"El ritmo de digitalización de la ciudad se ha acelerado durante los últimos años, y nuestro entorno cada vez es más digitalizado". La directora de Formación e Innovación de BarcelonaActivaSaraDíaz reconoce en la ciudad la necesidad de adaptación a las frenéticas rutinas del mundo digital. Vivir a Barcelona , y más a la Barcelona postcovid, es en si mismo un reto tecnológico: los trámites, la asistencia sanitaria, el contacto con las administraciones o el acceso al ocio están completamente digitalizados. Las diversas brechastecnológicas toman cada vez más relevancia en entornos progresivamente más demandantes de competencias digitales. "El nivel de exigencia de conocimiento tecnológico no es el mismo ahora que hace unos años – apunta Díaz – y si no acompañamos esta transición, se pueden producir desajustes en la ciudadanía".
El regreso del Cibernàrium al distrito de Nou Barris después de su nacimiento allí hace 21 años responde precisamente a esta necesidad de acompañamiento. El equipamiento, que ya opera bajo la gestión de Barcelona Activa en el edificio MediaTIC del distrito 22@ y mediante varias bibliotecas y ateneos municipales, servirá para acompañar la formación, transición y adquisición de competencias digitales a las ciudadanas y ciudadanos de los barrios del entorno, con más de 300 propuestas formativas por todos los niveles en varios ámbitos digitales y tecnológicos. Díaz, en este sentido, entiende el programa del Cibernàrium como una forma de "priorizar la educación digital como una clave para llegar a una sociedad más competente y preparada por los retos" que pueden aparecer.
Díaz: "Si no acompañamos la transición digital, se pueden producir desajustes en la ciudadanía"
En el mismo sentido, el primer teniente de alcaldía de Barcelona JaumeCollboni afirma que la inauguración de este espacio al Parque Tecnológico de Barcelona Activa "lanza el mensaje que una ciudad cohesionada tiene que apostar por espacios como este en todos sus distritos". El regidor de distrito de Nou Barris y titular de Indudstrias Creativas, XavierMarcé, añade que el proyecto del Cibernàrium demuestra que las administraciones municipales están "unidas por un objetivo claro y contundente: recuperar, reestructurar y recuperar la ciudad de Barcelona", y, en especial, Nou Barris.
Necesidades de barrio
Tal como apunta Díaz, las brechas digitales a cerrar son diversas. La directora de Formación de Barcelona Activa apunta a varias causas de la desigualdad formativa y competencial en cuanto al uso de las tecnologías de la información y la comunicación y al entorno digital en general. La renta, el género, la edad o la procedencia marcan, generalmente, las capacidades y la asiduidad del uso de internet y otras herramientas tecnológicas por parte de las ciudadanas y ciudadanos. Nou Barris, en este sentido, se convierte en un entorno clave. Según Díaz, el distrito cuenta con "unos indicadores sociodemográficos que hacen un equipamiento como el Cibernàrium especialmente necesario".
La diversidad de la oferta formativa responde a esta multiplicidad de potenciales usuarios. Según los datos presentados por los ponientes, un 8% de los hogares barceloneses no tienen conexión a internet, y hasta un 25% hace un uso esporádico – todo y las nuevas exigencias digitales que se han acelerado todavía más con la pandemia. Más de un tercio, además, de las personas mayores de 64 años nunca han usado la red; y mientras que en el barrio de las cortes hasta el 96% de los ciudadanos reconocen hacer uso de las TIC; en Torre Baró, en el mismo distrito de Nou Barris, esta cifra no llega al 62%.
Collboni: "El sector tecnológico tiene mucho futuro en la ciudad, y por eso queremos dar la oportunidad a la ciudadanía a aprender estas nuevas competencias profesionales"
"La formación más profesional, más avanzada, se concentra al Cibernàrium del 22@, por las necesidades del distrito", apunta Díaz. A pesar de que las propuestas competenciales de más alto nivel también estarán presentes al equipamiento del Parque Tecnológico, a Nuevo Barrios la oferta se centrará más en formación a nivel usuario – precisamente para responder a las necesidades concretas de la población de los barrios de la zona, mucho más afectados por los factores demográficos que a menudo agravan la rendija tecnológica.
Economía creativa
La formación en un espacio como el Cibernàrium, además de aportar competencias básicas para las gestiones y necesidades tecnológicas del día a día, se marca también como objetivo participar del tejido empresarial, tecnológico y creativo de la ciudad. Tal como apunta Collboni, "El sector tecnológico tiene mucho futuro en la ciudad, y por eso queremos dar la oportunidad a la ciudadanía a aprender estas nuevas competencias profesionales". El plan, pues, es usar las instalaciones del equipamiento para enriquecer la fuerza de trabajo de la ciudad y hacerla más partícipe del creciente sector tecnológico barcelonés.
Marcé: "no se pueden solucionar los problemas sociales sin transformaciones económicas"
"En la ciudad de Barcelona hacen falta 15.000 puestos de trabajo al sector tecnológico que no se cubren – lamenta Collboni – y el Cibernàrium, entre otras iniciativas, tiene que servir porque mucha gente pueda formarse y cubrir esta demanda". Las medidas de Barcelona Activa dirigen, en este sentido, la problemática de la carencia de mano de obra cualificada para trabajar en muchas de las empresas que se instalan a Barcelona por su ecosistema tecnológico e industrial. "No tiene sentido – espeta el presidente del ente – tener personas en situación de paro y un sector especializado con tanta demanda de ocupación". Según el regidor, el objetivo final es "casar oferta y demanda" y cubrir las necesidades de un ecosistema empresarial que, afirma, "quiere quedarse a Barcelona y que sus trabajadores sean barceloneses".
La conexión entre economía y en torno social, además, acontece muy profunda en proyectos como el Cibernàrium. En palabras de Marcé, "no se pueden solucionar los problemas sociales sin transformaciones económicas" y, por lo tanto, ambas iniciativas tienen que ir de la mano. El equipamiento, según el regidor, tiene que servir para "volver a ligar las actividades sociales y de comunidad con la actividad económica de la ciudad y los barrios", de tal manera que el comercio y la empresa de la ciudad sean visibles a los acontecimientos culturales y populares que los distritos están recuperando en el escenario postpandèmia. Para conseguirlo, apunta el regidor de Industrias Creativas, el objetivo es doblar la apuesta por la capilaridad: "hay que descentralizar las actividades en todos los barrios del distrito, especialmente los más necesidades".