La economía catalana y mundial sufrieron el choque más letal de las últimas décadas a raíz de la pandemia del coronavirus y las restricciones que se implantaron para hacerle frente. Un año y medio después de su aparición, la recuperación económica se está extendiendo y la región del Penedès-Garraf no es una excepción. La actividad en las comarcas del Alt Penedès, Baix Penedès y Garraf se ha ido restableciendo y algunos de los indicadores han vuelto a la situación de febrero de 2020.
El impacto inicial fue muy fuerte, especialmente en el Baix Penedès y el Garraf, donde el sector turístico y de servicios es más mayoritario. La afiliación cayó un 8,1% y un 7,3% respectivamente, mientras que el descenso en el Alt Penedès se situó en el 5,9 %. La caída de la contratación fue también más pronunciada en las dos primeras comarcas, donde se desplomó entre el 67 y el 79%; ante el 48 % vivida en el Alt Penedès. En los últimos meses, la recuperación ha sido más acelerada en el Baix Penedès y el Garraf, pero en la otra comarca ha sido más sostenida.
Así lo constata el informe de Coyuntura Económica de la Federació Empresarial del Gran Penedès.
Niveles prepandemia
Al Garraf la recuperación se ha acelerado los últimos meses, en paralelo al proceso de vacunación de la población, que es lo que ha permitido flexibilizar las medidas para combatir la expansión de la pandemia y recuperar así la actividad de las actividades turísticas, artísticas y de entretenimiento, que es una parte importante de la base económica comarcal. Así, la recuperación en la comarca se situaría en términos desestacionalizados a un 1,1% de la afiliación prepandemia.
En el caso del Baix Penedès, la economía comarcal presenta dificultades para conducir el proceso de recuperación en la misma intensidad que lo hace la economía catalana y las comarcas del entorno. Así, la curva de recuperación se ha mantenido con ritmos menores y, a pesar del muy buen comportamiento del mes de julio, los dos últimos meses presenta una dinámica negativa, dejando la recuperación al nivel de un 2,6% respecto a la situación prepandémica.
Desde el primer impacto, la recuperación en el Alt Penedès no ha sido quizás tan intensa, pero sí más progresiva, logrando a finales de septiembre casi la afiliación perdida por la pandemia (-1,2%)
El paro, volviendo a la normalidad
La situación se traslada también al mercado laboral. Por un lado, el número de personas desocupadas del Baix Penedès todavía se encuentra un 7,7% por encima del cual había el febrero de 2020, unas 589 personas más. Por el contrario, en el Garraf y el Alt Penedès, la mejora de la situación de los últimos meses ha permitido reducir el paro a niveles previos a la pandemia. Así el número de personas desocupadas se ha reducido en términos desestacionalizados respecto a febrero de 2020 en 40 y 87 personas respectivamente (un 0,5 y 1,6%). Con esta mejora las tasas se sitúan en valores de 2008 en las tres comarcas.
Incertidumbres por el futuro
Aún así, el proceso de recuperación se puede ver truncado por las amenazas exteriores que sobrevuelan la economía mundial y pueden tener un impacto local. El contexto económico global presenta importantes incertidumbres y riesgos que pueden afectar la actividad de las empresas y el consumo, cómo son el aumento del precio de las materias primeras y la rotura de las cadenas de suministros.
Estos factores podrían claramente rebajar las expectativas de recuperación y de crecimiento previstas por los próximos meses y, de hecho, la mayoría de organismos internacionales y nacionales ya lo están aplicando a sus predicciones de crecimiento. El estancamiento de la recuperación es una posibilidad más que real.