• Zumzeig, el primer cine cooperativo de Cataluña

Zumzeig, el primer cine cooperativo de Cataluña

La sala del barrio de Sants, que cerró en agosto, reabrirá el próximo noviembre con una nueva gestión cooperativa que quiere convertirla en un referente cultural de la ciudad

Sala del cine Zumzeig, al barrio de Sants
Sala del cine Zumzeig, al barrio de Sants
Judith Vives
27 de Septiembre de 2016
Desde octubre del 2013 existía en el barrio de Sants de Barcelona  una sala de cine independiente y alternativo, el Zumzeig, que se había convertido en un lugar de referencia para los cinéfilos de gustos arriesgados y selectos, al margen del estreno comercial. A principios del pasado mes de agosto, el anuncio del cierre repentino del cine hizo presagiar el peor. Pero parece que tendrá un final feliz. Después de unos meses de replanteamiento, el Zumzeig está preparado para iniciar una nueva etapa convertido en el primer cine cooperativo de Cataluña.

Los miembros de la cooperativa que gestionará a partir de ahora esta pequeña sala situada a la calle de Béjar, 53, han explicado en rueda de prensa que el Zumzeig reabrirá sus puertas el próximo 4 de noviembre con una nueva programación "en una línea similar a la quehabía hasta ahora pero aportando algunas mejoras", explica Miquel Martí Freixas, uno de los integrantes de esta cooperativa. De momento, han impulsado una campaña de Verkami para conseguir apoyos y ya trabajan en su nueva programación.

El Zumzeig no será el único cine gestionado por una cooperativa, puesto que sigue el rastro de experiencias como la de los cines Númax de Santiago de Compostela o los cines Aragón de Valencia, pero sí quees el primer ejemplo en Cataluña. La idea se empezó a forjar el pasado mes de abril, cuando el fundador y propietario del Zumzeig, Esteban Bernatas –actualmente establecido en París- anunció que no se quería seguir haciendo cargo del cine. Bernatas convocó una serie de gente vinculada al sector, entre los cuales muchos de los habituales de la sala de cine, y de entre estos salieron los seis emprendedores que ahora han salido adelante el Zumzeig Cine Cooperativa: Miquel Martí Freixas, Albert Triviño, Yonay Boix, Anna Brufau, Ariadana R. Álamo y Javier Rueda.

Una apuesta por el cine comprometido y alternativo
Todos ellos tienen relación con el mundo del cine y el audiovisual. Triviño, que trabajó al Zumzeig como proyeccionista en su primera etapa, asegura que la continuidad está asegurada: "Volvemos a apostar por un cine comprometido y alternativo", ha explicado, añadiendo que además de los estrenos, la programación ofrecerá propuestas de diferentes disciplinas, desde los cortometrajes a los documentales o el cine experimental.

    
Presentación de la reapertura del cine Zumzeig. J. Vives


Y también el cine infantil, puesto que una de las voluntades del nuevo equipo del Zumzeig es la "de educar la mirada", y hacerlo llegando a los niños y jóvenes trabajando la colaboración con los centros educativos. Otro de los objetivos que se han fijado es el de potenciar la relación con el barrio de Sants, sea colaborando con las entidades vecinales o con Impulso Cooperativo, que agrupa las cooperativas del barrio.

Pero sobre todo, el gran objetivo de Zumzeig Cine Cooperativa es la de convertir esta sala en un referente cultural en Barcelona. "Es una de las mejores salas de Barcelona, pero está desaprovechada y queremos exprimirla al máximo", añade Triviño. Cinefòrums, performances, actividades vinculadas con el bistro que comparte local con la sala de proyección y una atención especial al cine hecho por directores catalanes y españoles son otros de las apuestas de esta nueva etapa en que también se quiere implicar al público.

Por eso, Zumzeig Cine Cooperativa ha iniciado también una campaña a través de Verkami con la que buscan encontrar el apoyo de micro mecenas que ayuden a salir adelante el proyecto. Se ha creado un carné de Amigos del Zumzeig que premiará los espectadores más fieles con grandes descuentos y, además, se los ofrecerá la posibilidad de participar en las asambleas de la cooperativa. Además del micromecenatge, la sala se financiará a partir de los patrocinios y el alquiler de la sala, a escala privada, y también a través de posibles ayudas públicas que la cooperativa ya está buscando. Todo, para ofrecer cine de calidad a precios muy asequibles y "intentar romper el círculo de invisibilidad a qué muchas películas son injustamente sometidas".