El 85% de los empleados de todo el mundo se sienten desvinculados de su lugar de trabajo o "no comprometidos". Además, sólo el 50% de los trabajadores tienen claro qué se espera de ellos en el trabajo. Esto propicia la improductividad del trabajador, una improductividad que cuesta a la empresa entre un 150% y un 300% adicional al salario del trabajador. Estos son datos del estudio de Gallup, una consultoría estratégica de México que trabaja a nivel internacional, datos que demuestran que es importante hacer un cambio en la manera de funcionar de las empresas y, sobre todo, de sus líderes, pero que hasta ahora no se había dado respuesta. Si bien es cierto que muchas compañías ya se caracterizan por ofrecer a sus empleados fruta fresca o ponerles una mesa de ping-pong en una terraza con vistas a la ciudad, también lo es que, a pesar de que la vertiente más social y de ocio quede cubierta en el trabajo, el empleado puede no tener claro su propósito ni sus objetivos. Y esto afecta directamente a la empresa. Con la inquietud de no ver cubiertas estas necesidades, Sandra Fernández y Marta Badias decidieron crear We Are Upflow, la primera aceleradora de flow del mundo.
Pero, ¿qué es el flow? Según lo definen ellas mismas, es "un estado óptimo de motivación personal en que el individuo está inmerso en aquello que está haciendo" y que "se caracteriza por una sensación de gran libertad, bienestar y felicidad, creatividad, compromiso, talento y alta concentración: te olvidas de lo que pasa a tu alrededor y deseas que estos instantes no acaben". Marta ya implementó el programa Flow en la empresa donde trabajaba y después viajó a Los Ángeles para analizar con el equipo del profesor de psicología en la Universidad de Claremont Mihaly Csikszentmihalyi los resultados del estado de flow y el impacto en su organización. Ella y Sandra ya se conocían de la carrera, habían estudiado Psicología juntas y, 20 años después de conocerse por primera vez, sus caminos se volvieron a unir, esta vez con la intención de llevar a las empresas esta suma de felicidad y rendimiento.
"Es muy curioso que nos encontramos con empresas innovadoras en productos y en I+D, pero todavía gestionan los equipos como en los años 70"
"Es muy curioso que nos encontramos con empresas innovadoras en productos y en I+D, pero todavía gestionan los equipos como en los años 70", se lamentan. We Are Upflow nació en marzo de 2018 con el propósito de cambiar esta filosofía y tiene su incubadora en Barcelona Activa, desde donde trabajan a nivel estatal y focalizadas a todo tipo de target: desde startups hasta multinacionales. Después de un año desarrollando la parte tecnológica del proyecto basada en la vertiente científica -en pocos días estrenan nueva web-, ahora se disponen a abrirse a nuevos mercados, concretamente a América Latina y Estados Unidos, que es la "cuna del flow". Algunos de sus clientes definen su acogida como startup: la Generalitat, TV3 y una productora cinematográfica, entre otros, ya confían en sus servicios.
Capitalismo consciente
Partiendo de la base que "son las empresas las que cambian el mundo", las fundadoras de la aceleradora de flow consideran que "tan importantes son las cuentas de resultados como el bienestar de las personas" y sostienen que, para que esto fluya de este modo, hacen falta "líderes comprometidos". De hecho, según el estudio de Gallup, cuando el team lider involucra a su equipo, tiene cuatro veces más de probabilidades de que su equipo esté comprometido con la compañía y esto, lógicamente, genera beneficios.
Es por este motivo que enfocan su proyecto sobre todo en el jefe de equipo, porque tienen claro que "facilitar experiencias de máximo rendimiento y felicidad genera un impacto en la organización". Pero no una felicidad sólo vinculada a los "espacios y escenarios donde se pueden encontrar más a gusto en el trabajo", sino que, subrayan, "tiene que estar relacionada con el puesto de trabajo", al hecho que la persona tenga un reto para cumplir y sepa qué es lo que se espera de ellos.
¿La clave para trabajar todo esto? La fluidez o el flow, que "te aporta un estado óptimo de motivación personal: sensación de libertad, bienestar, felicidad y un rendimiento al 200%". Un rendimiento que favorece a las dos partes. A la empresa porque le aportará más beneficios y más productividad, y al trabajador porque "cuando está en un estado de flow desea que no acaben estos instantes".
Comprometer el talento
"Comprometer el talento", que no atraerlo o retenerlo. A Sandra y Marta les gusta hablar de compromiso porque, ponen de relieve, si una empresa es capaz de transmitir a su trabajador que está aprendiendo, le despierta curiosidad y le da herramientas para crecer, aquella persona continuará trabajando allí. Y esta situación cada vez es más habitual en empresas que incorporan talento millenial, que es un perfil de empleado que "escoge a las compañías si entra en flow con ellas".
Pero, ¿cómo lo trabajan? Para empezar, miden el índice de fluidez del personal y de la empresa a través de un test que responde a una base de datos construida mediante la investigación. "Por fin puedes tener datos sobre temas más top que impactan en tu equipo y que hasta ahora no se medían", explican. Esto lo hacen con Kpi's quincenales o mensuales orientados a mejorar el liderazgo de sus colaboradores identificando sus oportunidades de mejora.
Una vez tienen todos los datos en sus manos, empieza la práctica. A través de herramientas "tangibles, prácticas y útiles", experiencias y workshops para empoderar a los equipos y elevar su nivel de flow, diseñan un proceso de mentoring para acompañar a las empresas y a los equipos en el proceso de implementación de esta nueva cultura para "generar compromiso y conectar el talento, los retos de negocio y el propósito". De este modo, las empresas empiezan a poner a "las personas en el centro" haciendo un trabajo de reinterpretación de la gestión de los equipos y "poniendo luz donde hay muchas dudas". Y, así, aumenta la felicidad del trabajador a la hora de realizar sus tareas y los beneficios empresariales también se elevan con ella.