
Una de las experiencias de las personas que visitan la China es hacerse un trajo a medida y este fue precisamente el punto de partida de Blackpier . La empresa creada en marzo del 2012, por tres jóvenes emprendedores de Lleida, se ha convertido en la primera sastreriaon-line de España y ya opera en cinco países europeos.
Todo va empezar hace tres años, con un viaje de placer en la China. JoelJoli, uno de los fundadores y CEO de Blackpier, volvió del país asiático convencido de dejar su lugar laboral y montar una empresa de venta de vestido de hombre por Internet. "Me hice un traje de etiqueta a medida en Shanghai y lo vi claro. Es una práctica que todo visitante del sudeste asiático experimenta", recuerda.
El arranque del proyecto la financiaron con un crédito participativo de ENISA, de 44.000 euros. Desde un principio, tenían muy claro que alguien del equipo tenía que ir a vivir en Shanghai, desde donde Blackpier produce y distribuye las prendas de ropa. Según Joli, "la calidad del producto es buena y mala en todas partes, pero en la China tienes que luchar constantemente porque nohaya un botón fuera de lugar".
Un negocio en linea acertado
No han pasado ni dos años desde el lanzamiento de Blackpier y desde Shanghai ya han salido más de 500 pedidos. "Tenemos un índice de repetición bastante alto, del 50%", comenta el director de operaciones y cofundador, RobertCabrera, que añade que "el perfilde usuario es un hombre de más de 25 años, que se compra uno o dos vestidos al año pero que puede llegar a encargar diez camisas en el segundo pedido".
La customització, la rapidez en lo entrega del producto y el servicio postventa de cambios y retoques del vestido, son los tres factoresdiferenciales de la empresa. Un vestido de hombre de chaqueta y pantaló hecho a medida cuesta unos 200 euros y con menos de quince días laborales garantizan que el producto llega a casa.
Madurez del mercado 'on-line'
El pasado mes de marzo, la compañía de Lleida cerró su primera rondade financiación de 70.000 euros con la aceleradora de empresas Mola, dinero que destinaron a abrir nuevos mercados, mejorar la oficina logística situada en Shanghai, realizar cambios de usabilitat a la web y en la confección de nuevas colecciones de la propia marca.
Este verano, el equipo de cuatro socios de Blackpier ha cobrado el primer sueldo. "Cuando empiezas tienes que pensar en el proyecto y destinar los recursos a vender", argumenta Joli. Hace un mes abrieron mercado en Italia, Francia e Inglaterra y a principios de octubre llegan a Alemania.
A corto plazo abrirán una segundarondade inversión para potenciar los mercados e invertir en un centro de producción propio en Shanghai. El objetivo final es llegar a los Estados Unidos, pioneros del concepto de ropa a medida, e incluso hacer un salto y comercializar la marca a pie de calle.