Con tristeza, la empresaria con la cual habla VIA Empresa mantiene el optimismo. Ha decidido cerrar su centro de producción, ubicado en Igualada, porque cree que "la salud va por delante". Empieza a tener afectados entre sus conocidos y algunos de sus trabajadores están en los hospitales cuidando de los familiares infectados. Ella ha parado la producción porque cree que lo primero es la familia, después ya veremos...
... Hay desazón en Igualada, explica la misma fuente. Y digamos que dos bandos, quién había decidido cerrar y quienes habían aguantado cómo podían estos días. Ninguno de las dos opciones ha sido fácil. Lo explica Joan Regordosa, asesor en recursos humanos en Igualada y quiene trabaja desde casa con sus clientes, principalmente empresarios de la Conca d'Òdena. "La gente está enfadada, el ánimo general es éste. Hay mucha presión social, porque hay quien sí que ha enviado a la gente a trabajar... Las empresas que han cerrado no obligadas son una minoría, porque todo el mundo que puede está intentando mantener la actividad. Si miras la televisión, ves que el Gobierno dice que quién pueda, vaya a trabajar y esta consigna es la que siguen los empresarios. Quién cierra lo hace por fuerza mayor o porque creen que es lo mejor, pero son minoría dentro de los que no están obligados a cerrar", insiste Regordosa. Este sábado la nueva decisión de PedroSánchez, de obligar a cerrar a todo el mundo siempre que no sean servicios esenciales, cambiará las cosas.
Puertas cerradas por decisión propia
Empresas con sede en Igualada que habían decidido cerrar la producción hay unas cuántas. Entre las textiles, con relevancia en el mercado, Punto Blanco, por ejemplo, ha parado la fabricación desde el 17 de marzo "hasta que las autoridades sanitarias estimen que es oportuno volver a abrir". Continúan con la venta online pero no envían los pedidos para garantizar la seguridad de los transportistas. Del mismo modo ha decidido actuar Buff Original, que en su web confirma que los artículos comprados podrían tardar hasta treinta días en llegar a los clientes por esta excepcional situación de confinamiento, ya que han cerrado oficinas, planta de producción y almacén.
También Stikets, especializada en pegatinas para ropa de niños, continúa trabajando el canal de venta online pero con idéntica actitud. Puertas cerradas, trabajo desde casa.
Otros como MicuMicu, especializada en ropa de niños y bebés, han parado al 100% la producción y su taller de confección trabaja desinteresadamente en producir mascarillas para hospitales y farmacias en colaboración con la empresa Elements, también igualadina.
Otras fuentes de este medio reconocen el nerviosismo de los empresarios, no han querido dar nombres, ni que la gente sepa si han abierto o no... Trasladan el nerviosismo que existe en el sector, entre el empresariado de la zona: necesitan respuestas y sólo tienen preguntas.
La patronal interviene
Su patronal, la Unión Empresarial de la Anoia, hace días que está denunciando la situación que viven los trabajadores confinados en la Conca d'Òdena que no pueden acudir a sus puestos de trabajo. Incluso han contactado con todas las patronales, sectores empresariales de Catalunya y España y la Cámara de comercio, pidiendo unidad y hacer un frente común para presionar a las autoridades competentes. "Las empresas afectadas por el confinamiento de la Conca d'Òdena se están viendo obligadas a tomar decisiones muy complejas que les implica cerrar, cambiar la actividad o transformar su manera de funcionar; así como, muchas de ellas se plantean si podrán sobrevivir a esta situación excepcional o que pasará con sus trabajadores", han recordado, de nuevo, en un nuevo comunicado.
Según sus cifras, en la Anoia hay 3.230 empresas, el 60% de las cuales se encuentran dentro de la zona de confinamiento –en los municipios de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena. La UEA les ha pasado una encuesta, que han contestado unas 250 empresas, y sus resultados revelan que más de la mitad (52%) han optado por el teletrabajo y 115 compañías ya han presentado un ERTE (el 48% ); además de tomar decisiones sobre las vacaciones de los trabajadores, la reducción temporal de la plantilla o trabajar parcialmente y a puerta cerrada. "Aquí en Igualada se ha bajado el ritmo, hay quién trabaja el 20%, el 30%, ya sabemos que después es la manera de volver más rápidamente..., anota Regordosa.
La reacción de los empresarios
Lo que es cierto es que desde que el Estado de alarma ha entrado en vigor, han sido constantes los mensajes empresariales sobre la idoneidad o no de pararlo todo. Ahora, con la decisión a punto de aprobarse este domingo, de los primeros en pronunciarse ha sido la Cecot, que opina que a pesar de que llega quince días tarde, la medida que se aprueba este domingo en el Consejo de Ministros extraordinario "sacará presión a las empresas, liberará recursos del Estado y reducirá la deuda pública".
En ausencia de un comunicado oficial de la CEOE a estas horas, su mensaje hasta el momento había sido de insistencia en que el confinamiento total no era la mejor decisión. Este domingo, en un artículo enviado a los medios de comunicación, el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, ha declarado que "con una parada completa, el shock sobre la actividad de la economía será total y comportará una notable destrucción de puestos de trabajo, lo que ahora pretendemos evitar con los ERTEs a la fuerza mayor".
También desde Foment del Treball se había insistido en que el confinamiento total no es una medida proporcionada en la actual situación de crisis sanitaria, asegurando que podía ser "contraproducente desde estas dos perspectivas", pero en los momentos de escribir estas líneas no se ha pronunciado sobre la última decisión. Los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, por su parte, sí que han aplaudido la decisión.
En una semana nueva que arranca complicada, miramos de nuevo a Igualada, donde han sido los primeros en experimentar la presión del confinamiento y dónde, hasta este viernes, las fuentes de VIA Empresa apuntan que los polígonos continúan en marcha. No como antes, pero se ha trabajado. El mensaje ahora es quédate en casa. Veremos como marcha todo.