Un San Juan "de baja intensidad"

El sector pirotécnico lo afronta con la previsión de una caída del 25% de las ventas, este año por internet, petardos de baja intensidad y quejas para no poder abrir las casetas en l'Hospitalet de Llobregat, Cerdanyola del Vallès o Santa Coloma de Gramenet

Uno de los establecimientos de Petardos CM, con usuarios llevando mascareta higiénica | Cedida
Uno de los establecimientos de Petardos CM, con usuarios llevando mascareta higiénica | Cedida
Lleida
23 de Junio de 2020

El fuego lo purifica todo. Este verano, marcado por el Covid-19, las mascarillas y la distancia social, parece que también ha salvado la celebración de la verbena de San Juan. La fiesta se podrá llevar a cabo, pero con variaciones impuestas por la situación sanitaria. Los encuentros podrán ser de 20 personas en el ámbito familiar y en los acontecimientos al aire libre, el aforo máximo permitido será de 800 participantes sentados.

 

La nueva normalidad de la verbena, marcada por la fase 3 de la desescalada por la pandemia del coronavirus, también ha hecho reorientar las estrategias de los vendedores de petardos. Las tradicionales casetas, que forman parte del paisaje que anticipa la llegada del verano, sólo han abierto una semana antes, y las tiendas, donde no se permite la venta online, han optado por los pedidos por encargo que se tienen que recoger en el establecimiento para evitar las aglomeraciones. Así mismo, el ruido de los petardos y las bombas será menos fuerte porque los espacios de celebración se adaptan al confinamiento. De las calles se pasa a balcones, terrazas, azoteas, patios y jardines.

 

El sector pirotécnico, que ha hecho mucha pedagogía para explicar cómo utilizar los petardos, ha impulsado lotes de materiales según las edades y la intensidad del material. Desde la Asociación de Fabricantes y Mayoristas de Cataluña de Fuegos de Artificio (Afimac), se asegura que el planteamiento de la verbena se realizó como "si se tuviera que celebrar en periodo de confinamiento". Su presidente, Josep Maria Vilardell, respira aliviado desde que las autoridades autorizaron la celebración de la verbena. "Veníamos de unos meses horribles por la cancelación de las Fallas y perderíamos el trabajo de todo un año si no tuviera lugar San Juan". De hecho, en València el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con una decena de empresas pirotécnicas que tenían que disparar varios espectáculos durante el mes de marzo pero que no lo pudieron hacer por la evolución de la pandemia internacional. El acuerdo establece que el Ayuntamiento avanza ahora un 80% del pago que tenían que recibir las pirotecnias, que dispararán este año –en una fecha y unas condiciones todavía por confirmar-; y el 20% restante del pago también lo recibirán este año.

 

Vilardell: "Veníamos de unos meses horribles por la cancelación de las Fallas y perderíamos el trabajo de todo un año si no tuviera lugar San Juan"

Aparte de la pandemia, el sector pirotécnico ha pasado un año difícil. El 8 de mayo finalizaba el plazo para adaptarse a un Real decreto de 2015, el cual establecía la necesidad de emprender reformas e inversiones en la seguridad, el sistema de alarmas y contra incendios. El gasto, dependiendo de sí es un local o un almacén, oscila entre los 15.000 y los 100.000 euros. Vilardell recuerda que, una vez el sector ha tenido el visto bueno de la Administración, "nos pusimos a trabajar en fórmulas para vender material adaptado a los nuevos escenarios de la verbena, como la casa o el jardín".

Menos ventas y petardos adaptados

A pesar de que este año la previsión es que se comercialicen petardos de menores intensidad, los que forman parte de las clases F1 y F2, pensados para jóvenes de hasta 18 años, Vilardell espera que "el hecho que la gente tenga ganas de celebración después de los meses que hemos vivido, puede compensar que sean más pequeños".

Una botiga de petards oberta ja en la desescalada | Cedida
Una tienda de petardos abierta ya en la desescalada | Cedida

 

El Aficam recuerda que los preparativos para vender los petardos en las casetas, como los permisos de actividad y los de ocupación de la vía pública, se empiezan a tramitar en enero. En este contexto, la asociación ha negociado con los ayuntamientos la instalación de los equipamientos en las calles. Algunos consistorios, como el de l'Hospitalet de Llobregat, Cerdanyola del Vallès o Santa Coloma de Gramenet han vetado su presencia, argumentando motivos de seguridad por la pandemia. "Es cierto que es un artículo peligroso, pero siempre lo ha sido. Tampoco nos convence la razón de que se producen colas, que también están presentes en los supermercados y en otros lugares", lamenta Vilardell.

Otras poblaciones, como Barcelona, Badalona y Sant Feliu de Llobregat sí que han permitido la venta de petardos en las casetas. En total, está previsto que abran unas 700, por debajo del millar que lo hicieron el año pasado. El sector pirotécnico se ha adaptado a la Covid-19 incrementando las medidas de seguridad y reorganizando su estructura, en la cual se ha priorizado la venta por encargo. La previsión de la Aficam es llegar a los 12 millones de euros de facturación, un 25% menos que en 2019.

Nuevas formas en las fiestas populares

Esta verbena de San Juan puede ser el preludio de una nueva realidad, que también cambiará la forma de celebrar las fiestas populares. Así lo cree Alba Colombo, la investigadora principal del proyecto europeo de investigación Festspace, que analiza los cambios en los espacios públicos y las celebraciones culturales. Colombo, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), describe un nuevo escenario, en el cual "los acontecimientos culturales más comerciales han pasado a ser virtuales y los de fiestas populares se han resistido a la cancelación con nuevos espacios e interacciones". Como ejemplo, indica el Corpus, la Feria de Abril o la verbena de San Juan.

Alba Colombo (UOC) cree que el Covid-19 dejará un legado de "fiestas populares familiares y en ámbitos más reducidos" y una reducción de las celebraciones masivas

El denominador común de estas iniciativas recae en la búsqueda de lugares que se encuentran en el límite entre el ámbito público y el privado, como los balcones o terrazas, donde se establecen nuevas relaciones sociales entre vecinos. Por Colombo, las concentraciones y expresiones culturales de antes y después de los aplausos de homenaje a los sanitarios han creado escuela. En este punto, el Covid-19 también dejará como herencia un nuevo enfoque en la organización de las fiestas populares, que serán más intimas e innovadoras y cada vez más alejadas del modelo de espectáculos masivos.