La palabra del 2025 será Trump. Este es el pronóstico de Marcos Urarte, uno de los mejores futuristas de España, según la prestigiosa revista Forbes. Además, es miembro de varios think tanks internacionales como el Club de Roma, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos o el Instituto Elcano, entre otros. También colabora en el Foro de Davos o el Banco Mundial y tiene su propia consultoría estratégica, Pharos. Ha sido el invitado en el 18º episodio de L'empresa al dia, el pódcast de VIA Empresa. Allí ha dibujado el retrato del año entrante y ha advertido a las empresas catalanas que la geopolítica será más relevante que nunca. Por eso, el presidente electo de los Estados Unidos será quien marque la actualidad del 2025.
Urarte trabaja con las mejores empresas del mundo para ayudarles a tener éxito incluso en épocas de incertidumbre como la actual. "Vivimos un momento único por tanta coincidencia de hechos muy significativos en tan poco tiempo", explica Urarte, que menciona la guerra de Ucrania, la pandemia, el conflicto Israel-Palestina, la ciberseguridad y la IA como grandes revoluciones que han marcado el periodo contemporáneo. Todos estos eventos, sin embargo, tenían un "nubarrón" encima de ellos: Donald Trump. Y el pasado 5 de noviembre se sumó definitivamente.
"Estamos en un momento en el que las empresas deben incorporar una visión mucho más holística del mundo y en sus mapas de riesgos deben comenzar a contemplar amenazas que nunca habían estimado porque sucedían en el otro rincón del mundo", insiste el consultor. Así, ahora tenemos un planeta "absolutamente globalizado" en el que los grandes impactos resuenan en cualquier punto del mundo. También en Catalunya: "Estamos asistiendo a una batalla por la supremacía mundial, fundamentalmente entre los Estados Unidos y China, y todo lo que afecta a esta supremacía mundial al final acaba afectando en todos lados. Las cadenas logísticas, las de aprovisionamiento, las materias primas... todo esto afecta a cualquier empresa", asegura.
El problema de Europa
Entonces, ¿dónde queda Europa en medio de esta batalla por la hegemonía mundial? "Hay una frase que dice que cuando dos elefantes se pelean, quien sufre es la hierba. Pues los dos elefantes que pelean son Estados Unidos y China y la hierba es Europa", lamenta Urarte, que añade que la Unión Europea (UE) va camino de ser "irrelevante", ya que aporta el 5% de la población mundial y el 18% de su PIB, pero, en cambio, acumula el 48% del gasto público del planeta.
Urarte es pesimista con las soluciones del informe Draghi: ve "imposible" que los países del norte y centro de Europa acepten mancomunar su deuda con los del sur
En este sentido, el futurista hace alusión a dos grandes problemáticas bien conocidas en el Viejo Continente: las recesiones de economías clave y la burocracia. "El problema es que Europa es un concepto. Además, las dos grandes locomotoras que nos quedaban, Francia y Alemania, están absolutamente gripadas", analiza. En cuanto a la burocracia, Urarte subraya que la UE es "la Silicon Valley de la regulación", dado que "nadie regula como los europeos", pero con eso "no es suficiente".
"A veces, Europa es tan lenta a la hora de regular que se llega a un estado de parálisis", critica. Y pone un ejemplo: el acuerdo con el Mercosur. Un pacto que ha sufrido años de retraso hasta que finalmente se cerró el pasado diciembre. "Después de firmarse, Francia dice que se opone. También los agricultores españoles, mientras que Países Bajos, Irlanda y Austria no lo ven claro. Siempre hay algo que perjudica a alguien, por eso es tan complicado tomar decisiones", apunta el consultor. Por esta razón, también es pesimista con las soluciones que propone el informe Draghi; Urarte ve "imposible" que los países del norte y centro de Europa acepten mancomunar su deuda con los del sur.
Donald Trump, la última esperanza europea
En un entorno tan complicado para Europa, Urarte cree que Trump puede ser la solución. En este caso, sin embargo, no por cuestiones ideológicas o por su receta económica, sino porque representa "la oportunidad perfecta" para que la UE "se independice definitivamente de Estados Unidos y adopte una autonomía estratégica, industrial y de defensa": "Si Europa ya no se despierta con Trump, no lo hará nunca", afirma.
Urarte: "Trump huye de los conflictos militares, pero le encantan las guerras comerciales"
De hecho, el consultor cree que la victoria de Trump en las elecciones norteamericanas traerá "estabilidad" al mundo y que reavivará tensiones arancelarias. "Es un hombre de negocios y un outsider de la política que no se debe a su partido. Huye de los conflictos militares, pero le encantan las guerras comerciales", indica. En líneas generales, Urarte considera que el nuevo presidente estadounidense tendrá un gran impacto en la economía mundial, pero no será "nada beneficioso" para las empresas europeas. Así, las compañías catalanas tendrán que aprender a negociar con el tablero de juego que imponga Trump, pero sin olvidarse de China. ¿La buena noticia? Que Catalunya "ya tiene el ojo puesto" en el país asiático, "tanto públicamente como privadamente".
La prospectiva estratégica, el remedio para las empresas catalanas
A pesar de todo este panorama complejo, Urarte recuerda que hay empresas catalanas con un éxito "tremendo". De cara al futuro, recomienda dos cosas: la primera, incorporar dos figuras al equipo directivo de cada compañía: un analista geopolítico y un experto en inteligencia artificial; y la segunda, instaurar la prospectiva estratégica. Este es el concepto estrella del consultor, y consiste en "ir al futuro para entenderlo, poder influir en él y prepararnos para cuando llegue". Lo compara con la película Regreso al futuro, ya que invita a "no interpretar el mundo de una manera lineal, sino como una especie de función aritmética".
A través de la prospectiva estratégica, las compañías pueden prever cómo actuar en caso de que una catástrofe sacuda la normalidad
A partir de esta premisa, las empresas pueden prepararse para desgracias como una pandemia o una DANA, las cuales son "predecibles", según Urarte. Con la covid-19 hay un buen ejemplo: "en el documento de Estrategia Nacional de España de 2017 y de otros países, se identificaron las pandemias como una eventualidad de alta probabilidad y riesgo", informa. Así, a través de la prospectiva estratégica, las compañías pueden prever cómo actuar en caso de que una catástrofe sacuda la normalidad. Un plan de acción que cada vez se vuelve más fundamental para las empresas si quieren sobrevivir en estos tiempos de incertidumbre.