25
de Abril
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2014
Act.
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"El cliente que identifica un producto como premium está dispuesto a pagar un precio más alto". Son declaraciones de Marta Amorós, gerente del clúster Catalonia Gourmet. La calidad, el precio y la distinción atribuida identifica los productos alimentarios gurmet, los productores catalanes de los cuales se agrupan desde 2010 para dar una nueva visión del sector, identificando nichos de mercado y oportunidades de crecimiento .
Amorós es la responsable de coordinar este conglomerado de empresas de alimentación de Cataluña , una treintena en total, que facturan en conjunto borde 800 millones de euros. "Clúster quiere decir identificar oportunidades", apunta la gerente. A pesar de que Catalonia Gourmet es una formación joven, Amorós destaca que hay una demasiada crítica de emprendidas "borde 500 entre alimentación, vinos y cavas, que tienen este producto de calidad, diferenciaciones con un canal de venta exclusivo, un packaging diferenciado o que pertenecen en un territorio o a una DON concreta", apunta.
Marcas catalanas que producen lujo
Las empresas Elixire, Betara o Can Franqueza trabajan bajo el paraguas del clúster Catalonia Gourmet. La segunda, Betara, es una quesería fundada hace 25 años por Ramón Berengueras en la zona del Pirineu. "Empecé a comprar y vender quesos y vi que esto podría ser a una empresa", explica el empresario. Fabricando de quesos artesanales con 30 variedades diferentes, su marca se adhiere al clúster para explotar el concepto de lujo .
"El nuestro si que es un producto de lujo, porque hacemos quesos artesanos, artesanos. No creo quehaya mucho que pase ante nuestro", afirma Berengueras. Los quesos Betara pueden adquirirse en tiendas gurmet (como el espacio establecido al Corte Inglés) pero los gustaría dar un paso adelante e iniciar la exportación. Según su fundador y propietario , la firma exporta algo fuera de Cataluña "pero estamos intentando exportar más en todas partes. En los EE.UU. hemos iniciado los contactos, pero no lo sé si lo haremos", declara.
Tampoco Horno Franqueza ha dado pasos adelante para salir fuera del ámbito catalán pero reconocen que es una tarea pendiente. "Además, nuestro producto es muy catalán, a pesar de que depende que zonas no nos conocen demasiado", afirma Elisabet Franqueza, tercera generación de esta empresa familiar nacida en Perafita. Popular gracias a sus cocas artesanas, la empresa es la última incorporación al clúster Catalonia Gourmet. Los motivos? Encontrar un nuevo canal de venta y mayor promoción. "Se comparten retos y estrategias. Y pensamos que unificar productos y compartir gastos es muy importante", declara Franqueza.
Objetivos: más venta, más clientes y el riesgo de la exportación
Aun así, el reto del clúster es de la comercialización conjunta. "El corner de Catalonia Gourmet nos permite ofrecer el producto de manera conjunta estando en un establecimiento donde el consumidor busca productos de calidad", destaca la manager del clúster. Alude a un estand especial de exposición de los diferentes productos que se comercializaría a corners gurmets y espacios relacionados con el alto poder adquisitivo como Roca Village.
Por la empresa Elixire, productora de aceite de oliva virgen de l'Empordà, pertenecer al clúster también es sinónimo de oportunidad y de difència al mercado. En definitiva, trasladar al consumidor el concepto que este aceite "no es como los otros". Anna Ventós, responsable de la empresa (y mujer de Joaquim Suñer, el propietario) cuenta que su materia primera proviene de olivos centenarios que los da una variedad exclusiva "que nadie más puede ofrecer". Con esta exclusividad, se han dirigido directamente a restaurantes de alta gama y tiendas de productos gurmet, además de vender en los EE.UU. y Dubai su aceite 100% denominación de origen protegida de l'Empordà.
Llegar además usuarios es el principal reto de Catalonia Gourmet puesto que la totalidad de las empresas que lo conforman son pymes que, por encima de tono, quieren crecer al mercado. Y por este motivo, desde el clúster identifican los usuarios potenciales. "Hay un consumidor más urbanita que viaja a menudo y al cual le gusta probar; después otro de perfil más patriota que busca producto catalán porque se estima el producto de aquí; y está el ocasional, el oportunista, que no siempre consume pero que, por ocasiones especiales, si que compra", enumera Amorós.
Invertir en investigación y desarrollo
El Instituto de Investigación en Tecnología Agroalimentaria (IRTA), dependiendo de la Generalitat de Cataluña, participa de manera activa al clúster. Con catas comentadas, investigaciones en percepciones sensoriales e investigaciones en neuromàrqueting, los técnicos del IRTA permiten, según Amorós, que el "lujo se democratice cada vez más con calidad".
Amorós es la responsable de coordinar este conglomerado de empresas de alimentación de Cataluña , una treintena en total, que facturan en conjunto borde 800 millones de euros. "Clúster quiere decir identificar oportunidades", apunta la gerente. A pesar de que Catalonia Gourmet es una formación joven, Amorós destaca que hay una demasiada crítica de emprendidas "borde 500 entre alimentación, vinos y cavas, que tienen este producto de calidad, diferenciaciones con un canal de venta exclusivo, un packaging diferenciado o que pertenecen en un territorio o a una DON concreta", apunta.
Marcas catalanas que producen lujo
Las empresas Elixire, Betara o Can Franqueza trabajan bajo el paraguas del clúster Catalonia Gourmet. La segunda, Betara, es una quesería fundada hace 25 años por Ramón Berengueras en la zona del Pirineu. "Empecé a comprar y vender quesos y vi que esto podría ser a una empresa", explica el empresario. Fabricando de quesos artesanales con 30 variedades diferentes, su marca se adhiere al clúster para explotar el concepto de lujo .
"El nuestro si que es un producto de lujo, porque hacemos quesos artesanos, artesanos. No creo quehaya mucho que pase ante nuestro", afirma Berengueras. Los quesos Betara pueden adquirirse en tiendas gurmet (como el espacio establecido al Corte Inglés) pero los gustaría dar un paso adelante e iniciar la exportación. Según su fundador y propietario , la firma exporta algo fuera de Cataluña "pero estamos intentando exportar más en todas partes. En los EE.UU. hemos iniciado los contactos, pero no lo sé si lo haremos", declara.
Tampoco Horno Franqueza ha dado pasos adelante para salir fuera del ámbito catalán pero reconocen que es una tarea pendiente. "Además, nuestro producto es muy catalán, a pesar de que depende que zonas no nos conocen demasiado", afirma Elisabet Franqueza, tercera generación de esta empresa familiar nacida en Perafita. Popular gracias a sus cocas artesanas, la empresa es la última incorporación al clúster Catalonia Gourmet. Los motivos? Encontrar un nuevo canal de venta y mayor promoción. "Se comparten retos y estrategias. Y pensamos que unificar productos y compartir gastos es muy importante", declara Franqueza.
Objetivos: más venta, más clientes y el riesgo de la exportación
Aun así, el reto del clúster es de la comercialización conjunta. "El corner de Catalonia Gourmet nos permite ofrecer el producto de manera conjunta estando en un establecimiento donde el consumidor busca productos de calidad", destaca la manager del clúster. Alude a un estand especial de exposición de los diferentes productos que se comercializaría a corners gurmets y espacios relacionados con el alto poder adquisitivo como Roca Village.
Por la empresa Elixire, productora de aceite de oliva virgen de l'Empordà, pertenecer al clúster también es sinónimo de oportunidad y de difència al mercado. En definitiva, trasladar al consumidor el concepto que este aceite "no es como los otros". Anna Ventós, responsable de la empresa (y mujer de Joaquim Suñer, el propietario) cuenta que su materia primera proviene de olivos centenarios que los da una variedad exclusiva "que nadie más puede ofrecer". Con esta exclusividad, se han dirigido directamente a restaurantes de alta gama y tiendas de productos gurmet, además de vender en los EE.UU. y Dubai su aceite 100% denominación de origen protegida de l'Empordà.
Llegar además usuarios es el principal reto de Catalonia Gourmet puesto que la totalidad de las empresas que lo conforman son pymes que, por encima de tono, quieren crecer al mercado. Y por este motivo, desde el clúster identifican los usuarios potenciales. "Hay un consumidor más urbanita que viaja a menudo y al cual le gusta probar; después otro de perfil más patriota que busca producto catalán porque se estima el producto de aquí; y está el ocasional, el oportunista, que no siempre consume pero que, por ocasiones especiales, si que compra", enumera Amorós.
Invertir en investigación y desarrollo
El Instituto de Investigación en Tecnología Agroalimentaria (IRTA), dependiendo de la Generalitat de Cataluña, participa de manera activa al clúster. Con catas comentadas, investigaciones en percepciones sensoriales e investigaciones en neuromàrqueting, los técnicos del IRTA permiten, según Amorós, que el "lujo se democratice cada vez más con calidad".