Cuenta la leyenda que la Coca-cola no es americana, sino valenciana. Concretamente, de un pequeño pueblo de la Vall d'Albaida, Aielo de Malferit. Allí se habría inventado en el siglo XIX el jarabe digestivo Nuez de Coca Cola con un color oscuro, a base de este fruto y de hojas de coca de Perú. Una gran multinacional habría pagado la patente y creado la marca que todos conocemos. Realidad o mito, hoy esta historia que ha pasado de madres a hijos nutre el espíritu de Malferida, un refresco a base de cola que empieza a andar por las tiendas del País Valencià. Esta sí, es 100% valenciana.
Todo empezó en el Trabajo de Fin de Grado de ADE de Lucía Mompó (l'Olleria, 1996). Terminó la carrera en la Escuela de Empresarios EDEM de Valencia e hizo las prácticas en Lanzadera, la incubadora de Juan Roig. Allí desarrolló el plan de negocios de la Coca-cola valenciana y se lanzó a hacerlo realidad con una inversión mínima. Las primeras botellas llegaron a los bares, cafeterías, restaurantes y tiendas gurmet y de proximidad de València, Alacant y Castelló en septiembre de 2018. Meses después, ya se puede encontrar en más de 200 establecimientos.
Pero, qué es Malferida? Se trata de una bebida refrescante hecha con ingredientes naturales. "La cafeína es natural, extracto de nuez de cola y aromas naturales. Además, no lleva azúcar, sino estevia, y no tiene conservantes ni aspartam. Por lo tanto, la puede consumir una persona diabética, vegetariana o vegana", explica Mompó. Cuesta alrededor de los dos euros y asegura que está recibiendo un buen feedback de los establecimientos y por redes. "La gente que la prueba se sorprende con su sabor. Algunos me dicen que no los gusta la Coca-cola y Malferida sí", cuenta.
Consciente que el mercado global del cola ya tiene gigantes detrás, la emprendedora dice que intenta no compararse con ellos porque no puede "competir en precio", sino al ofrecer un producto completamente diferente: "Ningún ingrediente es igual. No deja de ser un refresco de cola, pero no tiene nada que ver con el producto de las grandes marcas. Me comparo más y serían más competencia otras productos pequeños como la alemana Fritz-kola o la griega Green Cola, con estevia. A pesar de que estas se venden en grandes supermercados y Malferida sólo en tiendas específicas y en hostelería".
A pesar de esto, sí que remarca un problema para compartir tipo de producto con grandes marcas: "A veces me encuentro con establecimientos que tienen interés en Malferida, pero ya tienen acuerdos cerrados con multinacionales que implica vender sólo su marca de cola a cambio de regalar la terraza o los frigoríficos. Esto me perjudica. Tienen exclusividad y yo no puedo hacer nada, me limita". Malferida ya ha superado el obstáculo de una importante marca cervecera que se opuso a la patente porque el nombre era similar a un producto suyo.
"Detrás de Malferida hay un storytelling que una gran multinacional no puede dar: la historia del pueblo de Aielo de Malferit"
Tiene miedo que le copian la idea? "Lo pueden hacer perfectamente. Pero detrás de Malferida hay un storytelling que una gran multinacional no puede dar: la historia del pueblo de Aielo de Malferit", explica Mompó. El nombre y el diseño de la etiqueta también hace referencia al deporte autóctono, la pelota valenciana (la ferida es el golpe de inicio de cada juego). "Es un producto local y esto la gente ahora lo valora mucho, ya lo vemos en el campo de las cervezas artesanales o en el vino. Yo me centro en un nicho de mercado muy específico; las grandes marcas se dirigen a todo el mundo", asegura.
De momento, Malferida ha vendido 20.000 botellas, pero la joven emprendedora todavía trabaja sola gestionando la empresa y cogiendo el coche buscando nuevos clientes. Quiere ir paso a paso: primero, "que se conozca más" y consolidar la marca; en el futuro, le gustaría "salir del País Valencià" y, quizás, probar con otros sabores y formatos. En Lanzadera, al menos, recalca que vive menos "la soledad del emprendedor".