La covid-19 ha generado nuevos trabajos, ha potenciado los de siempre y ha modificado la manera de trabajar de muchos profesionales. La vuelta al cole y el final de las vacaciones para muchos ha obligado a las empresas a adaptarse a toda velocidad a la nueva normalidad, pero el riesgo de contagio vuelve a ir a la alza y hace más visible que nunca la desprotección que muchas profesiones han sufrido durante años. Desprotección a la cual ahora se suma el peligro de coger el coronavirus, pero que antes de la pandemia ya estaban expuestas a otras cuestiones vinculadas a la salud, como los problemas musculares, el riesgo de lesión y otras infecciones más allá del nuevo virus, y posibles daños sensoriales y solares. Los médicos de cabecera y los enfermeros de cuidados intensivos se erigen como las profesiones más expuestas a enfermedades e infecciones según un estudio llevado a cabo por la agencia Kaizen y Lenstore.
Pero si sumamos el factor de proximidad física los dentistas superan el resto de profesiones, tanto por la posibilidad de contagiarse como por la proximidad física que tienen con el paciente. De este modo, las profesiones más expuestas a la covid-19 son todas las vinculadas al cuidado de la salud de las personas, empezando por los profesionales dentales, seguidos de los enfermeros de cuidados intensivos y de los médicos de cabecera. Mientras tanto, en el top 3 de los trabajos con menos riesgo de contagio se encuentran los contables, los managers informáticos y los programadores, personas que tienen poco contacto con sus clientes y que, en gran parte, pueden teletrabajar.
Por riesgo de infección y de exposición a enfermedades, los sanitarios son los que más se arriesgan a la hora de trabajar, pero, si lo miramos por proximidad y contacto físico hay muchísimas otras profesiones que se la juegan cada día. De este modo, además de los trabajos vinculados a la salud, hay otras muchos que contactan día a día con la posibilidad de contagiarse de covid-19. Algunos de estas son los barberos, los barmans, los oficiales de polícia, los farmacéuticos, los bailarines o los entrenadores personales.
En la otra cara de la moneda, los contables, los managers informáticos y los programadores son las tres profesiones que menos riesgo tienen a estar expuestos al coronavirus, pero, además, son trabajos que ya de por sí tienen una baja exposición a contraer enfermedades infecciosas y a tener menos lesiones y peligros en el lugar de trabajo, sobre todo porque pasan la mayor parte del día sentados en su mesa y, además, ahora pueden teletrabajar para evitar contactos con personas infectadas. A estos se suman los programadores, abogados, maestros de escuela y vendedores minoristas que, según Kaizen y Lenstore, son las profesiones más favorables para la salud en general (y más allá de la covid-19). ¿Las que tienen más riesgos en todos los ámbitos? Los paramédicos junto con los dentistas y los auxiliares de vuelo.
Sea como sea, y como dice el jefe de servicios de Lenstore, Roshni Patel, "mientras los trabajos tendrían que corresponder a nuestras pasiones y sueños, es muy importante reconocer lo que son los riesgos que corremos cuando practicamos nuestras profesiones y que nos adaptemos a las condiciones laborales para minimizar los problemas". Porque trabajar de lo que nos hace felices es vital, pero también lo es nuestra salud.