El Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet impulsa la modificación del plan de usos urbanísticos para hacer "prácticamente imposible", según fuentes municipales, que se implanten nuevos alojamientos de uso turístico (HUT). El nuevo marco legal, que se aprueba este lunes en el pleno, establece que los pisos turísticos que quieran obtener licencia deberán hacerlo en edificios unifamiliares y fuera de los ejes comerciales. En el conjunto de la ciudad se prohíbe su implantación en bloques de pisos residenciales, excepto en los barrios de Safarejos y Llatí. Allí, sin embargo, se establece una distancia mínima de 300 metros entre HUT y HUT. También se fija esta distancia en caso de que se quieran abrir pisos turísticos agrupados en un único edificio en cualquier punto de la ciudad.
La nueva regulación llega cuando está a punto de vencer el plazo de un año de suspensión de licencias urbanísticas, aprobado a finales de noviembre de 2023, y que ahora se prorrogará un año más. El Ayuntamiento toma la decisión tras haber constatado "una proliferación de consultas" sobre la situación de los alojamientos de uso turístico en la ciudad.
En el conjunto de la ciudad se prohíbe su implantación en bloques de pisos residenciales, excepto en los barrios de Safarejos y Llatí
Y es que, según el consistorio, este es un tipo de alojamiento que "fomenta la especulación" en un territorio con problemas de acceso a la vivienda: "Afecta directamente la dimensión del mercado de alquiler de vivienda permanente y habitual, desencadenando una crisis de la vivienda y una escalada de los precios de los alquileres".
Según relata el ejecutivo local, además, este impacto "alimenta los procesos de gentrificación" y "afecta negativamente la convivencia y el descanso de los vecinos". El gobierno de Mireia González detalla que esta es una problemática "especialmente grave" para una ciudad como Santa Coloma, con grandes densidades de población.
Por el contrario, el plan de usos urbanísticos no impone ninguna limitación a la apertura de hoteles y permite su "libre implantación" en todo el término municipal. La normativa también es menos restrictiva con hostales, pensiones, albergues o residencias de estudiantes, en comparación con las limitaciones establecidas para los pisos turísticos.