No sabemos cómo será el mundo post-covid pero nos lo podemos imaginar mirando —midiendo— cómo es el mundo presente. Como todo aquello que es digital es medible (conexiones, bits, streams) podríamos empezar por mirar como les va a los proveedores de servicios suscripciones digitales. Netflix, la televisión global ha incrementado el consumo en un 322% sumando 16 millones de subscriptores que ya hacen un total de 182. Le siguen Disney+ con un incremento del 290%, Amazon Prime Video con un 266% y Hulu, con hasta un 259% más.
"El gran ganador del confinamiento ha sido Zoom: de 10 millones a 300 millones de sesiones cada día"
Pero el gran ganador del confinamiento ha sido Zoom. A principios de año, Zoom empezaba la pandemia siendo una plataforma B2B de videoconferencias, conocida principalmente en entornos empresariales y que servía 10 millones de sesiones al día. Hoy Zoom es también una plataforma B2C, es la plataforma líder en videoconferencias y sirve 300 millones de sesiones cada día. Lo que decíamos, medible.
Pero quizás el dato más visual de todos (y el que tiene más implicaciones a la larga) es la del valor bursátil de 49.000 que ha atendido Zoom a fecha de hoy. Quizás este dato os diga poco, pero según la gente de Visualcapitalits, que han hecho números, el valor bursátil de Zoom supera al valor agregado de las siete aerolíneas más grandes. La gráfica de la evolución del valor de una y otras es prácticamente un espejo: todo lo que a la par sube, en las otras baja. Los ingresos de las grandes aerolíneas han caído un 62% desde la crisis de la Covid-19 y esto plantea muchas preguntas a los inversores.
Continuará Zoom en estas cifras cuando pase todo? Cuántas aerolíneas ya no volverán a operar? Podrán los Google, Facebook y Jitsi cogerle parte del pastel? Pasará todo? Cuando la gente pueda viajar, los 300 millones de sesiones diarias de Zoom caerán indefectiblement pero mucha gente que ha descubierto que un rato de videoconferencia le ahorra tiempo, dinero y todos los dolores de cabeza de los desplazamientos aéreos, nunca más volverá a volar para hacer una reunión, yo el primero.
Curiosamente la respuesta la podríamos encontrar leyendo entre líneas en la carta que el CEO de Airbnb Brian Chesky envió a sus trabajadores ahora hace quince días donde les notificaba que despedía 1.900 trabajadores, un 25% del total. En un par de puntos de un largo y transparente apunte en su blog dice literalmente que:
1) No sabemos exactamente cuando la gente volverá a viajar y
2) cuando la gente vuelva a viajar, será diferente.
Y más abajo remata:
"Los viajes en este nuevo mundo serán diferentes, y hace falta que evolucionemos Airbnb en consecuencia. Las personas querrán opciones más cercanas en casa, más seguras y asequibles. Pero la gente también anhela algo que siente que se les ha sacado: la conexión humana."
Ya hace días que reivindico ir a pasar el fin de semana a Sant Miquel del Fai como años atrás solíamos en aquella Catalunya de la tortilla, el trago y el transistor, la de las tres tés que decía el sabio Carles Barba. Que se lo vayan mirando los de las aerolíneas, y también los de Zoom.