El sector turístico de la Costa Daurada cierra este agosto con una ocupación de entre un 90% y 95%. Son cifras similares a las de 2022, pero lejos de las previsiones iniciales que auguraban un año "extraordinario". La presidenta de la Federación Empresarial de Hostelería y Turismo en la demarcación de Tarragona (FEHT), Berta Cabré, ha afirmado que han recuperado "la estabilidad" después de un julio atípico por el bajón del mercado belga y francés. Además, justificó las cifras por la inestabilidad meteorológica y la inflación. En las Terres de l'Ebre, los alojamientos rurales han registrado cerca de un 80% de ocupación, lo que les ha permitido salvar los muebles de esta temporada. Por el puente del 11 de Septiembre confían llenar al menos la mitad de las casas.
El sector turístico tarraconense y ebrense celebra la recuperación este agosto de los turistas franceses, belgas y holandeses después de un julio con una ocupación más baja. Sin los rusos, que era el tercer mercado internacional en la Costa Daurada, los irlandeses se han convertido en el mercado que más ha crecido esta temporada mientras que el británico se ha mantenido con una "cierta estabilidad".
Aunque las cifras de ocupaciones en los establecimientos hoteleros, campings y apartamentos turísticos se han cifrado en torno al 90% y 95%, no se han cumplido las expectativas iniciales. "A principios de año, hablábamos de una previsión de un año extraordinario, durante el año hemos visto que no podría ser el año de récord", ha señalado Cabré.
Sin los rusos, que era el tercer mercado internacional en la Costa Daurada, los irlandeses se han convertido en el mercado que más ha crecido
Según la presidenta de la FEHT, la inestabilidad meteorológica, tanto por exceso como no de calor, ha influenciado la decisión de los turistas a la hora de no viajar al destino o quedarse en casa. "Hemos tenido irregularidades y una serie de variables que han ido cambiando, sumada a la inflación, que también ha supuesto que algunas personas y familias decidieran cambiar su destino y realizar unas vacaciones más domésticas", indicó.
Cabré también ha explicado que los clientes reservan cada vez más a última hora. Lo hacen entre 24 y 48 horas antes de su llegada. "Hemos tenido un cliente muy polarizado que ha reservado o muy pronto, de ahí nuestras expectativas de tener una muy buena temporada, pero que después se frenaron porque hubo un paro muy fuerte de la reserva", añadió.
En cuanto a las previsiones de cara a este septiembre, el gremio confía en que sean buenas aprovechando el reclamo de los acontecimientos culturales y gastronómicos del territorio, así como la oferta de PortAventura World para este otoño. "Hasta diciembre diciembre pensamos que podemos continuar con esta actividad turística. Evidentemente, en el corazón del verano es donde hay más grueso de clientes, pero vemos que se desplaza un poco -el turismo- por la buena climatología", ha apostillado. dicho Cabré.
Ocupaciones del 80% en las casas rurales del delta
En las Terres de l'Ebre, los establecimientos rurales del delta han registrado este mes de agosto una ocupación cercana al 80%. "Es una buena cifra, pero no ha sido la alegría de los otros años", ha puntualizado el presidente de la Asociación de Turismo Rural de las Terres de l'Ebre (Aturebre), Juanjo Bel. Aunque, en general, considera que la temporada ha sido positiva, Bel ha remarcado que en los primeros meses de veranos las cifras de empleos bajaron "estrepitosamente" y se cifraron en torno a un 30%. "Agosto se salva un poco, pero junio y julio han sido flojos", ha aseverado.
Según Bel, los factores que han influido en ellos son, por un lado, el hecho de que la gente prefiera viajar al extranjero y, por otro, la proliferación de las viviendas turísticas. "Hace tiempo que hemos notado el exceso de oferta, se ha disparado en muchos sentidos, desde los bungalows de los campings a las viviendas turísticas que están saliendo por todas las esquinas", ha comentado. Por último, desde Aturebre prevén una ocupación de entre un 40% y un 50% para el puente del 11 de Septiembre. Así, confían llenar los establecimientos rurales en el fin de semana largo de la Diada.