Si hubiera que sacarle un lado positivo a la pandemia de la covid-19, uno sería que los retailers del sector moda tienen una oportunidad de oro para recuperarse de la crisis, de manera que su negocio se fortalezca a la vez que mitigue el impacto en la sociedad, volviendo a centrarse en el propósito, la inclusión, la sostenibilidad y reforzar así, su resiliencia.
En la actualidad, no se espera menos de las marcas: desde los inversores, que vieron cómo las empresas con valores sólidos obtenían mejores resultados durante la crisis, hasta los consumidores, que están cansados de comportamientos corporativos cuestionables. Con ello, se espera que el periodo pospandemia sea el del retail responsable, en el que se normalice la gestión alrededor del pensamiento medioambiental, social y de gobernanza (conocido por sus siglas en inglés, ESG) como un punto clave de diferenciación competitiva.
Nada de esto es nuevo. Antes de la pandemia, los retailers ya se enfrentaban a la crisis climática, la desigualdad, la exclusión, y la explotación en la cadena de suministro. Además, los datos ya señalaban argumentos a favor de la gestión ESG, ya que las empresas con un alto rendimiento en este ámbito mostraban márgenes operativos más sólidos y un mayor rendimiento para los accionistas. Hoy nos encontramos en un punto de inflexión. Los principales retailers de moda se han comprometido públicamente a adquirir el 100% de los materiales de forma sostenible para 2025 y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta en un 45% para 2030. También han prometido evitar los productos químicos peligrosos en un plazo de cinco años o adquirir energía 100% renovable en una década.
La mayoría de 'retailers' son expertos en gestionar el cambio gracias a años de respuesta a las cambiantes necesidades de los consumidores
Sin lugar a dudas, es un momento único para impulsar con fuerza los acuerdos del G7 Fashion Pack sobre clima, biodiversidad y los océanos (al que se adhieren 32 de las principales empresas del sector moda) que incluyen e intentan reforzar, además, los compromisos de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Pero, ¿se pueden lograr estos objetivos? Por supuesto que sí, ya que la mayoría de los retailers son expertos en gestionar el cambio gracias a años de respuesta a las cambiantes necesidades de los consumidores. Además, las herramientas y tecnologías digitales, incluido el análisis de los datos y la inteligencia artificial, también serán fundamentales para el éxito. Aun así, para alcanzar estas ambiciones, tendrán que actuar de forma simultánea en muchos frentes transformando toda la cadena de valor del sector con los principios del ESG en el core de la gestión.
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