No podíamos ponerle un nombre más explícito a nuestra candidatura. ¿Por qué? Porque pensábamos que debíamos explicar lo que somos y nuestro principal objetivo: Revertir el enfoque de la estrategia de la Cámara de Comercio de Barcelona de la última legislatura. Porque la Cámara debe gestionarse como una compañía, no como un partido político asambleario. Porque debe tener independencia de las administraciones gobernadas por los políticos y porque debe ser su principal interlocutor desde el empresariado, actuando como complemento úril de patronales, asociaciones empresariales, colegios y gremios. Porque no debe encerrarse en un reducto de negacionismo institucional, sino porque debe querer ser el impulsor y el valedor de los principales retos infraestructurales y económicos de Catalunya. Porque la defensa del empresariado debe realizarse desde interlocutores válidos y representativos de todos y todas las tipologías de empresa (grande, pequeña y mediana), autónomos y autónomas; y no desde minorías no representativas de la realidad empresarial.
Las elecciones de Cámara nunca han movilizado el voto del empresario, y por tanto sólamente un tres por ciento del censo ha decidido sobre sus órganos. Una mayoría que no representativa de la transversalidad y la realidad del empresariado de nuestro territorio. Miren a sus representantes actuales y valoren si son representativos de todas las tipologías de compañías que forman el entramado de la empresa catalana. La Cámara representa a más de 400.000 empresas diversas, diferentes y únicas, por este motivo, queremos que el pleno que salga como representante no sea excluyente, sino inclusivo. Por eso no hay mejor alternativa que sus empresarios. ¿Qué queremos? Que sea lo más plural, lo más poliédrica, lo más transversal, lo más útil y lo más significativa posible. El tejido asociativo siempre ha sido un signo distintivo y diferencial de Catalunya. La Cámara no puede representar visiones histriónicas, ni representar a colectivos muy concretos y singulares, tampoco debe ser la poltrona de un nicho del empresariado. No se puede despreciar a ningún grupo, ni a la gran empresa por el hecho de serlo, ni tampoco a aquellos que representan a grupos internacionales, pero que están afincados en Catalunya y nos dan riqueza. Desde su fuerza colectiva, debe representar a la mayoría de los empresarios para ser el espejo de la sociedad civil catalana que quiere vertebrar el país. ¿Adscripciones políticas? Las justas, las necesarias, para poder ser siempre un organismo crítico con las administraciones cuando sea necesario; pero ayudándolas a impulsar los principales retos económicos y de infraestructuras. La Cámara no debe tener ni políticos, ni consignas políticas que la gobiernen.
La Cámara no puede representar visiones histriónicas, ni representar a colectivos muy concretos y singulares, tampoco debe ser la poltrona de un nicho del empresariado
La única ideología que la institución debe tener es hacer al país más fuerte desde la defensa de su economía. Recuperar la esencia de la Institución es nuestro principal objetivo, para poder defender los intereses del mundo empresarial para tener un país económicamente más sólido. Sin las infraestructuras mínimas y una buena financiación no conseguiremos que Catalunya sea competitiva como necesitan las empresas y la sociedad.
Queremos los Gremios, los Colegios Profesionales, las Asociaciones Empresariales y las Patronales integradas con representantes en los órganos de gobierno de Cámara, no como invitados, sino elegidos como miembros del pleno. La Cámara debe ser la gran casa del empresariado, la que vele por tener un país sólido económica y estructuralmente. Menos consignas y más hechos que consoliden una apuesta clara por la economía de Catalunya.
Sumar desde la unidad de los empresarios no se puede alcanzar desde una posición radicalizada, es necesario constituir un amplio consenso que sume todas las voluntades y visiones. Nadie debe quedarse fuera.
Sumar desde la unidad de los empresarios no puede alcanzarse desde una posición radicalizada
Tenemos la voluntad de recuperar el prestigio, relevancia e influencia de la Cámara en el día a día, pero también en los grandes temas del país. ¿Hoy representa esto? Tenemos muchas dudas. Se ha erosionado su patrimonio y credibilidad institucional. Es necesario que vuelva a ser una institución escuchada y respetada para todos. Que participe en todos y cada uno de los debates públicos mediante una actitud propositiva, no radicalizada. Que esté representada en Barcelona, Catalunya, Madrid y Europa para sacar réditos económicos y prestigio de país. No estar, es no decidir, es no contar, es no recoger sus resultados. Si conseguimos gestionar la Cámara, reorganizaremos una institución que debe ser la piedra angular de la fuerza empresarial del país.
Las candidatas y candidatos que forman la candidatura de Va de Empresa son mayoritariamente empresas designadas para sus gremios (automoción, comercio, restauración, artes gráficas y talleres), por sus colegios profesionales (apis, agentes comerciales), y sus asociaciones empresariales (transporte de mercancías, centros educativos, establecimientos sanitarios, farmacéuticos), así como autónomos que están federados en entidades profesionales (taxistas y peluquerías). También contamos con empresas referentes en sus sectores: Ficosa, Ametller, Colonial, Cepex (del grupo Fluidra), Comsa y Focus. Esa pluralidad nos hace fuertes, nos hace representativos de Catalunya.
Tenemos una única motivación, queremos hacer un país más fuerte e independiente a nivel empresarial. La Cámara es mucho más que una empresa, pero debe gestionarse como la mejor de las empresas. Haremos empresa desde los órganos de gobierno de la Cámara, que es la mejor forma de contribuir a un futuro próspero para nuestra sociedad que tienen los empresarios. Le corresponde ser un organismo que lidere y empodere el comercio y la industria para hacer a Catalunya un país más próspero y competitivo.
Haciendo Cámara, haremos país.