéndose al día los empresarios. Este martes, la Cátedra de Empresa Familiar de la UV y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) ha celebrado un desayuno con dos de los que están de acuerdo en explicarle a la ciudadanía las bondades de pagar impuestos, contratar trabajadores y devolver a la sociedad lo que ésta los da.

Assistència al desdejuni de la Càtedra d'Empresa Familiar | AVE
Asistencia al desayuno de la Cátedra de Empresa Familiar | AVE

 

Decía Vicente Ruiz, presidente de RNB, que "el beneficio social más grande que podemos dar en una empresa es trabajo". Y en tiempo en que todos asentimos cuando leemos las verdades como puños que afirman mentes brillantes como la de Genís Roca -"se ha roto el contrato social: el puesto de trabajo ya no es garantía de poder vivir en sociedad", que afirmaba esta semana a la Opinión de este medio-, el trabajo se vuelve de nuevo valiosa. Porque, y parafraseo a Roca, "el sueldo que te dan por trabajar ya no es suficiente para pagar la vivienda, la energía, la comida y el ocio", pero el sueldo te hace falta para pagar la vivienda, la energía, la comida y el ocio. Qué paradoja, ¿no?

Un día de esta semana escucho una conversación ajena, de esas que se oyen porque el interlocutor lleva los cascos del iPhone y cree que está pinchando música en una discoteca. "Mi nómina son 380 euros, ¡en algo se han equivocado!", afirma la mujer. ¿Equivocación? ¿Tendría que cobrar menos? ¿Menos? Acaban de aprobar el aumento del salario mínimo en 950 euros. Este salario, entonces, ¿qué es? Me gustaría piensa que es un trabajillo que compagina con otros, pero la mujer viste ropa de empresa de limpieza y va camino de una escuela en horario de salida infantil. Elucubrar es osado pero diría que es una de aquellas mujeres que hacen lo que pueden para sobrevivir económicamente. En ellas, afirma la regidora Pilar Bernabé, se fijará la política laboral del Ayuntamiento de València. "Queremos trabajar los liderazgos femeninos hacer evitar la feminización de sectores tradicionales", confirma a preguntas de VIA Empresa. Así sea.

Su rueda de prensa es para hablar de paro, de ocupación, de cifras.

Roda de premsa de Pilar Bernabé a València Activa | Cedida
Rueda de prensa de Pilar Bernabé en València Activa | Cedida

 

Pero en realidad habla de personas. Desde la crisis económica, tenemos una sensibilidad colectiva más alta hacia las gráficas in descendo y un vocabulario económico adquirido a base de escuchar en radios y televisiones, principalmente, que todo se tambaleaba, por eso el mensaje de que estamos en plena desaceleración económica da escalofríos. "Con la crisis de 2008 no teníamos una manera de pensar de forma sistémica la economía global. La crisis se produce porque el sistema no estaba muy diseñado y no porque actores individuales hicieran las cosas mal", dice el filósofo Daniel Innenarity en la magistral crónica de Raquel Andrés sobre su participación en un debate de la Universidad valenciana.

La crisis de 2008 es la de Lehman Brothers, la de aquellos ejecutivos cargando cajas con sus pertenencias en las puertas de Wall Street. Vuelve el nombre de la compañía financiera ya desaparecida en el discurso de Rosendo Ortí, director general de la valenciana Caixa Popular: "Desde Lehman Brothers no hemos dejado de abrir oficinas", apunta el ejecutivo en su conversación con Isabel Giménez, la directora de la fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF) este lunes en otro desayuno al cual asistimos. También cuenta Ortí que cuando "en el 1977 el Banco de España nos dio la ficha bancaria para poder operar, nos dijeron literalmente 'se arrepentirán', pero hemos seguido".

Rosendo Ortí: "Desde Lehman Brothers no hemos dejado de abrir oficinas"

Seguramente se trata de seguir, de no hacer caso a quien hace malos augurios, a quienes elucubran con criterio torcido, pero seguramente tiene que ser cuestión de trabajar con honestidad, intensamente y cada día. Pero si os toca hacer cajas como las de Lehman Brothers, no penséis en el arrepentimiento. De las mudanzas se sale. Palabra.