En los últimos meses, distintas industrias catalanas han denunciado a las organizaciones territoriales que están sufriendo un alarmante crecimiento del número de los robos de cableado de cobre que utilizan para sus procesos productivos o para su desarrollo interno. Esta situación está generando graves consecuencias para las empresas, que se ven afectadas por la interrupción en la prestación de sus servicios y las pérdidas económicas derivadas.
Los robos de cableado de cobre no sólo suponen un coste directo por la sustitución del material robado, sino que también provocan daños colaterales que pueden ser devastadores para las empresas. La interrupción de las comunicaciones, la paralización de procesos productivos y los retrasos en las entregas son sólo algunas de las repercusiones inmediatas que está sufriendo el empresariado. Esta problemática afecta gravemente a la competitividad y la sostenibilidad de las empresas locales, que se ven obligadas a invertir recursos adicionales para garantizar la seguridad de sus instalaciones.
Ante esta situación, "desde el Consell Territorial de la Pime (CTP) hacemos un llamamiento a las autoridades locales y a las fuerzas de seguridad para intensificar los esfuerzos en la prevención y persecución de estos delitos", reclama Xavier Panés, presidente del CTP, quien también insta a la colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad sospechosa que pueda estar relacionada con el robo de cableado de cobre.
Las empresas afectadas no podrán seguir soportando sine die estas pérdidas que pongan en riesgo su viabilidad, el empleo de sus plantillas y, en definitiva, la de toda la economía local. "Hay que recordar que nuestra industria, que sigue liderando el sector a nivel estatal, tiene dimensión pyme, y para ser más preciso, tienen de media una plantilla de trece trabajadores, por lo tanto, podemos hacernos una idea del gran impacto que tiene para estas empresas tener que detener su producción durante unos días", concluye Panés.