Joan Mateu es el actual presidente de la Unió Empresarial de l’Anoia (UEA), cargo que ocupará -desde el 2023- hasta el 2027. Actualmente, está al frente de la empresa familiar LABIN (antesProductes Agrícoles MACASA), una compañía del sector químico fundada por su abuelo, que fabrica fertilizantes para la agricultura y los comercializa en más de 40 países. Es un gran defensor de la industria y del asociacionismo, además de presidir la UEA y, por lo tanto, formar parte del Consejo Territorial de la Pyme de Foment, es miembro del Rotary Club Igualada y preside la AEPIC, l’Associació d’Empresaris del Polígon industrial Les Comes.
Cuestionario breve:
Define la Anoia con una palabra: Resiliente.
Un reto para vuestro territorio: Generación de nuevo suelo industrial.
Una empresa para sacar pecho: No puedo decir sólo una empresa. Valoramos desde al pequeño empresario hasta las grandes compañías. Tenemos empresas con más de 300 años de historia. No te puedo decir una.
El sector del momento: La industria.
Una personalidad destacada, del pasado o del presente: Los alcaldes y alcaldesas de la Conca de Òdena, que durante la época de la covid.19 fueron un ejemplo de consenso en momentos difíciles, a pesar de provenir de diferentes partidos políticos. Se pusieron de acuerdo para hacer frente a la situación y tuvieron en cuenta la economía del territorio.
Una lección aprendida recientemente: La desglobalización. Hemos tomado conciencia que es posible fabricar cerca de casa, sin la necesidad de desplazarnos para todo a la otra punta del mundo. La industria empieza a volver aquí y esto es un signo de salud para nuestra economía.
Si visitamos la UEA de aquí a cinco años, ¿cómo os gustaría encontraros? Nos gustaría ser un territorio referente, tanto en el ámbito industrial como en la creación y generación de talento. Tenemos 18.000 hectáreas de bosques y tenemos rincones muy bonitos. En la Anoia se vive muy bien, y no está masificado. Lo que nos hace falta, sin embargo, es que la gente pueda formarse y trabajar aquí también. Y esto, actualmente, no pasa: 16.000 personas se marchan fuera de la comarca cada día, la mitad de la población activa, para ir a trabajar.
Catalunya, a pesar de la gran tradición industrial, ha ido perdiendo masa industrial en las últimas décadas a causa de la globalización. En la Anoia, en cambio, la industria continúa siendo la piedra angular de la economía de la comarca.
Sí, tenemos unos índices industriales por encima de la media catalana. La generación de nuestro PIB proveniente de la industria está por encima de la media catalana. Y esto tiene una explicación en nuestra historia: Igualada fue la primera ciudad en incorporar máquinas de vapor en el sector textil. Y aquí, en Igualada, se empezó a montar todo el material industrial, que después se fue diversificando y ahora nuestra comarca es un ejemplo de diversificación industrial, con sectores como el químico, el papelero, el metalúrgico y las tecnologías de la información.
También tenéis un gran polo logístico.
Es importante que haya logística y que los polígonos industriales estén equilibrados. La industria necesita tecnologías de información, necesita servicios y necesita logística. Tienen materias primeras y productos acabados, que se tienen que guardar en algún lugar hasta ser enviados. Y para ser eficiente, necesitas tenerlo cerca.
Me encuentro con gente muy contraria al sector logístico, pero no entienden que una cosa no puede vivir sin la otra. Que es un sector necesario para que la economía continúe creciendo, y nuestra industria. De hecho, el sector logístico es un termómetro de la economía de un territorio: te dice si hay actividad económica o no. Una manera de ver si la economía va bien o no es mirar si hay camiones circulando por la autopista. Si hay pocos camiones, mal.
Mateu: "Una manera de ver si la economía va bien o no es mirar si hay camiones circulando por la autopista"
¿Qué retos enfrenta ahora mismo la industria en la comarca?
Necesitamos más suelo industrial. Tenemos los polígonos llenos y las empresas que quieren crecer no encontrarán lugar donde ampliar superficies, como tampoco lo encontrarán las que quieran instalarse en el territorio. Hace poco se aprobaron 100 hectáreas, pero ahora se tienen que organizar y materializar, para que las podamos llenar. La población va creciendo y necesitamos más puestos de trabajo.
La industria, al final, es un factor de cohesión social. Me explico: el índice de Gini de la Generalitat de Catalunya, que mide la desigualdad de ingresos en la sociedad, nos dice que Igualada, a pesar de ser una ciudad muy industrial, es una de las poblaciones de Catalunya con la renta más equitativa. Está demostrado que la industria genera un ecosistema a su alrededor de empresas asociadas, de servicios o simplemente de materiales, pero que además, genera una simbiosis entre las empresas y el territorio. Esto hace que las empresas inviertan y subvencionen proyectos del territorio, y esto enriquece la economía. Pasa en Igualada y en otros municipios, ¿eh? Pero ¿cuántos equipos deportivos están patrocinados por empresas del territorio y, gracias a esto, pueden salir adelante y crecer? Igualada es un buen ejemplo de cómo la industria se puede integrar dentro de una ciudad. Tenemos un polígono industrial que está rodeado por toda la ciudad y no hay quejas.
¿Esta proximidad facilita la captación de talento?
Es cierto que es un punto importante porque aporta calidad de vida el hecho de vivir junto al trabajo, pero igualmente, tenemos un reto importante con el talento. Ahora hablo de la comarca, pero, tanto la industria como las empresas del territorio necesitamos gente cada vez más especializada, aunque para captarla ya no nos podemos mirar el ombligo, ya no competimos con nuestro vecino, sino que competimos con el mundo entero.
Mateu: "La industria es un factor de cohesión social"
Una empresa es lo que es su gente y, por lo tanto, necesitamos que las empresas tengan talento de calidad, y este no sale porque sí. Por eso, la apuesta del territorio para conseguir este talento es formarlo aquí: poner el acento en las universidades. El año que viene llegaremos a los 1.000 alumnos en el Campus de Igualada de la Universitat de Lleida.
Ahora bien, a pesar de que las empresas piden talento, la Anoia es una de las comarcas de Catalunya con más paro. ¿Cómo encajan ambas tendencias?
Es cierto que somos de las comarcas más deprimidas respecto al paro, pero estamos consiguiendo revertirlo y mejorar mucho la tasa de paro. Pero sí, parece que falta un encaje. Aquí en la UEA tenemos una bolsa de trabajo de nuestros socios. La semana pasada había 84 ofertas de trabajo y no encontramos gente que quisiera ocupar estas posiciones. Y, en cambio, tenemos gente en el paro. Hay un gap, que sucede en la Anoia, pero también en toda Catalunya, entre lo que las empresas necesitan y ofrecen, y lo que las personas necesitan y ofrecen.
¿Otro reto, en este caso, del sector logístico?
Necesitamos mejorar el transporte de las materias primas de nuestra industria y, para hacerlo, nos hace falta un tren. No hay ningún país desarrollado que no se haya desarrollado gracias a un ferrocarril potente. Actualmente, tenemos un carrilet que va de Barcelona a Igualada en dos horas, pero esto no es muy viable. Necesitamos un tren grande de mercancías, y desde la UEA lo estamos defendiendo mucho. De hecho, el proyecto ya está dibujado: es un tren de mercancías que saldría de Madrid, pasando por Zaragoza, Lleida y Barcelona e iría hacia la Junquera, pasando por Igualada. Este es un clamor muy importante de nuestros empresarios y del tejido empresarial en general.
¿Es un buen momento para ser empresario?
Ser empresario es un deporte de riesgo, y se tiene que valorar. Es un buen momento porque tenemos una economía llena de oportunidades para los empresarios y emprendedores, pero jugamos con un hándicap: su demonización, tanto social como por parte de los últimos gobiernos. Hoy en día todavía hay gente que percibe al empresario como un señor con sombrero de copa, bastón y un puro en la mano. Pero no es así: el empresario es una persona que vive de su negocio y que, si este no va bien, lo pierde todo. Es una persona para la que su gente, la de la empresa, son como una familia, que se desvive por lo que hacen y que lo apuesta absolutamente todo por el negocio.
Joan Mateu: "Ser empresario es un deporte de riesgo, y se tiene que valorar"
Para que la sociedad funcione y la economía crezca, necesitamos puestos de trabajo y empresas. Y en las empresas, tienen que haber trabajadores, pero también empresarios. Y lo tenemos que poner en valor: tenemos el reto de mejorar la imagen del empresario. Nos jugamos nuestras empresas y nuestra economía.