15
de Agosto
de
2016
Hace dos años cerró sus puertas la librería Fregola, la más antigua de Lleida, especializada en la venta de objetos vinculados al patrimonio cultural de la ciudad y a las imágenes religiosas. Las estampas para bautizos, comuniones y casamientos eran uno de sus ámbitos esenciales. De carácter familiar, ubicada en la Plaza de la Sal, inició su actividad el 1912. Conjuntamente con el establecimiento centenario, la tercera generación de los Fregola fue desarrollando un negocio alrededor de la impresión. Hoy el espíritu de la tienda se mantiene gracias a Ignasi Fregola.
Situada en la calle Vila Antònia, la impresión de revistas de papel es el eje sobre el cual se sostiene la tradición familiar. Su propietario admite los cambios que ha sufrido el sector de las artes gráficas, pero desmonta algunos mitos: "La aparición de Internet genera más consumo de papel, pero este acaba en pocas manso". Vinculado toda la vida en este mundo, Fregola defiende el oficio de impresor, que "se está perdiendo porque la exigencia se centra en la rapidez y la concentración de la oferta y no nos deja espacio a los pequeños".
Internet no ha matado a la imprenta
La crisis ha avanzado el cambio tecnológico. Esta realidad le sirve a Fregola para explicar que "ahora se editan más libros que nunca" y que "el papel como producto diferenciado nunca morirá". Aún así, la realidad es que el actual modelo económico ahoga la profesionalidad de un oficio clásico. El propietario de la imprenta avanza que "volverá a haber un rebrote del mundo editorial estándar, pero nuestra generación ya no lo verá". Mientras tanto, para reivindicar esta forma de hacer, se pregunta por qué el libro electrónico no se ha consolidado.
En un contexto de saturación de información, Fregola augura que los sistemas de impresión masivos, basados en el bajo cuerpo y la inmediatez, morirán de éxito. En aquel momento, será cuando los impresores de toda la vida podrán volver a jugar sus cartas. "Centrar el negocio sólo en la impresión no resulta rendible. Por eso, hay que ofrecer un servicio integral de diseño y web personalizado y próximo", señala. De esta filosofía surge uno de los últimos proyectos de la Imprenta Fregola, la impresión de los programas de las ferias y las Fiestas Mayores de Lleida.
Cómo adaptarse a los tiempos?
Fregola hace un paralelismo entre los cambios de orientación que tuvo que hacer la librería de sus padres y sus abuelos con los cuales está obligado a realizar él. "Mi padrino compró hace unos 100 años unas máquinas, que todavía conservamos, con las cuales imprimíamos las estampetes", recuerda. Con el paso del tiempo y de la pérdida de la mentalidad religiosa a la sociedad, la librería se adaptó, vendiendo libros, objetos de papelería, recuerdos de Lleida o siendo la distribuidora de la casa Olivetti.
Hoy en día, para mantener su papel, Fregola reconoce que no sirve sólo imprimir libros, revistas o folletines. "Nuestro valor añadido es la proximidad, puesto que conocemos las personas con las cuales trabajamos. Y esto nos permite ofrecer un servicio integral y personalizado", afirma. Colegios profesionales, administraciones y empresas son algunos de los nuevos clientes de Fregola. Aunque la impresión sigue siendo el centro, Ignasi Fregola recuerda una frase que guía su trayectoria profesional y vital: "Imprimir siempre será bueno, pero sólo con esto no se podrá vivir".
Situada en la calle Vila Antònia, la impresión de revistas de papel es el eje sobre el cual se sostiene la tradición familiar. Su propietario admite los cambios que ha sufrido el sector de las artes gráficas, pero desmonta algunos mitos: "La aparición de Internet genera más consumo de papel, pero este acaba en pocas manso". Vinculado toda la vida en este mundo, Fregola defiende el oficio de impresor, que "se está perdiendo porque la exigencia se centra en la rapidez y la concentración de la oferta y no nos deja espacio a los pequeños".
Internet no ha matado a la imprenta
La crisis ha avanzado el cambio tecnológico. Esta realidad le sirve a Fregola para explicar que "ahora se editan más libros que nunca" y que "el papel como producto diferenciado nunca morirá". Aún así, la realidad es que el actual modelo económico ahoga la profesionalidad de un oficio clásico. El propietario de la imprenta avanza que "volverá a haber un rebrote del mundo editorial estándar, pero nuestra generación ya no lo verá". Mientras tanto, para reivindicar esta forma de hacer, se pregunta por qué el libro electrónico no se ha consolidado.
En un contexto de saturación de información, Fregola augura que los sistemas de impresión masivos, basados en el bajo cuerpo y la inmediatez, morirán de éxito. En aquel momento, será cuando los impresores de toda la vida podrán volver a jugar sus cartas. "Centrar el negocio sólo en la impresión no resulta rendible. Por eso, hay que ofrecer un servicio integral de diseño y web personalizado y próximo", señala. De esta filosofía surge uno de los últimos proyectos de la Imprenta Fregola, la impresión de los programas de las ferias y las Fiestas Mayores de Lleida.
Cómo adaptarse a los tiempos?
Fregola hace un paralelismo entre los cambios de orientación que tuvo que hacer la librería de sus padres y sus abuelos con los cuales está obligado a realizar él. "Mi padrino compró hace unos 100 años unas máquinas, que todavía conservamos, con las cuales imprimíamos las estampetes", recuerda. Con el paso del tiempo y de la pérdida de la mentalidad religiosa a la sociedad, la librería se adaptó, vendiendo libros, objetos de papelería, recuerdos de Lleida o siendo la distribuidora de la casa Olivetti.
Hoy en día, para mantener su papel, Fregola reconoce que no sirve sólo imprimir libros, revistas o folletines. "Nuestro valor añadido es la proximidad, puesto que conocemos las personas con las cuales trabajamos. Y esto nos permite ofrecer un servicio integral y personalizado", afirma. Colegios profesionales, administraciones y empresas son algunos de los nuevos clientes de Fregola. Aunque la impresión sigue siendo el centro, Ignasi Fregola recuerda una frase que guía su trayectoria profesional y vital: "Imprimir siempre será bueno, pero sólo con esto no se podrá vivir".