La asignatura pendiente

La comunicación es un instrumento al servicio de la productividad, la competitividad y la organización del trabajo. Es una de las herramientas más poderosas que tiene la dirección de la empresa para transmitir los valores y la misión así como para motivar, afectando directamente el rendimiento de las personas.

La comunicación hace que las personas se sientan implicadas, parte de la empresa. El espacio que la dirección no llena con comunicación se llena de rumores. Aún así, hay empresas con un liderazgo autoritario que consideran que la información es poder, comunican poco y con dosificador. Hay otros, con modelos de liderazgo paternalista, que comunican únicamente consignas y piden una fe ciega en la empresa, y otros que con un modelo de liderazgo más receptivo, usan mensajes plurales con el objetivo de gestionar el talento.

La mala comunicación interna se encuentra dentro de las diez primeras toxinas laborales. No obstante, comunicar no es en sí mismo lo más importante. Se tiene que comunicar a tiempo, a veces tarde es peor que no comunicar. Se tiene que comunicar por los canales adecuados. El mail no sirve para todo. En ocasiones una reunión expreso multiplica el efecto buscado. Hay que comunicar en forma, ser directas y claros en el mensaje.

Hoy Destacamos
Lo más leido