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Not so dark: una nueva cocina fantasma en Barcelona

La empresa francesa empieza a operar en Sant Gervasi en pleno debate sobre el auge de este tipo de negocios

El interior de la cocina fantasma Not sonido dark, que se ha establecido en Barcelona | ACN
El interior de la cocina fantasma Not sonido dark, que se ha establecido en Barcelona | ACN
ACN
Barcelona
25 de Marzo de 2021

Una nueva cocina fantasma funciona desde hace cerca de una semana en Barcelona. Según ha podido conocer la ACN, se trata de la empresa francesa Not so dark, que tiene capacidad de producir 2.000 platos diarias para repartirlos a domicilio. En pleno debate sobre el auge de este tipo de negocio en la capital catalana, Clément Benoit, cofundador de la compañía, se muestra satisfecho de los primeros días de puesta en marcha. Actualmente, el Ayuntamiento de Barcelona desconoce cuántas cocinas fantasma o darkkitchens hay en la ciudad porque no hay un registro de este tipo concreto de actividad.

 

En los barrios de Les Corts y Sant Martí, dos nuevos proyectos todavía en fase de construcción ya han puesto a los vecinos en pie de guerra y la Federació d'Associacions Veïnals de Barcelona (FAVB) pide a la administración que actúe y propone que las cocinas se instalen en zonas industriales. Mientras tanto, el consistorio estudia un plan de choque para abordar el fenómeno en auge a la ciudad y no descarta modificar la normativa para adaptarla al impacto que puede generar la actividad en el medio ambiente y en los vecinos.

Carlos Cervera es ingeniero y director de Projectum, compañía que hace proyectos de ingeniería, arquitectura o gestión documental para nuevos negocios, entre estos dark kitchens. Según él, en la ciudad ya hay más de una decena de cocinas fantasma operando, algunas "desde hace tiempo" a pesar de que la pandemia y las restricciones a la restauración han disparado el interés por ellas.

 

A la empresa emergente francesa Not So Dark no le gusta especialmente el nombre de darkkitchen, y de aquí el origen sobre el nombre de la compañía, que se ha fijado como objetivo liderar el mercado europeo de las cocinas fantasma. Barcelona representa su primera apertura fuera del mercado francés, donde ya tiene presencia en París, Niza y Burdeos, y en total pretende abrir 30 establecimientos durante 2021 en Europa.

"Desde el principio, nos dimos cuenta de errores que no teníamos que repetir en los nuevos locales; el primer error que cometimos fue no pensar en los vecinos y en la parte urbanística", explica a la ACN Clément Benoit. Por eso, el local que han elegido para operar desde Barcelona, ubicado en Travessera de Gràcia, tiene un tipo de antesala en el interior que funciona como un pequeño garaje donde los repartidores pueden acceder en moto o bicicleta y esperar a que los pedidos estén listos, para no tener que hacerlo en la calle.

Una semana de actividad

En total, la actividad en Barcelona emplea a 40 puestos de trabajo en plantilla y ofrece productos de hasta seis marcas virtuales de comida exclusivas para el reparto a domicilio. Después de abrir apenas hace una semana, Benoit se muestra satisfecho con el funcionamiento de la cocina y la recepción que están teniendo las marcas de comida que reparten a través de plataformas. "El mercado español está respondiendo muy bien, estamos muy contentos de operar en Barcelona", añade.

La polémica sobre este modelo de negocio no es ajena al conocimiento de los fundadores de la empresa, pero ellos aseguran que en sus cocinas se logra "un nivel de higiene, calidad y seguimiento". Carlos Cervera, director de Projectum, indica que "el problema no son las dark kitchens, es el miedo generalizado a un concepto, porque el negocio ya existía", señala. La pandemia, dice, ha sido un "detonante" y las peticiones que reciben para analizar técnicamente proyectos de macrococinas se han multiplicado por siete o por ocho.

"En 2020, hemos podido recibir tranquilamente más de 50 peticiones de cocinas fantasma", explica. Aún así, matiza que muchas de ellas no prosperan y quedan descartadas: "Como técnicos evaluamos la viabilidad del proyecto, y si vemos que no se cumplen los requisitos...esto marca la viabilidad y muchas peticiones caen". Cervera entiende el miedo o la incertidumbre vecinal hacia este fenómeno creciente pero hace un llamamiento a la calma. "Te pueden poner 10 cocinas debajo de casa, pero todo el mundo tiene que estar muy tranquilo que para que las 10 cocinas puedan abrir tendrán que pasar unas inspecciones", indica y cita como ejemplo inspecciones de humo, de electricidad, de ruido o de climatización, entre otras.