Del 12 al 15 de septiembre se harán pruebas en la AP-7 en las comarcas gerundenses con un vehículo conectado a través de una red 5G que le enviará datos para probar varios escenarios, entre ellos un tramo en obras o un atasco. Se trata del proyecto europeo Inframix, con más de 4,5 millones de euros de inversión, donde participan once empresas e instituciones del sector automovilístico. Uno de los objetivos del proyecto es crear un modelo de autopista que permita un "tráfico ininterrumpido, previsible, seguro y eficiente a través de una infraestructura vial híbrida" donde los vehículos convencionales puedan circular con los automatizados en un futuro, según ha detallado Autopistas, compañía del grupo Abertis y uno de los socios del proyecto. Según avanza la Cadena Ser, el lugar donde se harán las pruebas es el tramo gratuito de la AP-7 en Girona, entre las salidas de Vilademuls y Girona Sur.
Durante los cuatro días de pruebas se harán simulaciones con un vehículo conectado a una red 5G con conductor a su interior que enviará datos al coche sobre tres escenarios diferentes: asignación dinámica de carril, obras a la autopista y atasco de tránsito. Así, por ejemplo, en el primer caso se evaluará la apertura de un carril dedicado sólo a vehículos autónomos con señalización a la carretera como por ejemplo pintura en el suelo (es la imagen de un vehículo azul y unas olas), paneles digitales, la pantalla del vehículo o una tablet. La idea es monitoritzar el coche y ver cómo reacciona a las indicaciones que se le dan al hacerle cambiar de carril ante un posible tramo de obras, accidente o atasco.
Para poderlo llevar a la práctica, se han tenido que instalar tecnologías de detección como por ejemplo sensores y comunicación 5G en el lugar de las pruebas. Autopistas también ha liderado la creación de nueva señalización y otros elementos físicos con el objetivo de probar y avanzar en la coexistencia de vehículos convencionales con otros de automatizados. También se ha trabajado en nuevos protocolos de seguridad.