Cuando GüherAbaci inició con su familia el proceso de migrar hacia Barcelona, se encontró ante un montón de obstáculos a superar. Todos los procesos que implicaba migrar desde su Turquía natal eran complejos y estresantes y pidió ayuda a Elisenda Coma, de quien era amiga desde hacía tiempo. Con su amiga al lado salió del paso y en poco tiempo otros conocidos le pidieron una mano. "Nos dimos cuenta de que hacíamos un buen tándem, una persona autóctona y una persona expatriada", explica Coma. Ante el alud de demandas que tenían, decidieron crear Weloba, startup del entorno de BarcelonaActiva, para asesorar y acompañar a personas migradas al establecerse en Barcelona.
Hasta el año 2019 habían compaginado las tareas de guía y asesoramiento con sus respectivos trabajos, pero entonces decidieron establecerse como empresa. Las dos socias vieron la opción de crear su propia compañía como una oportunidad para ofrecer un servicio más extensivo y profesional. Finalmente, constituyeron la empresa en el mes de marzo de 2020.
"Eran momentos de incertidumbre y angustia, puesto que muchas personas se quedaron a mitad de los trámites para establecerse en Barcelona; algunos ya tenían incluso pisos aquí"
Cuando Weloba estaba preparada para entrar en el mercado, el mundo se paró durante meses y, con él, muchos procesos migratorios. "Eran momentos de inciertidumbre y angustia, puesto que muchas personas se quedaron a mitad de los trámites para establecerse en Barcelona, algunos ya tenían incluso pisos aquí", recuerda Coma. La emprendedora remarca que si migrar ya comporta siempre un coste emocional, en el contexto de la pandemia este se dispara. Las dos socias se enfocaron en sacar adelante aquellas gestiones que la forzosa vida telemática les permitía.
Desde el pasado verano, muchos de sus clientes han podido retomar sus planes de establecerse en Barcelona. Si bien el golpe de la covid-19 en su primer mes como empresa ha sido duro, han podido acabar el año según sus previsiones. "Estamos muy contentas porque nos lo esperábamos peor", reconoce Coma.
Para todo el mundo y en todos los casos
Si hay un aspecto que destaca de Weloba es su capacidad de personalizar el servicio. Su público objetivo es diverso y engloba desde familias enteras hasta trabajadores de empresas, pasando por estudiantes internacionales. También han trabajado con clientes de un amplio abanico de países, en especial de Turquía, Irán, Armenia y Rusia, puesto que, como muchas empresas, su popularidad inicial ha nacido del boca a boca.
No tienen dos clientes con las mismas demandas y es por eso que ofrecen un servicio adaptado a los requerimientos de cada persona. "Hay familias para las que tienes que buscar alojamiento, escuelas y profesores particulares de catalán y, en cambio, otras personas te puede pedir sólo asesoramiento con trámites burocráticos", explica Coma.
Ante tanta heterogeneidad entre demandas, casos y clientes hay una constante: Barcelona. No son inflexibles, pero sí priorizan la Ciudad Condal, por la que expresan su amor incluso con el nombre de la empresa: Weloba, es una contracción de we love Barcelona (nos encanta Barcelona en inglés). "Creemos que es mejor concentrarnos en lo que sabemos y somos buenas, que es Barcelona", concluye Coma.