341 empresas han trasladado su sede social a las comarcas de Ponent, entre los años 2015 y 2020. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio que han elaborado investigadores de la Universitat de Lleida y la Universitat Pompeu Fabra por encargo de la Cambra de Comerç de Lleida. La documentación recoge cómo el 70% de las firmas que han llegado a Lleida proceden del resto de Catalunya. Casi la totalidad de estas (99,71%) son pymes. "Detectamos la dificultad para atraer empresas de gran dimensión", apunta Jordi Moreno, investigador de Economía y Empresa de la UdL.
El crecimiento de Lleida es superior en otros territorios del Estado con una densidad empresarial similar cómo Cantabria, Valladolid o Badajoz. Pese a las cifras, la marcha otras empresas ha provocado un saldo negativo de 87 negocios menos en la demarcación. El aterrizaje de nuevos proyectos solo compensa pérdida de actividad en sectores cómo el comercio, la construcción y la hostelería. Las tierras de Ponent juegan con desventaja en comparación con áreas próximas geográficamente: Huesca, Girona y Tarragona.
Los investigadores creen que para potenciar la marca empresarial de Lleida hay que reforzar la promoción de varios atractivos: la calidad de vida, la generación de talento cualificado, el potencial del Parc Científic i Tecnològic Agroalimentari, los costes del suelo industrial o la apuesta por actividades económicas emergentes. En los últimos tiempos, la Cambra de Comerç de Lleida también ha hecho un llamamiento a impulsar una conexión con los corredores ferroviarios y generar nuevos usos para el aeropuerto de Lleida-Alguaire.