Después de la fuerte sacudida que representó el paso del temporal Gloria, la cosecha de sal del delta del Ebre se recuperará este año en buena medida, con una producción estimada de unas 80.000 toneladas. Esta es la previsión que hace la empresa Infosa, encargada de la explotación de las salinas de la punta de la Banya en el inicio de la campaña, que empezará finalmente este martes. No será una producción "extraordinaria", por las lluvias y las dificultades de evaporación durante la primavera, pero sí superará de largo las 39.000 toneladas del año pasado.
Lejos de las más de 90.000 o 100.000 toneladas que han llegado a salir de las salinas de la Trinitat, la campaña que arranca este martes –las precipitaciones de este lunes han obligado a posponer un día el inicio de los trabajos, en los que participarán 54 trabajadores y numerosa maquinaria- marca el camino hacia la recuperación de los volúmenes de producción habituales. "Es una cosecha que demuestra que nos vamos recuperando del temporal Gloria y que nos anima a continuar. No será extraordinaria pero sí dentro de lo que podemos decir la normalidad", ha valorado el gerente de Infosa, Joan Sucarrats.
Las lluvias de la pasada primavera, poco abundantes pero bastante continuadas, han evitado que la campaña sea extraordinaria. Especialmente, porque el agua y las nubes no permitieron una evaporación adecuada durante aquellos meses. También se verá afectada, en este sentido, la producción de flor de sal, que se situará alrededor de las 18 toneladas. Con las balsas de evaporación inundadas y la barra del Trabucador cortada al tráfico, la parada de la producción por los efectos del Gloria durante seis meses amenazaba también el mantenimiento del fondo de comercio de la empresa. Según Sucarrats, a pesar de que algunos clientes dejaron de comprar a raíz de la parada, la cartera se ha podido mantener en torno al 95%.
La producción va principalmente destinada a los sectores industrial y la agroindustria, al tratamiento de aguas, coloración salina, sector farmacéutico, deshielo de carreteras y también a la alimentación a través de los grandes supermercados. Europa y Estados Unidos son los principales destinos. Poder alcanzar estos mercados, insiste la empresa, depende en buena medida de la integridad de la barra del Trabucador como zona de paso de los camiones que transportan la sal. Infosa continúa trabajando en la tramitación del proyecto de una vía marítima alternativa de transporte, a través del puerto de Sant Carles de la Ràpita.
"Es lo que nos tiene que asegurar la continuidad más allá de si la barra del Trabucador es o no es transitable. No podemos depender de una barra del Trabucador que vemos que cada vez tiene más problemas y tenemos que tener una salida garantizada", apunta. De momento, el proyecto continúa pendiente de la autorización ambiental que estudian los gobiernos español y catalán, así como la concesión para poder construir un muelle de carga en la propia punta de la Banya. Infosa prevé poder empezar a construir estas estructuras a principios del próximo 2022 para poder empezarlas a utilizar, si es preciso, a partir de la propia campaña próxima.