Los cruceros han vuelto a Palamós después del paro de la actividad durante un año y medio en la Costa Brava por la pandemia. Este martes han llegado 600 turistas a bordo del Marella Explorer 2 y estarán nueve horas en el municipio, antes de zarpar hacia Palma.
El director general de Ports de la Generalitat, Pere Vila, ha subrayado que es un día importante porque simboliza la reanudación de la actividad crucerística en las comarcas gerundenses y también ha remarcado que este otoño prevén ocho escalas entre Palamós y Roses. El objetivo, ha dicho, es ir recuperando la actividad e intentar superar el récord de 50 escalas prepandemia: "Somos optimistas".
Barcelona fue la primera ciudad en recuperar los cruceros. El primero internacional llegó a finales de junio en un barco de MSC proveniente de Italia. A pesar de que el retorno de la actividad será gradual, las cifras están muy lejos de las registradas en 2019, cuando la capital catalana recibió 850 cruceros y 3,2 millones de pasajeros.
En Tarragona, hace dos semanas que también amarró el primer crucero desde que inició la pandemia. El barco procedía de Cádiz y tenía destino en Castelló con 1.338 pasajeros a bordo. La recuperación de la actividad en el puerto de Tarragona se calcula para 2022.