Iberdrola consiguió un beneficio neto de 2.688 millones de euros durante los nuevos primeros meses, coincidiendo con la escalada del precio de la luz en el Estado. La cifra es un 10,2% inferior al mismo periodo del ejercicio anterior, pero mejora un 5,2% si no se tienen en cuenta los impactos extraordinarios, según ha señalado la compañía este miércoles en un comunicado.
Algunas de las partidas que influyeron negativamente en los beneficios son el impacto de la covid-19 (-123 millones de euros), los impuestos diferidos al Reino Unido (-453 millones de euros) u otros impuestos extraordinarios (-154 millones de euros). Estas cantidades, pero, quedaron compensadas por conceptos cómo la plusvalía derivada de la venta de Siemens Gamesa (+485 millones de euros) o la reversión de tributos en el Estado (+382 millones de euros).
En cuanto a los ingresos del grupo, estos se incrementaron un 6,3% en términos interanuales, hasta los 12.585,9 millones de euros, mientras que el beneficio bruto de explotación (ebitda) creció un 10,7%, hasta los 8.164,9 millones de euros. La compañía también subraya que la inversión durante los nuevos primeros meses del año ya ha superado los 7.000 millones de euros –el que supone un nuevo récord- y que mantiene unos niveles de solidez financiera que mejoran los que se registraron en 2020.