Los hoteles de la Val d'Aran, de los dos Pallars y del Alt Urgell están recibiendo reservas de personas que inicialmente tenían previsto pasar las fiestas de Navidad en la Cerdanya o en el Ripollès. Así lo están notando desde el miércoles, cuando entró en vigor el cierre perimetral de ambas comarcas, según el presidente de la Federació d'Hostaleria de Lleida, Josep Castellarnau.
"La gente dice que tenían reservas en estas zonas y, a raíz del cierre, se han desplazado a otras comarcas de montaña para poder esquiar o disfrutar de una estancia en el Pirineo", ha señalado. Los hoteleros prevén una "buena ocupación" en el Pirineo de Lleida para estas fiestas, especialmente en fin de año, siempre y cuando no se decreten nuevas restricciones.
Hay que recordar que están permitidos los desplazamientos fuera de la comarca para ir a una segunda residencia o si se dispone de una reserva en un alojamiento. Castellarnau señala que, tradicionalmente, durante estas fiestas muchas personas se desplazan al Pirineo, ya sea para esquiar o disfrutar de una estancia a la zona.
Los hoteleros pirenaicos prevén que la ocupación se mueva en torno al 80% o 90% para fin de año, mientras el resto de días sea de en torno al 60%. También habrá que tener en cuenta si la nieve y el tiempo acompañan, remarca Castellarnau. A la vez, insiste en que los establecimientos hoteleros y de restauración garantizan el cumplimiento de todas las medidas de seguridad y sanitarias establecidas por la covid-19. En este sentido, critica las actuales limitaciones de aforo y horarias que tiene que cumplir la restauración.