La empresa K·Line, dedicada a la fabricación y comercialización de ventanas, ha puesto la primera piedra de su nueva planta en Cataluña en el municipio de Lliçà de Vall (Vallès Oriental). La firma tiene actualmente su sede en la vecina localidad de Parets del Vallès y se mudan con una apuesta firme por triplicar la facturación en diez años y pasar de los 20 millones de euros actuales a 60. De la misma manera, prevén triplicar la capacidad productiva, pasando de producir 500 ventanas semanales a 1.500, y duplicar el número de trabajadores, del centenar a 200. El conseller de Empresa, Miquel Sàmper, ha participado en el acto, destacando que el esfuerzo inversor de la firma refuerza la economía productiva de Catalunya.
K·Line, filial en Catalunya del grupo francés Liebot, invertirá 25 millones de euros para crear la nueva sede, con la cual consolida su presencia en Cataluña. El equipamiento tendrá 20.000 metros cuadrados, con la previsión de que la actividad comience durante la segunda mitad de 2026 y se inaugure oficialmente en la primavera de 2027.
“Haremos todo lo posible, con todo el ingenio y el mejor personal, y estamos arraigados a la mejor estructura, tanto de proveedores como de clientes, para alcanzar la facturación de los 60 millones de euros anuales en un plazo de 10 años”, ha expresado el director general de la firma en España y Portugal, Juan Carlos Castaño.
K·Line es la filial en Cataluña del grupo francés Liebot y invertirá 25 millones de euros para crear la nueva sede
Una vez plenamente operativa, la empresa espera que la nueva planta permita triplicar la producción hasta las 1.500 ventanas semanales y duplicar también su plantilla. Para el proyecto de compra del terreno y construcción de la nueva fábrica, K·Line ha contado con el apoyo de Acció, la agencia para la competitividad de la empresa del Departamento de Empresa y Trabajo.