Una Barcelona metropolitana de cinco millones de habitantes. Este es el clamor de los principales agentes económicos que se han reunido este jueves en la sede del Cercle d'Economia, en una sesión llamada L'hora de la Barcelona metropolitana, organizada conjuntamente por esta entidad, Barcelona Global y Foment del Treball. La jornada ha reivindicado una "realidad metropolitana" que ya existe y ha lamentado la "fragmentación administrativa" que representan las "nuevas murallas" de la ciudad, en una analogía con las barreras de piedra de la Barcino romana.
La comparación con las antiguas murallas que rodeaban el núcleo antiguo de la ciudad la ha lanzado el presidente del Cercle, Jaume Guardiola, durante su discurso de apertura, pero ha estado presente durante las posteriores mesas redondas del acto. Guardiola ha hecho referencia al movimiento Abajo las murallas que inició en el siglo XIX el médico y humanista Pere Felip Monlau, y que culminó con el derribo del año 1854. Entonces, aquella frontera frenaba el desarrollo económico de la capital catalana.
"El contexto de hoy es diferente, pero hay murallas invisibles que son igualmente limitantes y que no nos permiten explotar todo el potencial que tenemos", ha criticado el dirigente. ¿Y cuáles son estas barreras? La primera, la fragmentación administrativa. Guardiola ha denunciado la existencia de un "laberinto" en la región metropolitana, que incluye 32 consorcios, 18 mancomunidades y 16 asociaciones y redes, entre otras instituciones. "Es un entramado que se ha generado por aluvión de arriba abajo y que se ve constantemente superado por una realidad que no entiende de administraciones", ha concluido.
Guardiola (Cerle d'Economia): "Los municipios grandes deben hacer un ejercicio de generosidad que permita superar los recelos que puedan tener los más pequeños"
Esta, sin embargo, no es la única "muralla". También lo es la falta de visión metropolitana de estas entidades: "Nos olvidamos de que somos parte de un todo, el progreso de la región depende de las colaboraciones", ha recordado Guardiola. Como solución, el presidente del Cercle ha pedido "redistribuir el poder local", una tarea que "no es fácil" y que requiere "ambición". En este sentido, ha indicado la creación de la AMB en 2010 como un buen punto de partida. Por esta razón, ha instado a gobiernos y administraciones locales a hacer un esfuerzo por construir este modelo de futuro. "Los municipios grandes deben hacer un ejercicio de generosidad que permita superar los recelos que puedan tener los más pequeños", ha remarcado.
"La misión de nuestra generación es hacer la Barcelona metropolitana"
La radiografía de Guardiola ha coincidido con la de Albert Dalmau, conseller de presidencia de la Generalitat de Catalunya. Si Guardiola ha hablado del siglo XIX, Dalmau se ha ido hasta la Barcino romana para reflexionar sobre los modelos de ciudad que ha experimentado Barcelona desde entonces. "Cada época ha imaginado la ciudad de una manera diferente: la movilidad y mentalidad están más conectadas de lo que nos imaginamos", ha avanzado. Así pues, la misión de la generación actual es "hacer la Barcelona metropolitana".
Para lograrlo, el conseller ha reclamado "superar las desconfianzas" entre el gobierno catalán y el consistorio barcelonés que considera que han imperado durante la última década. El "nuevo camino" que quiere Dalmau se basa en decisiones como la del Banc Sabadell, la cual ha celebrado. El retorno de la entidad bancaria vallesana no ha sido la única analogía que ha utilizado: también se ha puesto como ejemplo a sí mismo. "Mi trayectoria vital ha estado ligada a Barcelona Global y a su alcalde, y ahora he cambiado de bando en la plaza Sant Jaume", ha comentado. Este viaje que ha hecho quiere que sea un paradigma de la premisa del gobierno de Salvador Illa: "más ambición, más colaboración y más rapidez".
Finalmente, el conseller ha defendido que el concepto de la Barcelona metropolitana es "un trayecto iniciado hace años". Así lo demuestran algunos de los proyectos que ya se han iniciado, como la ronda norte entre Terrassa y Sabadell, la ampliación del Puerto de Barcelona y del recinto Gran Via de Fira de Barcelona, las obras de la L9 y la L10 que se han reiniciado o el proyecto del Catalunya Media City en las Tres Chimeneas del Besòs, entre otros. Todo ello constituye un "nuevo tiempo" en Catalunya y Barcelona.