Ser emprendedor no es fácil, y ser joven y además emprendedor, todavía menos. Y es que no todo el mundo confía en las habilidades directivas de unos chicos y chicas que encara no han cumplido la treintena de años. Sin embargo, cada vez son más los jóvenes que deciden embarcarse en esta aventura. Este es el caso de Marc Soler (cofundador y CEO de 21 Buttons), Andrés Cester (cofundador y CEO de The Colvin Co), Alberto Bonhomme (cofundador y CEO de Instamaki), Anna Martínez (cofundadora y CEO de Sheltair ) y Diego Arroyo (cofundador y CEO de Laagam ). Cinco estudiantes que, después de realizar sus estudios a Esade y teniendo un trabajo de asalariados, decidieron lanzarse a la piscina y montar su propio negocio.
Qué impulsa los jóvenes a emprender?
Todos los emprendedores coinciden en una cosa: se han decidido a emprender por voluntad propia y ganas. Teniendo un trabajo de asalariados a alguna empresa, estos jóvenes decidieron salir de la zona de confort y embarcarse en una nueva aventura, sin saber qué los podía deparar el futuro. Y no había miedo? Sí, pero ayuda "ver que otra gente lo está haciendo y que es posible", afirma Anna Martínez, que ha creado Sheltair, una startup de alquiler de espacios de trabajo privados disponibles al momento y por horas. En este punto coincide, Diego Arroyo, fundador de Laagam, una startup de moda femenina. Él había sido trabajando a Glovo y esto y "ver roles que me inspiraban" lo impulsaron a emprender.
Bonhomme: "Siempre se siendo la parte buena de emprender, pero no las cinco noches sin dormir porque no consigues inversores o no tienes dinero a la caja"
Sin embargo, para Marc Soler, cofundador de 21 Buttons, una parte importante es encontrar la persona perfecta para emprender. En su caso fue su cofundador. Los dos emprendedores de 21 Buttons, una red social y a la vez un marketplace que permite comprar los productos que voces a Instagram, detectaron que "el 50% del que se vendía online era porque se habían inspirado en las redes sociales, pero como no se sabía de donde eran los productos, se perdía mucha capacidad de compra". Con esta problemática en mente, se decidieron a emprender.
Pero emprender también es un estilo de vida. "Yo tenía muy claro el que quería, nunca he visto a mi familia trabajar por cuenta ajena y quería seguir así", explica Soler.
Encontrar un buen equipo: un reto y una oportunidad
Uno de los challenges más grandes con los cuales tuvo que hacer frente Soler fue escalar el equipo sin perder la filosofía de la empresa. Y es que un factor muy importante porque un negocio incipiente funcione es el equipo que hay detrás. "Las personas que hemos contratado y añadiendo al equipo, su actitud y la cultura que se genera es el que ha traído a la empresa a cumplir objetivos cada vez más ambiciosos", explica Andrés Cester, de The Colvin Co, la startup de venta de flores por internet.
Aun así, para Soler, "cuando pasas un cierto nivel de empleados, ya no todo el mundo entra a trabajar porque le entusiasma el proyecto". Es por eso que es importante que todas las decisiones que se toman dentro de la startup vayan según la misión de la empresa. Y que esta misión y visión sea muy clara por los trabajadores.
Imagen de los emprendedores invitados a Esade | Cedida
La parte más difícil de emprender
Los retos y las dificultades por una startup no llegan sólo al principio, sino que siempre están presentes. "Uno de los problemas de las startups es la incertidumbre", señala Arroyo. Para Laagam, su gran reto ahora es escalar el negocio e incrementar la producción, puesto que tienen notoriedad de marca entre su target de clientes pero las ventas tienen que crecer todavía más.
En el caso de Anna Martínez, de Sheltair, los problemas han venido por fases. Una época el principal reto era conseguir financiación, más tarde encontrar un buen equipo, ahora encontrar la manera de mejorar el producto. "El día a día de un emprendedor es una montaña rusa. Y normalmente sólo se siendo la parte buena de emprender, pero no las cinco noches sin dormir porque el inversor que tenía que entrar al final se ha hecho atrás o porque llevas días sin tener dinero a la caja", apunta Alberto Bonhomme, de Instamaki, un restaurante online de pedidos a domicilio. Y es que "emprender no es tan bonito como parece", añade.
Cester: "Para ser emprendedor tienes que tener capacidad para equivocarte y levantarte, y esto no se aprende en las escuelas de negocio"
Al final, un emprendedor tiene que aprender a enfrentarse a nuevas dificultados día detrás día. Es por eso que, según Andrés Cester, un emprendedor "tiene que tener la capacidad de ir resolvente problemas inesperados constantemente y desarrollar una especie de resiliencia ante los errores". Para el cofundador de The Colvin Co, "equivocarse cada día muchos golpes es desagradable, pero si quieres ir deprisa y pensar en grande, tienes que tener la capacidad para equivocarte y levantarte de la manera más rápida posible". Y estas son habilidades que no se aprenden en las escuelas de negocio, sino en el día a día.
Startups y tecnología: revolucionando los mercados tradicionales
La tecnología es un factor clave en todas las startups y ha revolucionado muchos sectores tradicionales. "Antes había dos maneras de comprar flores: ir a una floristería o comprarlas online a través de marketplaces que conectaban con las tiendas físicas. Nosotros, gracias a la tecnología, hemos desintermediat la cadena de valor y en lugar de conectar floristerías y clientes finales, conectamos directamente al agricultor con el consumidor", explica el CEO de The Colvin Co.
Pero no son los únicos que hacen uso de la tecnología para mejorar su negocio. Sheltair permite abrir la puerta de las oficinas que ha alquilado con el móvil, "una cosa que hace 20 años era imposible e implicaba el hecho que tuviera que haber siempre alguna persona porque te diera las claves", apunta Martínez.
Los emprendedores explican las dificultades y retos de montar un negocio | Cedida
Llega hasta tal punto el uso de la tecnología que 21 Buttons invierte el 40-50% de sus ingresos en tecnología. El objetivo? Conocer el mejor posible al cliente, saber qué le gusta y qué productos quiere consumir. Porque al final, toda nueva empresa y todo emprendedor nace para mejorar algún producto, para dar un mejor servicio a los usuarios y para hacer más fácil la vida de todos.