No es ninguna novedad. Que Catalunya aporta más recursos al Estado de los que recibe es la historia de siempre, menos del año 2009, que fue el primer año de aplicación del modelo vigente y la única vez que el territorio catalán quedaba por encima de la media española. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda reflejan la desigualdad por comunidades, siendo Madrid la que sale más perjudicada y seguida de Catalunya, que es la tercera que más recursos aporta, la 10a en recibir y la 14a si se tiene en cuenta el impacto del diferencial de precios. Con este, ya van nueve años consecutivos en que la comunidad catalana se sitúa por debajo de la media territorial en ingresos por habitante recibidos a través del modelo de financiación.
El Departament d'Economia pone de relieve que, en porcentajes, Catalunya paga un 19,5% más que la media española, mientras que recibe un 1,2% menos. Y no sólo esto. La situación todavía empeora más si se tienen en cuenta el diferencial de precios y el nivel de vida de cada territorio. Hay que decir que el informe de Economia sólo tiene en cuenta los datos de las comunidades de régimen común y, por lo tanto, excluye al País Vasco y a Navarra, que son territorios forales.
Traducidos a cifras, estos porcentajes representan una aportación con la recaudación de impuestos como el IVA, el de sociedades y los especiales, de 2.967 euros por habitante, pero, en cambio, los catalanes reciben 2.664 euros. Si además se añade el diferencial de precios, Catalunya todavía baja más en el ranking y cae hasta la 14a plaza recibiendo 2.393 euros, sólo por delante de Madrid, que recibe 2.240 euros.
¿Expolio fiscal crónico?
"Es un modelo de financiación caduca y arbitraria". Así se lamentaba en un tuit el vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Pere Aragonès, donde defendía que este "expolio fiscal crónico sólo tiene una solución: la independencia". Y es que, según señalan desde el Departament, "los datos de la liquidación de 2018 vuelven a poner de manifiesto que los mecanismos de redistribución que utiliza el sistema de financiación española fomentan un reparto arbitrario de los recursos entre territorios".
Las cifras no son nada esperanzadoras. "Mientras Catalunya pierde cada año entre siete y ocho posiciones, otros territorios con una capacidad tributaria muy inferior a la media reciben sistemáticamente más recursos por habitante", lamentan. De hecho, menos Madrid, Baleares y Catalunya, el resto de comunidades aportan menos de lo que reciben y destacan especialmente Extremadura y Canarias: mientras que contribuyen con 1.770 euros por habitante y 1.014 euros respectivamente, reciben 3.089 euros y 2.599 euros y, si añadimos el diferencial de precios, el dinero se eleva hasta los 3.749 y 3.048 euros, mucho más del doble de lo que aportan.
De este modo, si sumamos el diferencial de precios, la financiación recibida en Catalunya es un 11,3% inferior al de la media española, motivo por el cual el Departament liderado por Aragonès recuerda que "el actual sistema de financiación se tenía que haber actualizado en 2014 y 2019, "de acuerdo con la revisión quinquenal prevista en la normativa".
La cosa es que, a pesar de que Madrid es la comunidad que más aporta y la que menos recibe, ha vuelto a superar en PIB a Catalunya. Por segunda vez consecutiva, la capital del Estado vuelve a superar a Catalunya como primera economía de España en 2019 después de que ya lo hiciera en 2018, con un PIB de 239.878,164 millones de euros, mientras que la economía catalana generó un Producto Interior Bruto de 236.739,456 millones de euros.
De hecho, días antes de que saliera la noticia, el presidente de la Cambra de Barcelona, Joan Canadell, ya subrayaba que "Madrid ha recibido un diferencial positivo, que le ha supuesto un impacto sobre el PIB del 1,28%, mientras que en Catalunya es del 0,26%", y lamentaba que la desinversión del Estado en Catalunya sumado al efecto sede del sector público, explicaría el sorpaso económico de la capital del Estado a la capital catalana.
Sea como sea, y como decía el director del Gabinete de Estudios Económicos de la Cambra, Joan Ramon Rovira, "el diferencial de inversión pública entre Madrid y Catalunya es una cuestión estructural derivada de la concentración sistemática de recursos públicos diferentes de las infraestructuras en la capital del Estado", a pesar de los recursos que aportan y reciben una y otra.