Parir un ecosistema digital desde el talento femenino, sumando sinergias e invirtiendo en proyectos tecnológicos, pero también sociales. Esto es lo que hacen las 60 women angels de WeRockCapital, un club de inversión formado por empresarias, directivas y profesionales con experiencia y trayectoria en más de veinte sectores diferentes y que tiene por objetivo no sólo financiar a startups innovadoras conençudes de sus proyectos, sino también "aprender del ecosistema digital" y "compartir conocimiento". Así lo explica una de sus fundadoras, Helena Torras, en una conversación con VIA Empresa, que insiste en esta idea convertida, ya, en el mantra del equipo: "La energía de WeRock es directamente proporcional a las ganas de aprender de las miembros del grupo".
Y es que en WeRock no se trata de sólo invertir en una empresa y basta, sino que la cosa va más allá y se mueven por la inquietud de compartir conocimiento que es lo que hace "que haya esta implicación de todas" y, sobre todo, sumar juntas. Los requisitos para poder entrar en la proceso de selección de WeRock son claros. El equipo fundador de la empresa emergente tiene que contar, como mínimo, con una mujer y, además, tienen que tener impacto social, es decir, que tienen que ser proyectos que, por ejemplo, vayan en linea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas porque, recuerda Torras, "el negocio a día de hoy no tiene sentido si no haces algún bien para la sociedad".
Pero WeRock, que ha celebrado su primer aniversario este 15 de octubre, se va construyendo sobre la marcha; eso sí, de manera democrática y participativa y todavía tiene recorrido para hacer. De momento, ya han invertido en un proyecto bautizado como Pictoescritura, una empresa que basa su función en la pedagogía "para fomentar la creatividad en la escuela combinando escribir con aprender y leer fomentando los dibujos con la capacidad creativa y comunicativa", como explica la consultora y miembro de WeRock, Nathalie Detry.
Creatividad, impacto social y educación
De las 60 mujeres que forman WeRock, 18 han protagonizado una ronda de financiación en el proyecto de RoserBallesteros con 25.000 y 30.000 euros de inversión. "El notario estaba alucinado con tantas mujeres", relata Detry, que explica que en este proyecto "no sólo invertimos, sino que nos comprometemos a apoyar a la CEO y a su empresa para crecer con nuestra ayuda". Además, como que cada una de estas mujeres viene de mundos diferentes, esto hace que se complementen y encajen a la perfección y esta diversidad se ve reflejada en los resultados de la empresa que financian.
Torras: "La flexibilidad y el acompañamiento entre nosotros y con las y los emprendedores para aprender implicándose"
"Apoyamos, abrimos puertas... nos gusta contribuir de este modo y tener generosidad hacia la startup", continúa la consultora. Pero, ¿qué pasos siguen a la hora de elegir y empezar a trabajar de la mano con un proyecto así? Para empezar, hacen una primera selección de proyectos, de los cuales eligen 20. De estos 20, un grupo de voluntarias hace una selección de cinco y, aunque muchos se queden a las puertas, también reciben el apoyo de las WeRock: feedback, consejos, posibles puertas donde picar... cada una aporta aquello que tiene en su cartera de clientes y a su cajón del conocimiento.
Hoy por hoy, WeRock trabaja de pleno con Pictoescritura, pero ya tienen dos proyectos más seleccionados. En este caso, las inversoras que trabajan plenamente con el proyecto de Ballesteros representan el 30% del total del grupo. La condición sine qua non para formar parte del club de financiación es invertir en alguno de los proyectos al menos una vez en 18 meses. Es un "me implico" en toda regla y de todas las maneras.
Pasarlo bien mientras se aprende (y se invierte)
Las women angel de WeRock, sin embargo, no se dedican exclusivamente a esto y, por este motivo, es muy importante la implicación personal de cada una, siempre respetando sus tiempos y la disponibilidad que se pueda lograr. "Tenemos la voluntad de pasárnoslo bien mientras aprendemos", asegura Detry, y Torras la complementa sosteniendo que es muy importante "la flexibilidad y el acompañamiento entre nosotras y con las y los emprendedoras para aprender implicándose". "No sólo invertimos, sino que aportamos".
Detry: "Tenemos la voluntad de pasárnoslo bien mientras aprendemos"
WeRock nació de la mano de la emprendedora en serie e inversora Helena Torras y de la directora nacional de ventas de gran consumo, Ana Rebollo. "Empezamos a montar un grupo de mujeres que invierta en startups", explica Torras. Todo comenzó en un grupo de Whatsapp y con 15 mujeres después de hacer encuestas para ver si creaban este grupo desde cero o se añadían a algún otro que ya existiera. Pero WeRock tiene sello de autora y tenía que nacer como un nuevo proyecto participativo y democrático. Incluso, el nombre y el logotipo surgieron de puestas en común por el grupo de Whatsapp y a través de Google Docs. De hecho, Torras lo define como una "creación conjunta de todas" donde "todo el mundo comparte con todo el mundo".
Su iniciativa buscaba potenciar la visibilidad y la presencia de las mujeres emprendedoras e inversoras en el ecosistema, a la vez que se incrementa la conexión corporate-startup. Un año después de la fundación, WeRock sólo ha hecho que empezar. "Hemos decidido que el año dos pasaremos de ser un grupo de Whatsapp a ser más formales", avanza Torras. Como dicen, "es precisamente la heterogeneidad en sectores, pero la homogeneidad en inquietudes lo que hace que el grupo esté tan cohesionado". Y esto se nota mucho durante la conversación a tres con Torras y Detry, que transmiten muchísima energía, pasión por lo que hacen y ganas de aprender (y, de paso, invertir en emprendedoras y proyectos sociales).