Quien no ha deseado nunca tener una bolsa con luz en el interior para poder encontrar más fácilmente el que se está buscando? Ahora, una empresa de Terrassa ha encontrado la solución en este problema cotidiano. Se trata de Bobo Barcelona, un negocio nacido en 2009 que fabrica bolsas generalmente hechas con materiales reciclados de buena calidad y de proximidad y que, con la aplicación del concepto de "smart textil", ha introducido nueva tecnología en el sector de la costura para incorporar luz en el interior de algunos de sus productos.
Una técnica innovadora que ha revolucionado el sector y que permite al comprador poder encontrar rápidamente aquellas ojeras, el monedero u otros elementos que se buscan en el interior de la bolsa. Con todo, el negocio vallesà ha conseguido ser presente en más de 20 tiendas multimarca de todo el Estado y ahora tiene como objetivo inmediato hacer el salto al extranjero.
La marca vallesana fabrica otros complementos como por ejemplo carteras o monederos y, desde su creación, no ha parado de hacer crecer su facturación. Estos modelos surgen de un pequeño taller situado a la cocapital vallesana que trabaja a partir de los materiales recuperados otras empresas catalanas del sector de la automoción. Cinturones de coche, neumáticos o lonas de PVC en desuso que se utilizan para crear los productos Bobo y que ofrecen así una peculiaridad doble con la ética de la sostenibilidad y la aplicación de las nuevas tecnologías.
Emprendedores con el reciclaje como base
Bobo es fruto de la apuesta de dos jóvenes de Terrassa, en Lluís y en Dani, que el 2009 decidieron dejarlo todo para emprender su propio negocio. Una nueva empresa que contaba con dos elementos claves para su creación: dedicación y ganas de innovar. La idea principal era fabricar bolsas y complementos de calidad, hecho que tenía que hacer frente a la dura competencia que vive el sector textil en casa nuestra con la entrada de productos fabricados sobre todo al mercado asiático a un coste más barato.
Por eso, sus fundadores decidieron apostar por los materiales de proximidad, reciclados y de calidad. Unos valores que son la base de este negocio vallesà. "Estamos acostumbrados a la fuerza del marketing que nos dice que el mejor producto es lo más barato. Hay mucha competencia con la mano de obra barata de China", explica Dani Puesta, uno de los socios de Bobo, que destaca que, en este sentido, el mercado español es "muy fuerte" a la hora de apostar por los precios más baratos.
Una de las peculiaridades de la empresa es la fabricación de productos con materiales reciclados como por ejemplo neumáticos, caucho, lona de PVC o cinturones de coches, todos ellos recuperados de empresas catalanas que trabajan con estos productos y que cuando sequieren deshacer, la marca vallesana los compra a pes para reutilizarlos. Un golpe comprados, el taller de la empresa inicia un proceso de limpieza de los materiales, los recorta y se los aplica los diseños correspondientes para empezar a crear los productos quesaldrán.
Con todo ello, se confeccionan las bolsas, carteras o monederos de la marca vallesana, que puntualmente utiliza materiales no reciclados para algunos modelos para adaptarse a las necesidades del mercado, a pesar de que siempre incorporan algún elemento reciclado como por ejemplo las nanses. "Costa mucho vender productos hechos con materiales reciclados porque no se concibe la idea de un producto de aspecto más viejo con un precio más elevado. Por eso incluimos materiales nuevos, a pesar de que la mitad de nuestra facturación la producen los reciclados", asegura Puesta, que afirma que al Estado español todavía queda mucho "trabajo para hacer" para lograr la importancia que tiene el reciclaje en otros países de Europa.
Tecnología para iluminar la moda
Una de las características más importantes de los productos Bobo es, sin duda, la incorporación de luz en el interior de las bolsas que confecciona. De hecho, es la primera marca a incorporar esta tecnología basada en dos leds situados al forro interior del complemento que se activan durante un periodo breve de tiempo cuando la persona pulsa un botón, pudiendo así encontrar el que se está buscando en el interior de la bolsa.
De hecho, según la empresa vallesana, las mujeres europeas pierden dos minutos al día buscando en el interior de sus bolsas. Una técnica innovadora que surge del concepto "smart textil" que une la tecnología y el mundo de la confección y que tiene a menudo un coste elevado, razón por la cual los dos socios no han externalizado hasta ahora su fabricación. "Estábamos muy emocionados con esta nueva idea porque nadie antes había fabricado bolsas con luz. Nos informamos del proceso a seguir para su aplicación y decidimos diseñarlo todo nosotros mismos", asegura Puesta.
"El usuario pulsa el botón y durante 15 minutos tiene luz en el interior de la bolsa que va bajando progresivamente", explica Puesta. La luz interior tiene una vida de unos dos años, y sus creadores aseguran que el cliente se queda "sorprendido" cuando ve los modelos de la marca catalana, sobre todo a las ferias estatales en las que la empresa ha participado recientemente. "Cuando la gente se acerca de lejos y le encendemos la luz de dentro, sueltan automáticamente una sonrisa", asegura Puesta. "Creo que tendríamos que hacer un anuncio con la reacción de la gente cuando ve el producto", afirma con ironía el socio fundador de la marca.
La hora de la internacionalización
Con sus pocos años de vida, los productos Bobo son presentes en más de 20 tiendas multimarca de muchas ciudades del Estado, principalmente de Barcelona , pero también tiene una importante presencia en otras poblaciones como por ejemplo Madrid, Tarragona, Sevilla o Girona. Con un ritmo de 300 bolsas fabricadas al mes, la empresa facturó cerca de 60.000 euros el 2014, cifra que se prevé superar este año, puesto que el negocio está en "constante crecimiento", según Puesta.
Después de participar en diferentes ferias del estado como por ejemplo IFEMA de Madrid, la marca ha cogido fuerza en el ámbito comercial y ahora busca ir más allá saliente al extranjero. Un hito que quiere empezar participando en ferias internacionales y enfocar la venta en países como Francia o norteños de Europa.
"Ahora buscamos una inversión de capital privado que nos impulse fuera. Queremos ir más rápidos y apostar para participar pronto en una feria internacional", explica Puesta, que asegura que uno de los retos a corto plazo es lograr la fabricación de 500 bolsas mensuales. El socio fundador de la empresa "lamenta" la "dificultad", asegura, de obtener ayudas públicas para hacer crecer el negocio, y descarta, por ahora, abrir una tienda taller por los gastos que comportaría, razón por la cual mantendrá el taller en Terrassa con los seis trabajadores y seguirá vendiendo los productos a las tiendas actuales con el objetivo de aumentar el número.
El valor de crear una nueva empresa
"Iniciar tu propio negocio implica hacer un sacrificio llevar, pero lo valoramos muy bien porque las perspectivas son cada año mejores", explica Puesta, que asegura que la clave de emprender es tener ahorros para seguir invirtiendo desde el principio. "Se tiene que tener la cabeza centrada para traer la parte económica de la aventura", afirma Puesta, que destaca que ahora ha llegado la hora de "lanzarse a la piscina" con la nueva inversión para ganar presencia a nivel internacional y hacer crecer los números de la marca.
"Si no quieres que tu proyecto muera en poco tiempo, lo tienes que hacer pensando exactamente en los pasos que quieres hacer y hacerlos bien", explica Puesta, que asegura que para crear tu propio negocio se tiene que tener "cordura, dedicación, ilusión y buena previsión económica".
Bobo se prepara ahora para culminar una campaña de Nadal que cuenta con unas buenas previsiones de venta, gracias a su creciente presencia en el mercado nacional. Así, la marca de Terrassa quiere seguir iluminando el mundo del textil a base de innovación y nueva tecnología para mejorar los productos clásicos y esenciales de nuestro día a día.