La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha dado el pistoletazo de salida a la regulación de alquileres de temporadas y de habitaciones. Lo ha hecho con la modificación de dos artículos del Plan General Metropolitano (PGM) relacionados con la regulación urbanística del uso de vivienda, la cual sirve como paso previo a la regulación de facto. La modificación, que busca priorizar el uso habitual, establece que se podrá prohibir, limitar o restringir los usos diferentes de la vivienda habitual a través de planeamientos urbanísticos y las ordenanzas municipales.
De este modo, con esta modificación, el consistorio busca definir y distinguir los diversos usos de las viviendas en la ciudad y, con un planteamiento urbanístico posterior, limitar los usos temporales. De este modo, todos los alquileres de temporada tendrán que acreditar documentalmente que responden a motivos laborales, médicos, de estudios o similares. Además, el consistorio también se reserva el derecho de aplicar restricciones específicas por distritos, barrios o edificios con la intención de "proteger" su carácter residencial.
Con la aprobación de la modificación del PGM, el Ayuntamiento de Barcelona busca tener el instrumento urbanístico que permita limitar los usos temporales. Concretamente, han explicado la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, y la presidenta de BComú en el Ayuntamiento, Janet Sanz, esta modificación establece el uso permanente y habitual de la vivienda como prioritario a la ciudad y que el resto son secundarios. Este es el marco legal que dota el consistorio, han argumentado, para desarrollar un plan especial posterior que regule los usos temporales. Ahora bien, ambos partidos todavía no han hablado de cómo tendría que ser el plan especial para regular los alquileres de temporada.
Martes 10, fecha clave
Bonet ha apuntado que la ciudad "no se puede permitir" que se esquive la regulación del precio de los alquileres a través de los alquileres temporales. Por su parte, Sanz ha remarcado que desde BComú pedirán que se prohíba el alquiler de temporada en la ciudad, mientras que no haya una regulación que evite el "fraude".
La luz verde a la comisión de gobierno es inicial y la iniciativa se traslada ahora a la comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda del próximo martes, donde Bonet ha esperado que tenga los apoyos suficientes para salir adelante. El consistorio prevé que la aprobación definitiva en el marco del Ayuntamiento sea el segundo trimestre del 2025. La medida, sin embargo, tiene que recibir después el aval de la Generalitat.