• Starlab, una fábrica de espín offs'

Starlab, una fábrica de espín offs'

El centro tecnológico lanza UrbanAI, una herramienta que combina datos de satélite a gusto del cliente

Un satèl·lit en òrbita alrededor de la Tierra
Un satèl·lit en òrbita alrededor de la Tierra
Barcelona
04 de Enero de 2018

Starlab es un centro tecnológico privado con casi 20 años de recorrido en campos como el espacial y la neurociència. En su trayectoria ha dado a luz varios proyectos y espín offs que ahora ya andan sólo, como las empresas Neuroelectrics, Neurokai o Star2earth. Ahora presenta UrbanAI, una plataforma de acceso a datos espaciales recogidas por los satélites que ayuda a cruzarlas con datos otras fuentes para extraer información útil para diferentes mercados.

Starlab trabaja por centros tecnológicos o instituciones internacionales como por ejemplo la Agencia espacial Europea, la Comisión Europea, Banco Mundial o sectores industriales que alcanzan desde los servicios a empresas médicas, seguros, inmobiliario, construcción o agencias del agua, explica Laura Moreno, gerente de desarrollo de negocios de la empresa.

Una coctelera de datos espaciales

Después de una dilatada experiencia al servicio de varias administraciones públicas, Starlab ha presentado, al estand de Barcelona Activa del Smart City Expo, UrbanAI para encontrar más clientes en el sector privado.

A guisa de ejemplo, Moreno explica que en el Reino Unido trabajan con un portal inmobiliario similar a Idealista. Los anuncios de pisos que muestra este web ofrecen también información de satélite sobre la calidad del aire, las zonas verdes del cercando de la vivienda del anuncio. Con esta colaboración quieren ver si incrementan las transacciones con esta información adicional.

Starlab trabaja con ciudades como Barcelona, Montreal o Singapur con proyectos urbanos y medioambientales

Pero las posibilidades son muchas y la experiencia con varias instituciones públicas los avala: "Por el Ayuntamiento de Barcelona trabajamos con el arbolado urbano, por Montreal controlamos plagas a los árboles de la ciudad, en Singapur analizamos la calidad del aire y la relacionamos con los fuegos de Indonesia, trabajamos por agencias de agua para ver si hay relación entre la calidad de los embalses y la humedad y contaminaciones del terreno de las zonas de los alrededores, etc.", explica Moreno. En definitiva, el que hace Starlab es detectar parámetros biofísicos que son indicadores de muchos factores y se adapta a cada cliente. "Damos acceso a una información que extraemos de unos datos que normalmente son difíciles de encontrar, extraer, cruzar y de interpretar", afirma.

Así mismo y bajo demanda, Starlab también realiza modelos predictivos con estas cifras. La intención, pues, es encontrar tendencias y avanzarse a que puede llegar a pasar.

Los datos las recogen de los satélites que las agencias espaciales -NASA, Japón, Europea- ponen en órbita o de naves de empresas privadas: "Hace años un satélite podía ver una zona de la Tierra cada 10 o 15 días, actualmente pueden ver cada zona del mundo varios golpes", apunta. El otro 50% de la información proviene de los datos del mismo cliente, normalmente.

Starlab ya da trabajo a 25 personas y factura 1,4 millones de euros el año

Esta ingente cantidad de datos "está mayoritariamente sin explotar", y por eso Starlab se ha posicionado en el punto que "podemos situarlas, como usarlas y sabemos qué información sepuede extraer. El que intenta la compañía ahora es entender, pues, las problemáticas de diferentes mercados para ofrecer soluciones y productos y, así, hacer negocio.

Una fábrica de espín offs

Starlab, con las oficinas a la Avenida Tibidabo, es una empresa de largo recorrido y ya da trabajo a 25 personas y factura 1,4 millones de euros el año. Nació como un centro de investigación privado en Bélgica a mediados de la década de los 90. El 2000 abrieron una filial en Barcelona, pero los inversores belgas se retiraron. "En aquel momento, la empresa colapsó", recuerda la mànager.

Entonces los dos socios impulsores de la delegación catalana compraron el proyecto. "Al principio funcionaba como un centro tecnológico privado, después hemos sido una consultoría y ahora conservamos una parte de investigación, pero cuando tenemos un producto consolidado creamos una espín off", explica Moreno. Así, por ejemplo, Starlab creó Neuroelectrics, una empresa derivada que "hoy en día ya tiene tres golpes más trabajadores que Starlab y tiene sede en Boston".