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Ramon Morell: "Lleida tiene que dejar atrás un modelo caducado basado en los salarios bajos"

El economista y exprofessor de la Universitat de Lleida analiza como la demarcación puede aprovechar sus fortalezas para ser más competitiva

El economista y exprofessor de la Universitat de Lleida, Ramon Morell
El economista y exprofessor de la Universitat de Lleida, Ramon Morell
Lleida
24 de Agosto de 2019

En un contexto de cambio de paradigma económico, donde la gestión de los recursos naturales se tiene que incorporar al mismo proceso productivo, Ramon Morell, economista y exprofessor de la Universitat de Lleida, reivindica un sector agroalimentario que elabore alimentos diferenciados y de calidad y una industria logística fuerte para que Lleida se posicione como una potencia económica y abandone un modelo excesivamente centrado en conseguir beneficios a expensas de los salarios.

 

Cómo tiene que aprovechar Lleida su liderazgo en el ámbito agroalimentario?

El sector agroalimentario de Lleida marca la pauta de toda Catalunya. Si unimos el ámbito primario (agricultura) y el agroalimentario (transformación) se constata que Lleida está un 35% por encima de Catalunya en la riqueza que genera. Pero también tiene algunas paradojas, como ser la demarcación con más cabezas de porcino, pero no disponer de ningún matadero. Así, la carne se envía a transformar a la comarca de Osona o Girona y se exporta directamente desde allí, con lo que se pierde el valor de la producción.

 

Cómo se puede retener esta riqueza perdida?

Las empresas tienen que optar por elaborar productos agroalimentarios de alto valor añadido y de calidad. Se tiene que pensar más en la calidad que en la cantidad. Es la única forma de conseguir una mejora de la competitividad y evitar el escape de esta riqueza generada que no vuelve.

"Tenemos que aspirar a ser una sede de distribución del sector alimentario"

Aún así, la balanza comercial de Lleida siempre presenta registros positivos...

Es cierto que la balanza comercial, la diferencia entre las exportaciones y las importaciones, da datos positivos. Pero resulta más importante analizar el grado de apertura de la economía. Este indicador muestra la diferencia entre las importaciones y las exportaciones y se referencia al PIB. En el caso de Lleida, se sitúa entre el 16 y el 19% del PIB, mientras que la media en Catalunya supera el 70%. Es un ejemplo que tenemos un sector industrial pobre que no importa materias primeras para transformarlas en productos finales. Esta debilidad se concreta en que aquí disponemos de los recursos y no cerramos el proceso entero de transformación. En Lleida, todavía exportamos aceite de oliva a granel. Otra forma de perder calidad del producto.

Todos los estudios también indican que una infraestructura capital, como el aeropuerto de Lleida-Alguaire, tiene más recorrido. Cómo podemos mejorar sus usos?

La logística es una de las herramientas de futuro de Lleida. Se tendría que trabajar mucho más. Estamos situados entre dos áreas económicas importantes, como el eje Barcelona-Zaragoza y por otra, cerca de un sistema urbano formado por Tarragona-Valls y Reus. Nuestro papel con las grandes ciudades tiene que ser complementario, pero en el caso de las ciudades tarraconenses tenemos que impulsar un servicio logístico del sector agroalimentario.

Para hacerlo posible, qué cambios necesita el aeropuerto?

Tendría que convertirse en un centro de transporte de mercancías. Necesitamos que cambie la estructura logística para que los productos alimentarios que se elaboran aquí se puedan mover de forma rápida. Igual que Inditex ha instalado en Zaragoza un almacén textil, Lleida tiene que aspirar a ser una sede de distribución del sector alimentario. Un verdadero hub y un polo de atracción de este ámbito. Esta área logística tendría que estar vinculada al uso del aeropuerto de Alguaire.

"El centro comercial tiene que estar dentro de la ciudad y también se tiene que estudiar si hay masa crítica suficiente para que se instalen los tres que están proyectados"

Otra carencia de Lleida es la inexistencia de un modelo comercial definido. Cómo lo solucionamos?

Tradicionalmente, en la estructura económica de las comarcas de Ponent el sector que tiene más peso son los servicios. Es posible que Lleida necesite un gran centro comercial y hasta creo que no se puede parar su implantación. Pero pienso que tiene que estar dentro de la ciudad y también se tiene que estudiar si hay masa crítica suficiente para que se instalen los tres que están proyectados: Carrefour, Torre Salsas y el Pla de l'Estación, impulsado por Metrovacesa. Personalmente, no lo veo factible. Eso sí, si hacemos uno, que esté dentro de la trama urbana.

Y cómo afectará las tiendas tradicionales de una área tan consolidada como el Eje Comercial?

Desgraciadamente, la mayoría de tiendas presentes en la calle Mayor y al Eje Comercial son franquicias. Ellas serán las primeras que también irán a un hipotético centro comercial a la estación de tren para evitar la competencia. A los tenderos, igual que a las empresas del sector agroalimentario, no les queda otro que especializarse y concentrar la oferta. Una posible solución es que si muchas tiendas venden productos similares, creen cooperativas de compra para ajustar precios y ser más competitivas. Para diferenciarse, también tendrían que ofrecer una atención al cliente personalizada y exquisita.

"Si muchas tiendas tradicionales venden productos similares, necesitan crear cooperativas de compra para ajustar precios y ser más competitivas"

La demarcación siempre ha destacado para tener una tasa de paro baja. Este dato parece positiva para la economía.

La tasa de paro de Lleida es la más baja de Catalunya, pero también lo es la de actividad. El tejido productivo está integrado básicamente por autónomos y empresas familiares con pocos asalariados. Esta situación revierte en unos trabajadores que cobran unos salarios bajos y que cuando llegan a la edad de jubilación, también perciben unas pensiones bajas. Aunque la tendencia la tienen que cambiar las pymes y las grandes empresas.

Qué tienen que hacer para mejorar esta baja competitividad?

La receta es crear más productividad. La competitividad de las empresas tiene que venir por la vía de la calidad y del trabajo cualificado. Ya se ha acabado la era de buscar beneficios a cualquier precio, ofreciendo unos salarios bajos. Lleida tiene que dejar atrás un modelo caducado basado en los sueldos ajustados. Este sistema ya no sirve. Los salarios altos, el valor añadido, la calidad y la especialización forman parte de la solución.