Recuerdo perfectamente el caso de Rània porque mi padre salió con una trabajadora de la empresa que era comercial. Recuerdo también que toda Barcelona tenía todas las persianas de granjas y lecherías, muchísimas, los bares... con la palabra Rània en azul sobre un fondo blanco, fue una campaña comercial enorme.
A la vez, también me llevaron de colonias con los hijos de los trabajadores. Por un precio ridículo, íbamos a unas casas de colonias espectaculares, ¡donde todo estaba permitido! De hecho, yo se lo expliqué a mi padre, que con 14 años, los chicos y las chicas dormían juntos. De hecho, yo estaba asustada con todo lo que pasaba y no quería ir.
No duró mucho, pero por lo que sé había una casa donde se hacían cursos, que se llamaba La Polvera y donde ascendías deprisa si te acostabas con los superiores. Un asunto muy extraño... que estalló rápidamente. Mi padre después me preguntaba qué pasaba en las colonias porque salió todo a la luz. Una secta es poco... ¡fue un gran escándalo!
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