Más de la mitad de los municipios del Anoia son micropueblos, con menos de mil habitantes, y casi un 85% tienen menos de 5.500 habitantes. Esto significa que en muchos de los pueblos no haya ningún comercio; en 11 de los 33 municipios de la comarca no hay ninguno o hay muy pocos. Estos son los datos que se desprenden de un estudio promovido por el Consejo Comarcal del Anoia y elaborado por la cooperativa Raiels, que concluye que casi 3 de cada 10 comercios, de este 85% de los municipios, cerrarán en los próximos 10 años si no encuentran relevo. MagalíBrugués está al frente de Cal Forner, en Castellolí, y lo tiene claro: "Las tiendas de pueblo somos como un pulmón porque la gente viene, hace tertulia y se relaciona. Hacemos un servicio social".
El presidente del Consejo Comarcal del Anoia, JordiParcerisas, ha explicado en declaraciones a la ACN que las conclusiones que se extraen del estudio son que la comarca está "tocada" a nivel comercial. Una situación, dice, que está "en sintonía con lo que está pasando en la Catalunya interior". "Cuesta mucho que los comercios se consoliden y se mantengan y también que proliferen nuevos", lamenta. El estudio pone sobre la mesa que desde el 2017 l'Anoia ha perdido casi un centenar de comercios (un 6,8% menos).
En 11 de los 33 municipios de la comarca no hay comercio
El tejido comercial es "imprescindible"
El trabajo ha analizado los comercios y farmacias de 28 de los 33 municipios del Anoia, ya que son los que tienen menos de 5.500 habitantes. De estos, 11 no tienen ningún comercio; 10 tienen menos de cinco comercios; 5 tienen entre 6 y 10; y 2 tienen más de diez. El documento también señala que no hay ninguna persona responsable de los negocios menor de 35 años y asegura que la clientela habitual se encuentra en la franja de edad de más de 65 años. El estudio apunta que más del 20% de los establecimientos tienen previsto jubilarse o cerrar en los próximos cinco años y señala que tienen dificultades para poder traspasar el negocio.
Parcerisas explica que el tejido comercial es "imprescindible" para los pueblos pequeños y una herramienta que ayuda a "frenar la despoblación". "Hay muchos municipios en los que lo más importante que tienen es el patrimonio arquitectónico y su comercio, y si los despojas de su actividad comercial, les queda poca cosa", expone. El presidente del Consejo cree que los ayuntamientos tienen en sus manos diferentes herramientas como "ponerlo fácil" a escala de tramitación de las licencias reduciendo la burocracia; hacer una regulación urbanística "que permita la implementación de comercios", o incentivos fiscales. En cuanto al papel del ente comarcal, Parcerisas destaca que es el de "diagnosticar y asesorar".