Barcelona ya tiene un Plan de Movilidad Urbana de cara a los próximos cinco años. El ayuntamiento de la capital catalana quiere reducir el uso del vehículo privado del 19,9% actual al 15% y pasar del 34,2% de la movilidad en transporte público al 37,1%. También pasar del 3,8% al 5,7% de los desplazamientos en bicicleta y vehículos de movilidad personal (VMP). Con todo, el objetivo final es que en 2030 se alcance el 85% de la movilidad en modos sostenibles, aunque actualmente ya es de más del 80%.
La idea del consistorio es llevar el plan a aprobación inicial durante el primer trimestre de este 2025. La propuesta plantea 32 medidas concretas entre las cuales hay, por ejemplo, pacificar 20 kilómetros de la red de movilidad cotidiana, reducir 40.000 motos que aparcan en la acera y revisar la red de autobuses para captar más usuarios.
En lo que respecta al taxi, el gobierno municipal propone estudiar los mecanismos para minimizar los kilómetros que circulan en vacío, incrementar las plazas de Distribución Urbana de Mercancías (DUM) y lograr un cumplimiento real de los límites de velocidad. Fuentes municipales han indicado que no se quieren modificar los límites, sino poner en marcha medidas que controlen su cumplimiento.
De momento, se ha descartado un peaje urbano en la capital catalana, tal como han hecho otras grandes ciudades europeas como Londres o Milán.
El plan no establece medidas concretas en lo que respecta a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) pero sí se dice de manera genérica que se deben estudiar y evaluar modificaciones y evoluciones de la actual ZBE, así como implantar medidas de monitoreo y control de los vehículos contaminantes. Sobre esto en concreto, el gobierno municipal lo que quiere es ir contra los vehículos que más contaminan actualmente. Ahora bien, de momento se han descartado medidas como la necesidad de implantar un peaje urbano en Barcelona, como han hecho ciudades como Londres o Milán.