El Pirineo de Lleida ha cerrado la temporada de verano superando las expectativas iniciales de ocupación gracias al turismo de proximidad. Según los datos del INE de julio y agosto –no se incluyen los de septiembre-, un total de 220.167 viajeros han visitado el Pirineo y el Prepirineo leridanos, un 9,5% más que en los mismos meses de 2019, mientras las pernoctaciones han logrado un nuevo récord, con 725.000, un 15,2% más que el año pasado.
Los principales crecimientos los han experimentado el turismo rural con un 44% más pernoctaciones, los campings -con un 23%-, la hostelería -con un 3,5%- y los apartamentos turísticos -con un 1%-. Este buen comportamiento turístico se ha mantenido también durante el mes de septiembre, con unos niveles de ocupación que han llegado a lograr el 80% según el tipo de alojamiento turístico durante los puentes festivos del 11 de septiembre y las fiestas de la Mercè en la ciudad de Barcelona, según señalan desde el Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida.
En cambio, en los datos del conjunto de la demarcación de Lleida se aprecia una bajada en relación al año pasado por el resultado de los establecimientos de hostelería durante el mes de julio debido al confinamiento que sufrieron Lleida y seis municipios del Segrià. El sector hotelero ha experimentado una bajada en el conjunto del territorio de un 30% en cuanto al número de pernoctaciones, y de un 35% en la cifra de viajeros.
El turismo rural, en cambio, ha mantenido un buen comportamiento en el conjunto de la demarcación, tanto en las comarcas de la plana como las del Pirineo, con un incremento de un 46% de pernoctaciones respecto al año pasado. Los campings y los apartamentos turístico también han cerrado la temporada en el conjunto del territorio con unos resultados superiores a los del verano del año pasado. Los apartamentos turísticos han incrementado las pernoctaciones un 10% y los campings, un 7%.
El número total de viajeros y de pernoctaciones durante los meses de julio y agosto en el conjunto de la demarcación de Lleida han sido de 271.737 y 885.862, ante los 344.956 visitantes y las 982.832 estancias del año pasado, cosa que representa un descenso de un 21% en el número de viajeros y de un 9,8% en el de pernoctaciones, según los datos del INE.
Caída del turismo extranjero
El turismo extranjero ha sufrido un gran descenso este verano como consecuencia de la pandemia y las restricciones de movilidad por causas sanitarias. Los establecimientos de alojamiento turístico de la zona del Pirineo han visto reducidas el número de pernoctaciones de turistas internacionales en un 57%, mientras que en el conjunto de la demarcación la bajada ha llegado hasta el 72% por las restricciones y el confinamiento que sufrió la comarca del Segrià en julio. El número de turistas extranjeros que ha recibido la demarcación de Lleida durante estos dos meses de verano ha sido de 16.490, que hicieron 39.447 pernoctaciones, ante los 59.171 que vinieron el año pasado y generaron 145.614 estancias.
Según los representantes del sector de la hostelería (hoteles, campings y establecimientos rurales) de la demarcación de Lleida, la clientela de proximidad ha sido "fundamental" para salvar una temporada veraniega que se preveía muy complicada e incierta por la covid-19. El sector encara ya la recta final de la temporada -que cerrará oficialmente el 15 de octubre- con unos resultados "mejores de los esperados" a comienzos de verano, cuando la crisis sanitaria provocada por la covid-19 hacía prever un año muy malo. El periodo comprendido entre mediados de julio y la segunda semana de septiembre ha sido especialmente bueno, a pesar de que matizan que la ocupación en el Pirineu y el Prepirineo ha sido superior a la de la plana de Lleida.