• The Collider, la 'celestina' entre investigación y empresa

The Collider, la 'celestina' entre investigación y empresa

El programa busca acercar los investigadores de los centros de investigación con emprendedores para que las innovaciones lleguen al mercado y tengan un impacto en la sociedad

The Collider quiere facilitar la conversación entre investigación y empresa | iStock
The Collider quiere facilitar la conversación entre investigación y empresa | iStock
Barcelona
21 de Febrero de 2019

Muchas veces parece que la investigación y la empresa vivan en dos mundos paralelos y que son incapaces de cruzarse en ningún punto. Unos se cierran a los laboratorios o centros de investigación a encontrar las últimas innovaciones que puedan mejorar el día en día de las personas y los otros están en la calle en lucha constante para colocar su producto en el mercado. Pero por qué no aprovechar los conocimientos y habilidades de unos y otras para sacar productos o servicios todavía más disruptius? Acercar estos dos mundos porque inicien una conversación es el objetivo de The Collider , un programa impulsado por la Mobile World Capital que quiere hacer de celestina entre los investigadores y los emprendedores

 

Barcelona no sólo es un grande hub emprendedor y tecnológico, sino que también cuenta con un gran número de centros de investigación que trabajan día en día para sacar las últimas innovaciones en el mundo de la ciencia. "Nuestro territorio tiene una excelencia científica a escala mundial, con investigadores de renombre y universidades que producen casi el 3% de los papeles de todo el mundo", señala el director de The Collider , Oscar Sala. Ahora bien, esta excelencia científica no se transforma en valor de mercado. "De los 30.000 dólares de regreso que recibe España por su investigación, en los Estados Unidos son 7 millones", añade.

 

Por qué hay este gap entre universidad y empresa? Tal como apuntaba el doctor en informática y catedrático de la UIB, Llorenç Valverde, en una entrevista a VÍA Emprendida, "la frase habitual es que la universidad se tiene que acercar a la empresa. Yo creo que es un camino que tienen que recorrer los dos. La empresa está muy cómodo allá donde está, pero quizás no le iría mal hacer pasas hacia la universidad". Para Sala, "parte de la investigación no se transforma en valor de mercado porque la universidad y la corporación no hablan el mismo idioma y no hay nadie que haga esta traducción entre las dos partes". 

The Collider té un espai al Pier 01, bressol de molts emprenedors

The Collider té́ un espacio al Pier 01 del Barcelona Tech City, cuna de muchos emprendedores | P.A.

El director de The Collider explica que en el ámbito de la investigación hay tres estadios diferentes: el primero es el de investigación básica, que se tiene que hacer sin un enfoque en el mercado; al otro extremo hay la corporación, que cuando ve que hay una tecnología que los puede ayudar, invierte en ella y lo coge sin pensarlo. "El problema se encuentra en la fase del medio, en la cual el investigador ha hecho la investigación, empieza a funcionar, pero está en un idioma que la corporación no entiende porque todavía no es una tecnología bastante madura", explica Sala. Es en esta fase donde The Collider quiere tener un papel esencial: "La corporación entiende del día a día y de la innovación de su sector, los investigadores entienden de la investigación, pero se necesita alguien que sea emprendedor y que sea capaz de crear un equipo mix que una estos dos mundos", añade. 

Cómo muy bien apuntaba Valverde, "es este pensar diferente de las universidades y las empresas donde las dos partes tendrían que hacer un esfuerzo para converger". 

The Collider, combinación de talento

Precisamente con el fin de mejorar la conversación entre la universidad y la empresa nace en 2017 The Collider, una iniciativa que pretende "transformar esta excelencia científica que tenemos en soluciones de mercado que mejoran la vida de las personas o resuelven retos de la industria", explica su director general. Con este objetivo a la cabeza, el programa se basa en tres ejes fundamentales: el primero de todos es que la investigación tiene que responder la antes posible a retos sectoriales. Desde Collider se focalizan en aquella parte de la investigación que ya se ha validado en el laboratorio, que empieza a funcionar, pero que todavía es demasiado joven porque una corporación lo adopte. Así, seleccionan investigaciones relacionadas con cuatro sectores principales: industria, movilidad, energía y salud.

Sala: "Si queremos que las cosas funcionen necesitamos la combinación de varios actores: corporaciones, inversores, científicos y emprendedores"

 

En las ediciones, que van del mes de noviembre al mes de junio, se seleccionan 10 proyectos del ecosisema científico y se combinan con el talento. "De aquí el nombre de collider , que significa combinación. En este caso es combinación de talento, puesto que si queremos que las cosas funcionen necesitamos varios actores: corporaciones, inversores, científicos y emprendedores", señala Sala. Es por eso que el segundo eje del programa se centra a buscar el mejor talento y crear los mejores equipos para liderar estos proyectos. Normalmente se forman equipos de tres personas, en los cuales hay dos emprendedores y un científico. Un talento que proviene de todo el mundo, a pesar de que con la restricción -por temas legales- que los solicitantes tienen que disponer de un visado. El año pasado el programa recibió 1.500 solicitudes de 61 países. 

Y finalmente, el tercer eje clave es el acompañamiento. The Collider es un venture builder que tiene como objetivo "crear impacto y riqueza en nuestro territorio a partir de mejorar la conversación entre investigación y empresa", puntualiza Sala. Es por eso que desde el programa se centran mucho a validar la tecnología desarrollada y que esta realmente tenga un sentido en el mercado. Será por este motivo que, de los 10 proyectos que entran en cada edición, se crean entre un 50 y un 60% de empresas, de las cuales un 80% siguen vivas a la cabeza de tres años.

Cuatro startups en marcha

The Collider se encuentra en este momento en el ecuador de su segunda edición, iniciada el pasado mes de noviembre. Ahora bien, antes se hizo una prueba de concepto para ver si el mecanismo del programa funcionaba, del cual salieron dos proyectos potentes y que ahora mismo son compañías con unos 10 trabajadores en plantilla. Una de ellas es Saalg Geomechanics, una startup que utiliza la inteligencia artificial para reducir hasta un 50% los costes de la obra civil. Su tecnología ya ha sido validada por grandes constructoras como DHL, Ferrovial o Cemex y ya está funcionando en muchos países de América Latina. La segunda surgida de la edición cero es Pharmacelera, que ayuda los laboratorios a reducir el tiempo de desarrollo de fármacos y también su coste. 

"De los 10 proyectos de cada edición de Collider, se crean entre un 50 y un 60% de empresas, de las cuales un 80% siguen vivas a la cabeza de tres años"

 

Pharmacelera es una excepción y entró en la edición piloto del Collider cuando la empresa ya estaba constituida. Pero aun así el programa "nos ha aportado un mentoring que nos ha permitido pensar en como escalar la compañía y al profesionalizar la organización y los procesos", explica su CEO, Enric Gibert. "Además del networking y la visibilidad que ofrece un programa y un espacio por donde pasan muchos actores del ecosistema", añade. 

La startup aplica el machine learning, la inteligencia artificial y algoritmos complejos de mecánica cuántica por el descubrimiento de nuevos fármacos. Utiliza una plataforma computacional que identifica moléculas dentro de bases de datos e indica cuáles tienen más probabilidades de convertirse en un medicamento. "De este modo se pueden reducir los costes de un proyecto de I+D en 500 millones de dólares y mejorar también las probabilidades de éxito de una molécula", explica Gibert. Pharmacelera, que entró en el mercado a mediados del año 2018, ya tiene los primeros clientes -entre los cuales hay lo Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)- y está empezando a facturar. 

L'equip fundador de RheoDx al Pier 01 del Barcelona Tech City

El equipo fundador de RheoDx al Pier 01 del Barcelona Tech City | Cedida

Ya en la primera edición del programa, se crearon cuatro compañías de los ocho proyectos que participaron. Una de ellas es RheoDx, "una startup que con seis meses de vida está generando mucho interés en los inversores", apunta Sala. La empresa desarrolla una solución portátil que mejora la eficiencia en el seguimiento de pacientes con enfermedades hematològiques. El dispositivo, conectado a la nube, permite detectar anomalías de las células con sólo una gota de sangre. "Actualmente en el mundo se realizan 120 millones de transfusiones al año y un 20% de ellas son innecesarias. Esto sucede porque los médicos no tienen métricas concretas para determinar el número de bolsas a transfondre, lo cual supone un sobrecost de 4 billones de dólares al año", explica uno de los fundadores y CEO de RheoDx, Oliver Balcells. Gracias a su tecnología, se podría reducir mucho el coste a escala global. 

La startup, nacida de la unión de Balcells, economista y experto en finanzas, el ingeniero Joan Grasas y la bióloga Samantha López. Tres personas de tres ámbitos muy diferentes y que no se conocían pero que gracias al Collider han conseguido montar un proyecto juntos que prevé llegar al mercado el 2020. La startup ya ha cerrado una campaña de crowdfunding de 350.000 euros y ha recibido una ayuda de 75.000 de la Startup Capital Acción y un préstamo Enisa de 150.000 euros. Una financiación que esperan ampliar con una segunda ronda el próximo año de entre 1,5 y 2 millones de euros para llegar al mercado. 

Cada vez más cerca

El junio finalizará la segunda edición de The Collider y se darán a conocer los proyectos que tienen posibilidad de sacar un producto innovador y disruptiu al mercado. Y es que "el programa funciona y los indicadores nos dicen que todo el que generamos tiene utilidad para las corporaciones y los inversores", señala Sala. Es por eso que para la tercera edición quieren ir algo más allá y dar todavía más protagonismo a las corporaciones. "Es muy importante quehaya corporaciones dispuestas a convivir con los emprendedores y los proyectos de investigación desde el primer día", añade. 

Además, aparte de los cuatro ámbitos de los proyectos, quieren ir también cross-sector, es decir, seguir con salud, energía, industria y movilidad pero cruzándolos. "Y si traigo la salud al coche o a la industria? Si pensamos en retos muy ambiciosos y combinamos tecnologías, crearemos soluciones realmente diferentes y disruptives", comenta el director general de The Collider. Y, finalmente, se ampliará a 15 el número de proyectos aceptados en la tercera edición. Señales que el proyecto es sólido y que la conversación entre universidad y empresa cada vez es más fácil y está más cerca.